María Rodríguez (UNIR): «El enfoque alarmista y sentimental de la COVID-19 provocó confusión y miedo»

La combinación de periodismo y big data, lo que se conoce como periodismo de datos, es la fórmula ideal para combatir las fake news y las medias verdades que se propagan por la web.

Así lo cree María Rodríguez Rabadán, una experta que le ha dado muchas vueltas al tema y que siempre ha estado a medio camino entre el mundo de la empresa y la academia. Ha trabajado en la generación de contenidos para marcas en internet, sobre todo del ámbito del entretenimiento. Y ahora coordina un máster en comunicación y visualización de datos en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Desde que empezó la pandemia de la COVID-19, Rodríguez ha echado de menos un mejor tratamiento de las cifras de muertes y contagios. De haberlo hecho, la sociedad española se habría ahorrado, asegura, una buena dosis de sufrimiento y de miedo.  

– Noticias falsas han existido siempre. De hecho, muchos regímenes políticos han basado su poder en transmitir una versión interesada de la realidad. Sin embargo, durante el mandato de Donald Trump en Estados Unidos, conceptos como ‘posverdad’ y fake news se pusieron en boca de todo el mundo. ¿Podemos considerar la presidencia de Trump un punto de inflexión y el momento en que internet se puso al servicio de la mentira?  

Por un lado, internet ha abierto la posibilidad de escuchar multitud de voces, algo que hasta hace unos años controlaban gigantes de la comunicación. Las redes sociales, los influencers y medios de comunicación independientes rompieron el monopolio de la información. 

Pero ante los nuevos volúmenes de información y la inmediatez en la generación de noticias es crucial crear nuevos sistemas de verificación de la información. ¿Cuál es la fuente original? ¿La información está contrastada? Sin lugar a dudas, la verificación de la información se presenta como un reto en los próximos años. Los ciudadanos también debemos de realizar un ejercicio crítico antes de difundir una noticia que nos llegue. 

En política se ha de diferenciar la propaganda y las noticias falsas. El fenómeno de Donald Trump ha significado una llamada de atención. Creo que la sociedad y en general los medios de comunicación estamos más alerta cuando se emiten comunicados en redes sociales que tratan de controlar la opinión pública o se emiten acusaciones sin fundamento en campaña política.

“Los ciudadanos también debemos de realizar un ejercicio crítico antes de difundir una noticia que nos llegue”

– Los datos y los argumentos racionales son fríos. Los sentimientos y emociones con que se acompañan muchas fake news son calientes. Los primeros exigen trabajo para ser interiorizados, mientras que los segundos se consumen rápido, como una hamburguesa. Además, dan respuestas sencillas a problemas complejos. Y eso tranquiliza mucho. De entrada, parece que la batalla está perdida. 

En mi opinión, el análisis y la visualización de datos no tienen la batalla perdida. Al contrario, se presenta como una herramienta poderosa para poder transmitir la información con transparencia y veracidad. El big data es presente y futuro. Y el periodista de datos y el visual data artist van a ser profesionales muy demandados, tanto por medios como por organizaciones. 

En un momento en el que tenemos más información que nunca, los expertos en filtrar, interpretar y visualizar la información son profesionales muy valiosos, y válidos para el ámbito de la comunicación y el mundo corporativo.

EL PRINCIPIO CLAVE DE LA VERIFICACIÓN

– ¿No cree que la profesión periodística de toda la vida esté amenazada por la ola de noticias falsas que han propiciado internet y, sobre todo, las redes sociales?

No creo que la profesión esté amenazada por las noticias falsas. Sí lo está por la dificultad para encontrar información valiosa, datos en abierto, fuentes que presenten los datos con transparencia de donde poder extraer un análisis fidedigno a la realidad. Creo que, en este sentido, todavía hay campo de mejora.

“La profesión no está amenazada por las noticias falsas, pero sí por la dificultad para encontrar información valiosa”

– ¿Qué herramientas tienen hoy los medios para contrarrestar el poder de persuasión de las noticias falsas? 

En primer lugar, es necesario contrastar las fuentes y verificar su fiabilidad (fact-checking). Para ello hay distintas herramientas digitales que rastrean redes sociales y sitios web, para asegurarse de la realidad de la noticia. En el ámbito audiovisual, las nuevas tecnologías permiten crear fake news imperceptibles para el ojo humano. 

