Cuantas veces os habéis puesto a jugar a las cartas con familiares o amigos y habéis acabado más enfurruñados que un gato por la mala suerte que os ha perseguido durante todas y cada una de las mangas. Ese momento en el que descubres tus cartas y te das cuenta de que no tienes nada que hacer con semejante percal es una auténtica puñalada a tu autoestima como jugador y si se repite en cada reparto pues apaga y vámonos. Por eso, un equipo de informáticos ha puesto en marcha los mecanismos de la inteligencia artificial y ha logrado generar automáticamente los mejores mazos de cartas en Hearthstone, un videojuego online del que disfrutan más de 30 millones de usuarios. Imagináos si tenéis rivales contra los que batiros en duelo.
Selección natural
En declaraciones a Knowledge-Based Systems recogidas por la Agencia Sinc, Antonio Miguel Mora García, investigador de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y coautor del trabajo, explica que las soluciones se reproducen entre sí dando lugar a mejores y más evolucionados mazos que logran superar incluso a los definidos por los expertos de Hearsthstone.
Hearthstone, un cibermundo que atrapa
Los más de 30 millones de usuarios de Hearthstone ya conocen a los distintos héroes que el juego pone a su disposición para librar duelos y activar su ingenio. El primer paso que debemos dar antes de ponernos manos a la obra es elegir a uno de estos personajes para, a continuación, seleccionar 30 cartas con las que defender nuestro poder.
Las combinaciones son casi infinitas, ya que cada uno de los personajes posee la friolera de unas 2.000 cartas bajo su mano así que, ya sabéis, la cosa es para darle unas cuantas vueltas. Todo ello teniendo en cuenta que no sabremos la selección de nuestro rival hasta el momento crítico.
En el artículo publicado en Knowledge-Based Systems, los creadores de este inteligente sistema de selección de cartas aseguran que la actualización periódica de las mismas es uno de los métodos de atracción más llamativos de Hearthstone. «Si uno recibe una carta demasiado poderosa o demasiado débil en comparación con los demás, podría suponer que los jugadores perdieran el interés. Es en este aspecto donde nuestra herramienta podría ser de mayor utilidad para los diseñadores del juego”, concluye el equipo.