Carlos Magro: «El cambio de la educación a través la tecnología es aún una asignatura pendiente»

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Carlos Magro es Vicepresidente de la Asociación Educación Abierta

La tecnología ha sido siempre considerada como el aliado perfecto para el cambio educativo y cada vez que ha surgido una innovación (cine, radio, TV, ordenadores, tablets…) ésta ha sido vista como una palanca para el cambio y una oportunidad para la mejora educativa. Además, en los últimos 40 años, los gobiernos han puesto en marcha ambiciosos programas de incorporación de tecnologías en educación y han invertido muchos recursos en dotar de tecnologías a las aulas en todo el mundo aunque, para ser justos, no hemos presenciado un cambio educativo acorde a esta inversión.

futuros sin presentes

Y es que el deseado cambio educativo a través de la tecnología sigue siendo, a día de hoy, una promesa incumplida, una asignatura pendiente, ya que, a pesar de estas grandes inversiones y de las esperanzas depositadas, ésta no ha cumplido el papel esperado como palanca del cambio: la historia de la tecnología educativa está llena de futuros que nunca han sido presentes.

Son paradigmáticos, por ejemplo, el fracaso del programa de incorporación masivo de iPads que se intentó hace un par de años en el gobierno de California o, en España, a través  del Programa escuela 2.0. Los aprendizajes de estas experiencias son muy importantes para no volver a cometer hoy los mismos errores de ayer.

educación relevante a nuestro tiempo

El lado positivo de esta larga historia de iniciativas, programas e inversiones es que podemos decir sin riesgo a equivocarnos que en hoy en España la tecnología ha encontrado un lugar en la mayoría de las aulas, por un lado, y, por otro, que por fin nos hemos alejado del discurso de las plataformas y dispositivos.

De alguna manera, podemos decir que hemos aprendido la lección y, así, hoy está asumida la posición de que lo importante no son los dispositivos y que hablar de la incorporación de tecnologías en educación no es hablar de hardware ni de software, sino pensar en pedagogías y en metodologías.

El lado negativo es que, a pesar de que ya hay muy buenos ejemplos de prácticas transformadoras utilizando tecnología, su impacto en general aún sigue siendo escaso y que, tal y como concluía un informe de la OCDE hace unos meses, en general, las tecnologías han fortalecido, sin cambiar, los enfoques tradicionales de la enseñanza. “Los sistemas educativos deben encontrar formas más efectivas para integrar la tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Deben proporcionar a los docentes con entornos de aprendizaje que apoyen las pedagogías del s. XXI y a los estudiantes con las habilidades necesarias para tener éxito en el mundo del mañana”, concluía Andreas Schleicher, director de educación de OCDE.

Nuestro reto es transformar la educación para hacerla relevante a nuestro tiempo. Esta transformación no solo se puede hacer solo desde la tecnología pero tampoco podemos hacerla ya sin tecnología.

Este artículo forma parte de una entrevista realizada a Carlos Magro por Blanca Villamía Uriarte, de la Fundación Orange

Fotografía de portada (Horace Mann School for the Deaf. ca 1890-1900) tomada del Blog de Carlos Magro Co.Labora.Red

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