Es importante contar con inteligencia artificial que pueda detectar la fusión de los deepfakes (técnica que permite, por ejemplo, crear vídeos falsos intercambiando caras).  Microsoft Video Authenticator es un ejemplo de este tipo de tecnologías. Por último, el periodista debe ejercer un criterio y sentido ético antes de difundir una noticia, asegurándose de su procedencia. 

– ¿Qué es exactamente el periodismo de datos y cómo puede ayudar a una mejor comprensión de la realidad? 

El periodismo de datos es la disciplina centrada en agrupar grandes volúmenes de información. Su objetivo es analizarla, tratar los datos y hacer de los mismos noticias, artículos e informaciones comprensibles al espectador a través de historias, visualizaciones gráficas y aplicaciones interactivas. El periodismo de datos se apoya en la estadística y en las nuevas tecnologías. Y busca la precisión en los hechos que se presentan. 

El periodismo de datos es cada vez más importante, ya que arroja luces a realidades difíciles de comprender. Gracias a la correlación de los datos se pueden descubrir informaciones relevantes de interés general. O conectar datos aparentemente inconexos e interpretar la realidad con un interés periodístico para el público general. Un ejemplo es el análisis periodístico sobre la evolución de la pandemia de COVID-19. Y el impacto presente y futuro del calentamiento global.

– Durante la pandemia de la COVID-19 se han publicado muchas cifras y datos de todo tipo. ¿No cree que ha faltado un buen análisis de esos datos y el ejercicio de ponerlos en contexto, con el fin de tranquilizar a la población y darle mejores claves de interpretación? ¿No cree que en la cobertura de la COVID-19 se ha impuesto lo emocional a los datos objetivos?

Estoy completamente de acuerdo. El periodismo de datos debe aportar transparencia, identificar patrones, contextualizar y desarrollar una interpretación del comportamiento de los datos. Ejemplo de una buena práctica es la de elDiario.es por la cobertura del coronavirus en 2020. Ofreció información de seguimiento del exceso de mortalidad en España durante la pandemia. También mapas por municipios y explicaciones de la evolución en un contexto. 

Pero, por desgracia, esto no ha sido la tónica general. Ha habido muchos datos de muertes y contagios fuera de contexto. Este enfoque alarmista y sentimental, lejos de aportar valor, provocó confusión y miedo en la sociedad

La formación del periodista de datos

– ¿Hay que ser un genio de las matemáticas, la estadística o las bases de datos para hacer un periodismo de datos que aporte una visión enriquecida a la sociedad? 

No es necesario ser un experto en matemáticas, pero el nuevo modelo periodístico exige perfiles versátiles. En nuestro máster ofrecemos una formación híbrida que aborda conocimientos estadísticos básicos para el análisis de datos, minería y tratamiento de datos. Así como el manejo de herramientas como Power BI, Tableau, Flourish y GApminder, y de Adobe Illustrator y After Effects para la creación de visualizaciones gráficas tanto estáticas como interactivas, y de animaciones. 

¿No cree que hasta cierto punto los medios, incluso los más serios, se apuntan al fenómeno de las fake news y al contenido trivial por aquello de atraer tráfico a sus webs (y, por lo tanto, inversión publicitaria) o por no quedarse atrás a la hora de dar la última novedad?

En este sentido, creo que hay mucha polémica. A la larga, este tipo de malas praxis y falta de compromiso ético tiene consecuencias porque el medio acaba perdiendo credibilidad.

“Durante la COVID-19 ha habido muchos datos de muertes y contagios fuera de contexto. Y han provocado confusión y miedo en la sociedad”

– Díganos algo que hayamos podido saber gracias al periodismo de datos. En otras palabras, cuéntenos un episodio en que las fake news y los bulos han sido derrotados por los fríos números. 

Un claro ejemplo lo tenemos en las últimas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos entre Trump y Biden. Donald Trump publicó en su cuenta de Twitter que no reconocía la derrota, ya que el recuento de votos estuvo amañado. En sus comparecencias ante la prensa insistió en este argumento, poniendo en tela de juicio el sistema electoral. 

Los medios de comunicación principales no quisieron emitir estas declaraciones en televisión. ABC, CBS y NBC interrumpieron la retransmisión en la que Trump hablaba de fraude. Estos medios alegaron que las acusaciones de Trump no tenían fundamento ni evidencia. 

En el campo de la visualización de datos, diversas empresas líderes en este campo (SurveyMonkey, Tableau y Axios) se han aliado para ofrecer un análisis exhaustivo del comportamiento de las últimas elecciones e ilustrado con visualizaciones

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Imágenes | María Rodríguez Rabadán, iStock.com/Artem Peretiatko

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