20 años no es nada, pero en nuestras telecomunicaciones lo han sido todo

Fotografía de Internet Molaba

«Que 20 años no es nada», decía Gardel en su legendario tango, el mismo en el que adivinaba el parpadeo de las luces que, con sus pálidos reflejos, alumbraban hondas horas de dolor. Y estos versos se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en la evolución de las telecomunicaciones en España y en las lucecillas y ruidillos que emitía el módem con el que nos queríamos conectar a internet hace dos décadas. Era todo hondo dolor mientras, en la pantalla del ordenador, observábamos como, (muy) poco a poco, se cargaba la web que queríamos ver, ya fuera Terra, eresMas, Wanadoo o Ya.com. Por cierto, estas tres últimas serían, con el tiempo, piezas del conjunto de compañías que dieron lugar a lo que hoy es Orange, que cumple 20 años en España.

En 1998 nos imaginábamos poniendo los brazos en cruz en la proa de un barco mirando al infinito, como hacían los protagonistas de Titanic, que ganó 11 óscares el mismo año en el que, en California, se fundó Google.  En nuestro país nació la Asociación de Internautas para dar voz a los poco más de millón y medio de usuarios de internet frente a las compañías telefónicas que algo más tarde se enfrentarían a los devastadores efectos del estallido de la burbuja de las punto.com.

cierran las oficinas chill-out

Corría el año 2000 y, al mismo tiempo que se cerraban las oficinas con espacios chill-out de los pioneros de la red, se consolidaba el proceso de liberalización que supuso un punto de inflexión para las telecomunicaciones en España.

Nos lo contábamos a distancia gracias a nuestro Nokia 3310, el móvil del momento y puede que de todos los momentos pasados, presentes y futuros. Era tan indestructible como Jordi Hurtado y, si no fuera por la irrupción posterior de los smartphones con sus relucientes pantallas táctiles y avanzadas cámaras, aún estaríamos jugando al Snake en su pantalla verdosa. Querido Jobs, no te lo vamos a echar en cara a estas alturas, pero cuánto perdimos por tu culpa.

Nokia 3310

Las compañías de internet (ISPs) de aquel entonces empezaban una feroz competencia por hacerse un hueco en un mercado incipiente, dominado por el operador histórico, que se veía obligado a ceder el uso de una infraestructura de cable de cobre pagada con los impuestos de todos los españoles.

Y es que España empezaba a salir de una situación que dificultaba su inmersión en la sociedad digital. Contaba con uno de los mercados de telecomunicaciones más cerrados y monopolísticos de la Unión Europea y, como consecuencia de esta situación, los españoles tenían que pagar entonces las tarifas de servicios más caros de la Unión Europea. España presentaba, además, un enorme déficit en infraestructuras y servicios.

cri, cri, cri… mira al cielo hasta que se establezca tu conexión

A partir de 2001, los operadores comienzan a ofrecer servicios de banda ancha fija con la tecnología ADSL, hoy prácticamente en desuso por el auge de la fibra. Las primeras ofertas incluían una cuota de alta, el pago por alquiler del módem más un pago mensual. Las compañías ofrecían velocidades de 128/128 kbps o, en el mejor de los casos, 2Mbps/300 kbps en tarifas planas que se pagaban en miles de pesetas.

eresmas Wanadoo

Ha llovido mucho desde entonces, la peseta quedó atrás y los precios de los servicios TIC han bajado un 23% desde el año 98, mientras que el IPC general subía casi un 54%, al mismo tiempo que han aumentado exponencialmente las velocidades y los servicios ofrecidos en paquetes que ahora son todos convergentes.

Esta tendencia hacia la convergencia empezó con una tarifa llamada NavegHable (ojo al juego de palabras) lanzada en 2004 por Uni2-Wanadoo (ahora Orange) que, por 75 euros en su versión más completa, incluía tarifa plana a internet (256 kbps) y 24 horas de llamadas locales y nacionales. Y nos parecía lo más de lo más.

SIM Amena

En lo que se refiere a banda ancha móvil, el punto y aparte fue la llegada de la tecnología 3G, que permitía una navegación más fluida en internet con la que sacar partido de los primeros iPhone 3 que llegaron al mercado en 2008. Desde 2010 hasta 2017, el tráfico de datos de banda ancha móvil pasó de 64.300 a 1.054.007 Terabytes.

