Esto es todo lo que Facebook sabe de ti y cómo puedes evitarlo

Todos hemos escuchado hablar de aquel amigo de un amigo que perdió la oportunidad laboral de su vida por colgar una foto inapropiada en Facebook, que descubrió la empresa que le iba a contratar. Un tipo de suceso que puede ayudar a tomar conciencia de las consecuencias que podían tener ciertas publicaciones en la plataforma, y de la necesidad de actuar con precaución.

Un asunto ante el que, sin embargo, pasamos por alto otro problema: la impresionante cantidad de información que la plataforma es capaz de almacenar sobre nosotros. Unos datos que van más allá de los ofrecidos durante la creación del perfil y que contemplan desde los likes hasta los anuncios en los que hemos hecho clic y la hora en la que esta acción ha tenido lugar. Hoy analizamos toda esa información y te contamos cómo borrarla o, al menos, paliar las consecuencias.

Cómo saber lo que Facebook conoce de ti

Para saber lo que Facebook conoce de nosotros contamos con varias opciones. La primera, más antigua, la encontramos en el panel de configuración general, en la parte inferior, donde puede leerse “Descargar una copia de tu información”. Un servicio que sirve para crear una copia de todo lo que hemos compartido en la plataforma. Deberemos hacer clic en “Crear mi archivo” e introducir la contraseña de nuevo.

Tras unos minutos y algunos avisos y ventanas emergentes, recibiremos el archivo en nuestro correo electrónico a través de un link con “fecha de caducidad”. Este enlace nos llevará a la página de configuración desde la que ya nos dejará descargar el contenido. Dicho lo cual, esta es quizás una de las opciones que mejor evidencian la cantidad de datos que acabamos dándole a esta comunidad. Y es que en este historial se plasma cada paso, cada me gusta, etcétera. Todo organizado por carpetas.

Otra manera de verlo es entrando al Registro de Actividad, desde el desplegable en el que se encuentra la configuración, el acceso al perfil, etcétera. Se trata de una opción específica en la que, a simple vista, observamos desde las canciones escuchadas a través de Spotify (si la tenemos asociada), las búsquedas, enlaces compartidos; y con un detalle que asusta. Con la fecha y hasta con la hora exacta.

Cómo evitarlo

Tras comprobar la cantidad de datos que volcamos –inocentemente y casi sin darnos cuenta– en la red social, cabe preguntarse: ¿hay manera de evitarlo? Por desgracia y siempre que llevemos a cabo las acciones mencionadas, quedarán almacenadas en la plataforma, a no ser que las eliminemos a posteriori o que, directamente, borremos nuestro perfil.

Eso último resulta muy sencillo: basta con entrar en el apartado “General” y escoger la última opción: “Administrar cuenta”. Desde esa sección tendremos la posibilidad de desactivarla o eliminarla en un par de clics. Al elegir la primera opción, lo que ocurrirá es que se desactivará el perfil, y que se borrará nuestro nombre y foto; pero algunas personas podrán seguir viendo cierta información –como los mensajes que hayamos enviado o nuestro nombre en la lista de amigos de un contacto–.

Acabar por completo con ella es la opción más “radical” y también la más efectiva. Tal es así que Facebook solo se lo plantea si fallecemos y no hemos querido dejar una persona de legado, es decir, a alguien que administre nuestra cuenta después de nuestra muerte. El proceso es un poco tedioso, pues nos pregunta en reiteradas ocasiones si estamos seguros e incluso nos deja restablecerla a su estado original en el plazo de 14 días.

Por otra parte, para borrar la actividad guardada, habrá que acudir al «Registro de Actividad» (desde el desplegable de la esquina derecha superior). Aquí podremos eliminarlos de forma individual. Para las búsquedas, pincharemos en el texto “más” que aparece en la columna izquierda y, después, en buscar.

Actuar con precaución, fundamental

Otra cosa que podemos hacer es evitar ciertas conductas, datos y configurar los parámetros de privacidad, en los que incidiremos con más detalle en el punto siguiente. Y si bien los primeros resultan bastante evidentes –no enaltecer actos terroristas, difamar, insultar, ni ofrecer opiniones políticas que nos perjudiquen en un futuro–, las segundas no lo son tanto.

Es el caso del número de teléfono, un contacto muy personal que carece de utilidad real en este contexto (además esta cuestión estuvo ligada a una gran polémica cuando la compañía afirmó que cruzaría la información procedente de WhatsApp). Curiosamente, Facebook cuenta hasta con un sistema de mensajería que te avisa por SMS de los cambios acontecidos en la red social, de las solicitudes de amistad, publicaciones y actualizaciones de estado de tus amigos. Algo muy intrusivo y una utilidad que también permite buscar números de teléfono de otros usuarios.

La edad y fecha de tu cumpleaños, la localización, y si tenemos pareja o carecemos de ella, son otros asuntos que cualquiera que presuma de ser nuestro amigo debería saber sin necesidad de consultarlo online. Además, ¿sirve de algo? Guardar tarjetas y métodos de pago preestablecidos es otra pésima idea.

Configurar los parámetros de privacidad, clave


Como comentábamos, configurar los parámetros de privacidad será clave, no para evitar que Facebook sepa de nosotros más de lo que queremos, sino para que lo haga el resto de gente o, en su defecto, aquellos contactos “no tan íntimos”. En este punto contamos con un amplio abanico de posibilidades, que serán accesibles a través de los apartados de Privacidad, Biografía y etiquetado, Bloqueos y Aplicaciones –presentes en el menú de Configuración–, cada uno de los cuales ofrece sus propias opciones.

Es decir, si buscamos restringir el contenido a un número determinado de usuarios o evitar que otros lo vean, entraremos en la primera de las pestañas y estableceremos si deseamos que sean públicas, visibles para amigos o determinadas personas, áreas geográficas específicas, listas concretas, y más. Las listas son precisamente una de las partes más interesantes de la plataforma, un apartado que es posible personalizar y que encontramos en la vista general de Facebook, en la columna de la izquierda y en “listas de amigos”.

Otra opción que brinda esta sección (Privacidad) es la de establecer quién puede enviarte solicitudes de amistad, buscarte y determinar que no quieres aparecer en los resultados de motores de búsqueda. Esto último resulta muy interesante para algunos perfiles profesionales.

En Biografía y Etiquetado podremos evitar etiquetas y comentarios no deseados, establecer cómo queremos gestionarlos, vetar a “amigos” concretos, y más. Aparece un recuadro de “no compartir con” bastante clarificador. También podemos evitar que determinadas personas vean algunos contenidos. Los bloqueos, más abajo, son más específicos y contemplan el veto para aplicaciones, juegos, grupos y más. En el apartado de Aplicaciones, para acabar, gestionaremos los permisos de las apps vinculadas a Facebook.

Otras consideraciones

Por último, no podíamos dejar de comentar que existen aplicaciones que, más allá del mero fin publicitario, utilizan toda la información referida con fines totalmente distintos y muy curiosos. Es el caso, por ejemplo, de Predictive World, del que ya te hablamos en anteriores artículos y que los emplea para “predecir el futuro”.

En realidad, lo que hace es seleccionar aquellos que reflejan nuestros hábitos de vida, relaciones personales, los de nuestra relación de pareja y otros, y cruzarlos con datos demográficos. ¿El resultado? Un perfil personalizado con porcentajes de probabilidad: de muerte, de casarnos y un largo etcétera fácil de imaginar y que no deja de sorprendernos.

Imágenes | Pixabay

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