¿Un chalé en Plutón? Así es como las agencias espaciales imaginan que viviremos en el espacio

Algún día, los humanos viviremos en otros planetas. El espacio, esa enormidad que despierta nuestros deseos de soñar y conocer, está dejando de ser un misterio para muchos, como aquellos que planean cómo tendrían que ser las viviendas para acoger a los humanos que llegaran para colonizar las diferentes galaxias. No es ficción, ni está sacado de una película. Ya se trabaja para poder enviar a una humanidad que primero explorará e investigará, pero que, en un futuro cada vez menos lejano, tendrá que encontrar en el espacio su nuevo hogar. Así es que cómo planeamos vivir.

La Casa de Hielo

Aunque a muchos les parezca algo irrealizable, las agencias espaciales ya están trabajando en las que podrían ser las viviendas del futuro, asentadas en otros lugares del espacio, alejadas de la Tierra y en las que la humanidad tuviera todo lo necesario para poder vivir. En 2015, America Makes y la NASA organizaron el 3D Printed Habitat Challenge, con el que ponían a prueba la capacidad humana para diseñar una casa fuera de la Tierra. Los ganadores fueron SEArch (Space Exploration Architecture) y Clouds AO (Clouds Architecture Office) que, tras el descubrimiento de agua en Marte, idearon la Casa de Hielo. Unas casas que nacen de una impresora 3D, que protege de la radiación y que tiene un jardín interior para el bienestar de los cuatros ocupantes que puede albergar.

El N3ST

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Otro de los proyectos mejor considerados en el certamen fue el presentado por la agencia NEST. Ideada también para que se pueda construir a partir de impresoras 3D, los valores principales del proyecto se basan en la estabilidad y la comodidad. La sencillez en su diseño se fundamenta en un propósito mayor: dedicar todos los esfuerzos a conseguir una atmósfera totalmente estable, la creación de condiciones fisiológicas adecuadas para la vida humana y poner en marcha un uso funcional del espacio. La vivienda consta de tres capas: una exo-capa para una protección primaria; una meso-capa que proporciona una atmósfera respirable para nosotros y una endo-capa para que la tripulación viva y realice sus actividades.

Medusa

El proyecto Medusa está pensado para localizaciones como Marte o la Luna. La NASA está pensando en enviar hombres al espacio, y no para un paseo corto, precisamente. Las misiones de estos astronautas podrían proporcionar una información fundamental para el ser humano y su conquista del espacio. Así, para alojarse, por ejemplo, en el suelo de la Luna, el proyecto Medusa, que fue pensado para estudiar las profundidades marinas, podría cumplir muy bien este tipo de misión. Diseñado por la Universidad de Delft, la estructura es redonda e hinchable, con una red exterior que la afirma al suelo. La casa está pensada para disfrutar de seguridad pero también confort, con escritorios de trabajo, baño, cocina pero también una sala de juegos.

Omicron Space Hotel

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¿Harto de hacer siempre los mismos planes? Tranquilo, para este «finde» proponemos algo totalmente diferente, como una escapada al espacio sideral y un alojamiento de lujo a bordo del Omicron Space Hotel, el primer hotel diseñado para turistas espaciales, y que se ubicará (según lo previsto) entre la Tierra y la Luna. Se trata de una nave con forma de proyectil equipado para una estancia de ensueño, con módulos aptos para albergar a tres personas. La importancia de este peculiar hotel radica en la seguridad que ofrece para que el visitante, cuando se encuentre dentro, no eche de menos ninguna de las condiciones que los hoteles terráqueos ofrecen, también la estabilidad gravitatoria.

El proyecto de Gamma

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Otra de las casas en el espacio que se están diseñando pertenece al grupo de trabajo Gamma que plantea una estructura hinchable, fortificada con una construcción en piedra. Su destino es Marte y se basa en tres módulos dodecohedrales que, al ser inflables, permiten colocarse en cualquier lugar de la superficie, facilitando que los viajeros del espacio encuentren el lugar más adecuado dentro del planeta rojo y puedan ubicarse teniendo en cuenta las posibilidades de la zona. El proceso de construcción está especialmente pensado para solventar los condicionantes sorpresivos que este tipo de misión puede suponer.

Un zeppelin para Venus

La Luna o Marte no son los únicos lugares del espacio en los que los terráqueos posamos nuestros ojos. De hecho, Venus se encuentra a una distancia irresistible como para mandar exploradores y futuros visitantes (está más cerca que Marte y su masa y formación geológica se parece mucho a la de nuestro querido planeta). Eso sí, su atmósfera resulta bastante imposible, por su densidad y su temperatura. Así que, si quisiéramos vivir en Venus, quizá tendríamos que construir una ciudad en el aire. Sí, esto es totalmente posible. El zeppelin que ya se ha diseñado puede acoger a varios astronautas durante 30 días. Resulta, además, que desde la NASA han encontrado un lugar en Venus, a 50 km del suelo, en el que la presión y gravedad son muy similares a las de la Tierra. ¿Podríamos tener el primer emplazamiento humano?

Una casa hecha de lava

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El proyecto de LavaHive para Marte también fue uno de los más considerados por parte de la NASA, por sus posibilidades. El plan incluye incorporar una construcción con el regolito del planeta rojo. Es decir, la capa de roca, mineral y depósitos, que se encuentran sobre la roca sólida inalterada de una superficie, que supone un material no consolidado, ideal para que su extracción sea sencilla y práctica. También se usarían materiales reciclados de naves espaciales y, por supuesto, lava, el componente estrella, por sus sorprendentes capacidades. La lava serviría para unir los diferentes módulos inflables que se harían servir como vivienda. Así estarían comunicados pero, a su vez, quedarían protegidos de las posibles radiaciones. Dos vehículos-robot serían los constructores de esta casa en Marte.

A la española

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Por último, os hablaremos del proyecto de una casa en Marte que ha nacido de un equipo español formado por el estudio de arquitectos Gareid Proyectos y en el que también colaboraron miembros del CSIC. Se llama Fallamars y la vivienda se construye con una impresora tamaño grúa que usa un hormigón hecho de regolito basáltico (que frena las radiaciones ultravioletas), yeso y agua. Éstos son elementos que se encuentran en Marte, y de la Tierra sólo habría que desplazar fibras de polipropileno y de Kevler 49, materiales que resistan la tracción. Algo importante en esta casa del espacio es su diseño. Tiene pensado incorporar ventanas, fundamentales para lograr una sensación de bienestar para los habitantes y también un colorido verde para su exterior, conseguido a base de líquenes de nuestro planeta, que ya han demostrado su resistencia a las condiciones de Marte.

Imagen | 3dpchallenge; Pixabay

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