Hoy, el 4G tiene cobertura en prácticamente toda España y se empieza a hablar del 5G como la próxima revolución de la industria y del uso de las telecomunicaciones.

Evolución tráfico de datos en España

orange también supera la adolescencia

Una de las actrices protagonistas de la película de las telecomunicaciones en España es la compañía Orange, que cumple 20 años en nuestro país con una inversión acumulada de 31.000 millones de euros en estos años, más de 21.000 de ellos invertidos en la compra de distintas empresas, hasta entonces competidoras. eresMas, Ya.com, Simyo, Amena, Jazztel…se fueron integrando en esta empresa que hoy cuenta con más de 20 millones de clientes.

Lanzamiento de la marca Orange en España

La marca Orange se lanzó en 2006 tras la fusión entre France Telecom España y Retevisión Móvil (Amena) en una de las mayores campañas de publicidad de ese año en todos los medios de comunicación. Este lanzamiento supuso la transformación de 4.400 puntos de venta y de todas las webs de la compañía.

A su vez, el cambio vino acompañado por el lanzamiento de nuevos productos y servicios convergentes, como una oferta de ADSL, llamadas y televisión que encendió el semáforo verde para el empaquetamiento de servicios por parte de la compañía naranja, que hoy ocupa -¿quién lo hubiera dicho hace una década?-  la segunda posición en el sector, solo por detrás de Telefónica.

el impacto de las telecomunicaciones en la economía

En estos 20 años, el sector de las telecomunicaciones, impulsado por empresas como Orange, ha jugado un papel decisivo en la economía española, con una inversión acumulada entre los años 1998 y 2016 que alcanza la astronómica cifra de 126.600 millones de euros (para los que aún se manejen en pesetas, algo así como 21 billones de la antigua moneda).

A pesar de las crisis económica vivida a partir de 2008, el sector mantiene el ritmo inversor, pero ahora principalmente centrado en el mercado móvil, con los despliegues de red y adquisición de espectro 4G y 5G, así como en los despliegues de redes de banda ancha fija, cable y, sobre todo en la última etapa, fibra hasta el hogar.

Orange compra Jazztel
Imagen del día en el que Orange anunció la compra de Jazztel

En relación al empleo, en el periodo de 1998 a  2017, el sector TIC cuenta con más de 440.000 empleados anuales de media en España. En 2017, se alcanzan más de 550.000 empleos, un 3% del total en España.

Todo ello contribuye a mejorar la economía nacional, con un impacto transversal en todo el tejido productivo que afronta -ya de forma definitiva- su digitalización.

Inversión sector telecomunicaciones

la aldea global, una realidad en evolución

En fin, han pasado 20 años y hoy España es el primer país en Europa en cobertura fibra y número tres a nivel mundial, con una penetración de la fibra en el 74% de los hogares, frente al 26% en Europa o el 15% en EE.UU. En el móvil, el nivel de cobertura 4G es de más del 97%.

Estas tecnologías las utilizamos para disfrutar de aplicaciones y servicios que, en 1998, eran inconcebibles, como Google, Youtube, Facebook, WhatsApp, Netflix, Spotify, Orange TV (sí, ¡telecos ofreciendo el fútbol en televisión!), Twitter, Instagram…En fin, al sector no le conoce «ni la madre que lo parió» y lo más excitante es que, gracias al futuro despliegue de redes 5G, y el paso del «internet que conecta personas» al «internet que conecta todo», en pocos años tampoco reconoceremos la imagen que hoy tenemos de él.

Concluyo reconociendo mi incapacidad para vaticinar el futuro. En el año 1992 escribí un amplio reportaje en ABC (obsérvese la redacción «futurista») sobre cómo se estaba desvaneciendo el sueño de la aldea global en España por las dificultades que encontraba el incipiente despliegue de la telefonía móvil (GSM) en nuestra geografía.

telecomunicaciones 20 años

Por fortuna me equivoqué y hoy disfrutamos de los beneficios de múltiples tecnologías que, por aquel entonces, ni siquiera podíamos soñar. Felicitemos por ello a las compañías que las han impulsado, a sus empleados y, sobre todo, felicitémonos todos por vivir en un país que hoy es referencia en redes fijas y móviles y que se sitúa en una posición envidiable para encarar el futuro.

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