Así eran nuestras redes sociales favoritas en sus inicios

Aunque no lo creamos, las redes sociales llevan acompañándonos más años de los que nos creemos. Podríamos remontarnos hasta el nacimiento mismo del telégrafo. La comunicación a distancia empezó cuando un tal Samuel Morse envió, en 1844, un telégrafo de Washington a Baltimore. Aquello fue lo que hoy llamaríamos «un MD» (mensaje directo). Y eso que no era sino un versículo bíblico.

De ahí podríamos saltar hasta el 24 de septiembre de 1979, cuando MicroNET comenzó a comercializarse, uno de los mayores esfuerzos de CompuServe por consolidar un Internet moderno. CompuServe, además, comparte fecha de origen con otra empresa que seguro te suena: la agencia ARPANET, un proyecto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

DE GEOCITIES A TERRA

¿Cómo charlaban los usuarios antes de Facebook, Tinder o Twitter? Los grupos de chat, blogs y foros existen desde mucho antes. IRC (Internet Relay Chat) fue un protocolo creado por Jarkko Oikarinen en 1988, y aún hoy se usa. De esta forma logró una comunicación 1-1 mediante canales privados, en vez del clásico host-to-host.

Algunos años más tarde aparecería Geocities, la metrópoli que aunó a casi 40 millones de usuarios. Bajo este tamiz de gifs horteras y colores chillones se alojaron toneladas de contenido. Algunos aún perduran. Pero antes de que Yahoo devorara esta forma de WWW (World Wide Web), otro protocolo de mensajería llegaría de la mano de IBM: AOL Instant Messenger.

En 1997, AIM debutaría con una amplia estructura de uso: perfiles de usuario configurables, chat de voz y la posibilidad de intercambiar archivos. Todo por cero dólares. Comunicación gratuita que aún existe, aunque bajo un perfil distinto.

Muchos vendrían después: LiveJournal —que comenzó a operar en 1999 y logró unos 5 millones de usuarios hacia 2004, nada comparado con los 14 que mantenía AIM en sus buenos tiempos—, Xanga o, aquí en España, Terra, que también tuvo un despliegue poderoso al comprar Lycos, el tercer portal más visitados de EEUU en el año 2000 y equipararse en funcionalidades a AIM, UOL o MSN. Hoy sus herederos son los blogs: WordPress, Tumblr, Blogger o incluso Medium.

LA NUEVA MENSAJERÍA

¿Y si se juntaran las opciones de publicación inmediata de estados vitales, junto a los protocolos para compartir archivos y disponer además de chats privados, tanto 1-1 como en grupos que el mismo usuario diseñe? Tendríamos la mensajería moderna.

Flickr comenzó en febrero de 2004 especializándose en la comunidad fotográfica: sube, comparte, crea álbumes y opina sobre ellos. El mismo mes, con ocho días de diferencia nacía Facebook. Su tentativa era idéntica al primer Internet: uso interno para los usuarios de la Universidad de Harvard. Pero el invento de Mark Zuckerberg —y de los gemelos Winklevoss— cuajó y empezaron a entrar inversores y socios interesados. Pronto se extendió a la Ivy League, ocho universidades privadas del noreste de EEUU que compiten en el fútbol americano.

Al año siguiente se extendería entre los estudiantes de secundaria —mediante invitación de otro usuario con correo electrónico— y un año después ya se había convertido en la red social más popular, al abrirse a cualquier usuario con email. Mientras tanto, en España sabíamos regular lo que era una red social. Contábamos con el eco mediático de Fotolog la cual, por su aspecto minimalista y mentalidad de «diario de bitácora», sin filtro alguno, triunfó en todas las comunidades hispanohablantes.

Mientras tanto, la gente saciaba sus anhelos sociales mediante foros. El 15 de marzo de 2003 nacía Forocoches en España y, en octubre del mismo año nacía 4chan, que comenzó como comunidad sobre manga y anime y terminó por ser el hogar de la mayoría de memes de gran parte de Internet. En 2004, Digg. En 2005 —aunque su uso no comenzó hasta un año después—, YouTube. En 2006, Reddit, actualmente uno de los focos de información más importantes del planeta.

Y de los SMS, los «ktmazo» y «n1ni0 gÜ@pÒ», justo por aquellas fechas en España debutaba Tuenti, no la actual, sino la red social que durante 2009 y 2012 fue la red social más popular del país, logrando hasta 15 millones de usuarios registrados.

CAMBIOS EN LA ESTÉTICA… Y EN TODO LO DEMÁS

Como puedes ver en algunas de las capturas, el sentido estético fue mutando hacia algo más estilizado, sobrio, reduciendo el texto y dotando de mayor espacio para los iconos. Sólo hay que prestar atención a cualquier proceso de diseño presente en Behance: si quieres ser una marca debes parecerlo. Estés donde estés, tu presencia debe ser un símbolo poderoso que el usuario logre recordar.

Aunque la metodología es similar, los cambios cada vez se realizan con menor periodicidad. Pasamos más tiempo dentro de nuestras redes sociales, ergo acabamos antes agotados de los mismos tonos, estéticas y funciones. Los cambios prometen algo intangible que excita al cerebro.

Por ejemplo, la información de usuario: en las webs de citas, el género, edad y foto suelen aparecer ligeramente inclinados hacia una columna, izquierda o derecha, pero con especial presencia en el frontal superior. En los blogs, el contenido es una prioridad, ya sea en carrusel o mediante una plantilla de 6-8-12 contenidos desplegados en una diferente jerarquía de pesos.

INMEDIATEZ, POR ENCIMA DE TODO

Pero el gran cambio lo ha traído la inmediatez, la necesidad de saber algo, de querer ser parte de cualquier trending topic al segundo. Los nuevos modelos para transmitir noticias, como Instant Article en Facebook, para que nada más tocarlo se despliegue la noticia en cuestión, o los vídeos de reproducción automática.

Las impresiones de los usuarios son la moneda de cambio y la plataforma actúa como un periódico tradicional o los viejos portales de comunicación. Y a esto habría que sumar la transmisión en vivo, en Snapchat, Twitter, Periscope, Facebook o incluso Outlook. Todo el mundo quiere su propio reality en la palma de la mano. Y los smartphones —que no los ordenadores de sobremesa— nos brindan esta posibilidad.

Pero la inmediatez no se ha traducido en una mayor «libertad». Si Twitter en 2008 era un escenario idóneo para la inmediatez, el exceso y la broma cruel, hoy día es sometida constantemente a una censura algo arbitraria por los moderadores. Lo mismo podemos decir de núcleos como Instagram, donde un simple desnudo puede condicionarte a un banneo de cuenta. Que se lo cuenten a los viejos perfiles de Fotolog.

El tiempo ha pasado para todos, desde luego. Vine directamente ni existe: la red con 200 millones de usuarios que nació en 2013 para competir con Twitter en inmediatez, y que fue comprada por esta misma, acabó cerrada en cuanto resintió su salud. ¿Alguien se acuerda de Last.FM? Empezó en el año 2002. Aún antes fue con Rate Your Music: en diciembre del 2000.

Las redes han cambiado tanto como nosotros. Nuestra forma de consumir información ha cambiado de formato y de plataforma. Aunque esencialmente todo sigue igual: al fin y al cabo la idea del telégrafo sigue aplicándose hoy día, ya fuese entre los zumbidos del Messenger, en cada grupo de WhatsApp o sobre los «Stories», pequeños vídeos narrando una parte de nuestra vida.

En Nobbot | Path, la red social que se alimenta de redes sociales

Imágenes | Archive.org, capturas propias de sus respectivas plataformas

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