Todos hacemos miles de fotos pero ¿cómo hacer que dejen de ser simples capturas para pasar a llamarlas “fotografías”? Vamos a intentar ir un poco más allá de los tips sobre cómo hacer buenas fotos con el móvil para meternos en consejos que hagan que vuestras tomas empiecen a entrar en la categoría de Arte.
Ya hace diez años os decíamos que la evolución de las cámaras de los móviles había provocado que para muchos se convirtiera en su cámara principal… ¿Qué decir ahora una década después? —aparte de “¡hay que ver cómo pasa el tiempo!”—?
Hoy día ya podemos decir a las claras que todos llevamos una cámara de fotos en el bolsillo (aunque si el objetivo principal es éste sigue siendo muy recomendable utilizar una cámara “de verdad”), pero no que todos sepamos hacer buenas fotos.
Incluso los mejores móviles del mercado en determinadas situaciones no rinden como nos gustaría y, por otro lado, que una foto sea insulsa por su contenido no es algo que podamos achacar al teléfono sino al fotógrafo.
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Por eso, nos proponemos enseñarte algo más para hacer que tus imágenes suban de nivel ¿Te apetece?
Trucos para usar mejor la cámara del móvil
Limpia las lentes
Debería ser obvio pero no lo es. Con el uso continuo del teléfono es normal que las lentes se ensucien sin que nos demos cuenta y, como puedes imaginar, a la hora de hacer fotos es importante que el objetivo de una cámara esté totalmente limpio.
Hay teléfonos que avisan si detectan que hay suciedad, pero no son la mayoría. Por eso, cuando vayas a hacer una foto lo primero que deberías hacer es asegurarte de que las lentes están bien limpias.
Sujeta bien el móvil
Este es un consejo también obvio pero bastante menos absurdo debido a que los móviles no están especialmente diseñados para hacer fotos con ellos. Su ligereza y poca ergonomía no ayuda a sujetarla cuando queremos tomar imágenes así que debemos aprender a hacerlo.
Para ello, lo mejor es utilizarla como si fuera una cámara compacta, cogiendo el terminal con las dos manos (nada de hacerlas con una sola mano): la izquierda haciendo una L para formar una base con la que sujetarlo y la derecha sujetando el móvil mientras que con el dedo índice pulsaremos el disparador (siempre que seas diestro).
Usa las guías de pantalla
Todos los teléfonos permiten la opción de superponer unas líneas para formar una cuadrícula en la pantalla llamadas grid lines. Esta característica es muy útil para componer la imagen, porque permite asegurarnos de que el horizonte queda perfectamente nivelado.
Trucos para hacer mejores fotos
Aprende a mirar la luz
La fotografía consiste, literalmente, en escribir con luz por lo que es sencillo entender la importancia de la iluminación cuando queremos tomar una imagen. Por ello, es importante fijarse en la luz que existe en la escena que queramos captar: si viene de arriba o lateralmente, si impacta con dureza y crea brillos o sombras fuertes, si es una luz suave…
Si pones atención ganarás muchísimo en tus tomas, ya sea para mejorar o para evitar errores como hacer un retrato a contraluz. Igualmente comprobaremos como al atardecer, cuando el sol está bajo y la luz llega lateralmente y de color anaranjado, es ideal para muchas fotos mientras que cuando el sol está en lo más alto se crean sombras muy poco favorecedoras.
Mejora tus retratos
Si buscas en Google “como hacer buenas fotos a personas con el móvil” verás que ésta es una de las mayores preocupaciones de la gente al usar el teléfono para capturar imágenes. Y es que entre hacerle una foto a alguien y conseguir un buen retrato hay una gran diferencia.
Para lograr lo segundo, hay que tener en cuenta muchas cosas. Pero una fundamental es fijarnos en qué es lo que va a aparecer en el fondo y si queremos que salga desenfocado o que el retratado se integre con el entorno.
En el primer caso habrá que usar el modo Retrato del móvil para que nos desenfoque el fondo por software (con una cámara de verdad podríamos hacerlo por medios ópticos). Para lo segundo habrá que estudiar bien el fondo a usar, procurando evitar los fondos atiborrados de cosas y eligiendo aquello cuyos colores predominantes contrasten bien con el protagonista de la foto.
