Grupos de padres en WhatsApp, una plaga bíblica de emoticonos

Los grupos de padres en Whatsapp son una pesadilla moderna que ha convertido la sana costumbre de compartir impresiones y unos minutos de charla a las puertas de los centros educativos en un sinfín de notificaciones en el móvil, una plaga de emoticonos y globos de mensajería con contenido de lo más variopinto. Absurdo en su mayoría, por estas cosas de que, con frecuencia, la disponibilidad de una herramienta genera un uso desmedido que no se corresponde con una necesidad real sino con esa actitud tan humana de «pues ya que estamos…» Y así, el colectivo digital que se unió para dar respuesta a las necesidades de los escolares y sus progenitores se transforma en una torre de babel de memes, chistes, comentarios deportivos, consejos culinarios y cotilleos sobre los padres que han tenido el buen juicio de abstraerse de la presión del grupo.

«Menganita o menganito se ha salido del grupo» puede el comienzo de un proceso de estigmatización de unos padres que, en la siguiente reunión en el centro, serán observados con gesto de sospecha cuando no de desprecio por el resto de progenitores integrados en uno de esos grupos de padres en Whatsapp.

decálogo para grupos de padres en whatsapp

Qué duda cabe de que estos grupos de padres en Whatsapp también pueden ser un medio muy eficaz para distribuir una información importante en cuestión de segundos, o sacar a colación una cuestión de interés general. Sin embargo, tal como señala el experto Guillermo Cánovas tras realizar sesiones de trabajo con padres y madres, con frecuencia se producen estas otras situaciones:

  • Bombardeo constante de mensajes sobre cuestiones poco relevantes o que solo afectan a algunos alumnos. Muchos padres se quejan de que al abrir los mensajes del grupo pueden encontrarse en ocasiones con 200 ó 300 mensajes sobre temas que van desde: “¿alguien ha cogido por error la bufanda de mi hijo..? Tiene sus iniciales en una esquina”, hasta: “¿las cartulinas que hay que llevar para mañana pueden ser de cualquier color…?” En el primer caso se repiten a continuación docenas de mensajes del tipo: “Yo no”, “Yo tampoco”, “Yo aún no he llegado a casa, luego te lo miro”, “a mí me pasó el viernes, así que si alguien la ha encontrado…”, “¿Has preguntado en conserjería? Yo he visto alguna por ahí…”, etc, etc…
  • Volcado de información personal o delicada sobre alumnos. En ocasiones estos grupos son utilizados por padres para quejarse sobre el comportamiento de algún alumno en particular, preguntando si a los demás padres les ha sucedido algo parecido. Por ejemplo frases como: “hoy mi hija ha llegado otra vez llorando… no sé si somos los únicos, pero creo que Fulanito tiene la mano demasiado larga..” En otros casos se mencionan nombres al hablar sobre piojos en el colegio, o se facilita el teléfono o correo de una familia que no está en el grupo, o se manda a todos las fotos que alguien hizo en la pasada excursión, sin previa autorización de los padres de los demás niños.
  • Ataques hacia profesores o hacia el colegio. No es poco frecuente que algunos de estos grupos se utilicen para poner en común quejas, acusaciones o juicios de valor sobre personal del centro educativo, produciéndose en ocasiones verdaderos linchamientos virtuales, en lugar de utilizar los canales adecuados ya establecidos para cada situación.

Para evitar situaciones, la asociación Educalike, dirigida por Guillermo Cánovas, plantea el siguiente decálogo:

  1. No debemos añadir participantes a un grupo sin consultarles primero, o añadir a personas que no son familiares. Evitemos juzgar a quien decida salir del grupo.
  2. No utilicemos el grupo para cuestiones que no afecten a todos los alumnos.
  3. Si planteamos una pregunta al grupo, y la respuesta es solo para nosotros, debemos solicitar las respuestas por mensaje privado. No olvidemos utilizar las palabras: POR FAVOR y GRACIAS.
  4. Evitemos las ironías, y no interpretemos los silencios como un gesto de menosprecio.
  5. Es muy aconsejable utilizar los emoticonos para aclarar a los demás nuestro estado de ánimo o intencionalidad. Pero no abusemos de ellos si no añaden información o no clarifican.
  6. Evitemos escribir mensajes, planteamientos o respuestas bajo estados emocionales alterados.
  7. No utilicemos estos grupos para publicar críticas hacia alumnos o profesores.
  8. No es recomendable enviar fotos de los alumnos/as por este medio.
  9. Antes de publicar un mensaje para todos, debemos releer lo que hemos escrito.
  10. Generemos buen ambiente y seamos constructivos.

Algunos de los redactores de nobbot somos padres así que rogamos encarecidamente a los que estéis en nuestra misma situación que os apliquéis este decálogo. Por el bien de todos. Sí, tú también, ya sabes a quién me refiero.

Fuente: Kids and teens online

Imagen: Pixabay

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