Que la noche no te confunda
El momento en el que la luz empieza a escasear es cuando las cámaras de los teléfonos empiezan a tener problemas para tomar imágenes. La razón es sencilla: la escasez de luz hace más probable que las fotos tengan ruido o salgan movidas.
Como probablemente sabréis, una foto se hace dejando que la luz llegue al sensor durante un cierto tiempo. Con buena luz, esto es una fracción de segundo, pero cuando hay poca luz es necesario aumentar el tiempo.
Así, cuanto más tiempo pase mientras se hace una foto, más probabilidades hay de que los elementos que pasen por delante de la cámara aparezcan movidos y también es más probable que la propia cámara se mueva.
Por eso, las fotos de noche (o al atardecer, en conciertos…) son complicadas, y aunque los modos nocturnos de los móviles hagan maravillas (y cada vez más van a ser mejores), hay que saber que lo ideal es poder dejar el teléfono sobre una superficie estable (idealmente un trípode) y hacer la toma sin tocarlo, con el autodisparador.
Aprende composición
Aunque es evidente que todo lo anterior influye (y, por supuesto, también los conocimientos técnicos de fotografía que podamos tener), al final lo que más determina la calidad de una foto es una composición equilibrada y atractiva.
Por eso, lo mejor que puedes hacer es aprender un poco de composición, algo que te servirá mucho para mejorar tus resultados ya hagas fotos con el móvil, una cámara o un frigorífico. Nosotros vamos a darte algunos consejos sin precio:
No te conformes
El primero que no te des por satisfecho con el encuadre que tengas según abras la cámara del móvil en el sitio en el que estés. Es decir: muévete, acércate o aléjate, agáchate o busca un lugar a donde subirte…
Es decir, busca el mejor encuadre para que el sujeto principal de la foto salga lo más atractivo posible. Por cierto, esto también implica recordarte que (salvo que lo busques a propósito) es importante es que en una foto siempre haya un elemento principal de interés al que se dirija la mirada del espectador en primer lugar.
Regla de los tercios
Uno de los trucos más sencillos y efectivos para mejorar la composición es usar la regla de los tercios que probablemente ya conozcas y es una técnica básica de composición que ayuda mucho cuando se tiene poca experiencia.
Se trata de una línea imaginaria que divide la imagen en nueve zonas a través de dos líneas horizontales y otras dos verticales. Los puntos en los que se cruzan estas líneas se denominan “puntos fuertes” y son ideales para situar elementos importante de la composición (por ejemplo la línea inferior para colocar el horizonte).
Punto de fuga
Otro tip de composición muy útil que se basa en la perspectiva y es muy fácil de usar y muy efectivo. Consiste en aprovechar las rectas paralelas que se proyectan hacia el fondo de la imagen y parecen converger en el infinito haciendo que, de forma natural, la mirada del espectador se dirija hacia el fondo de la composición.
Un buen ejemplo podrían ser las vías de un tren que se proyectan hacia el fondo de una foto pero puede servir cualquier tipo de líneas (carreteras, edificios, vallas, pasarelas…) siempre que se sitúen correctamente y ayuden a crear sensación de profundidad.
Usa marcos
Más trucos compositivos: enmarcar la imagen a través de elementos. Estos pueden ser artificiales o naturales, regulares o irregulares, y podemos buscarlos o encontrarlos por casualidad. La cuestión es que a través de ellos podremos delimitar zonas y darles protagonismo, crear sensación de profundidad y focalizar la atención hacia una determinada zona que “enmarquemos”.
Mira, aprende y practica
Finalmente, el mejor consejo que os podemos dar es practicar, practicar y practicar. Bueno y también ser muy observadores, estudiar fotografía con algún buen libro (si os apetece) y ver lo que han hecho los grandes maestros, fotógrafos y pintores, acudiendo a museos, exposiciones de fotografía…
Por otro lado, para avanzar, también es buen consejo pensar en iniciar un proyecto fotográfico a largo plazo (eligiendo un tema de interés y tomando fotos sin prisas a lo largo de unos meses o años), o especializarse en una temática concreta que os apasione (foto callejera, paisajes, retratos…).
Por último, no os obsesionéis con la técnica fotográfica. Más que saber cómo hacer buenas fotos con el móvil es importante encontrar buenas historias. Y es que, al final, más que una foto bonita lo que más se valora es una que cuente algo.