Durante todo un lustro, los usuarios de iOS fueron casi los únicos con el poder de hablar con las máquinas. Pero ya nada volverá a ser igual en el reino de Siri. 2018 ha revolucionado el mercado de los asistentes de voz. Alexa y Google Assistant se han puesto en cabeza con sus integraciones, que van desde altavoces inteligentes hasta vehículos. Todos están preparados para 2019. La carrera de los asistentes virtuales se pone interesante.
Siri está disponible en más de 500 millones de dispositivos. El asistente de Google maneja cifras similares. Amazon Alexa se ha posicionado rápidamente gracias al lanzamiento de sus altavoces inteligentes ya en 2017 (aunque a España han llegado hace dos meses). Cortana, de Microsoft, cuenta con cada vez más integraciones. Pero en 2019, los asistentes abandonarán la selecta gama de dispositivos en los que los encontramos hoy para conquistar todo tipo de aparatos (según eMarketer).
Así están los asistentes de voz
La gente habla con sus teléfonos, altavoces, tablets o televisores. Es una realidad. 2018 se anunciaba como el año de los asistentes de voz y parece que así ha sido. En junio de 2017 había 5,8 millones de altavoces inteligentes funcionando en el mundo. Según datos de Canalis y Voicebot, un año más tarde eran casi 17 millones. Uno de cada tres es un dispositivo de Google y alrededor de un 25% es de Amazon. Solo en el segundo trimestre de 2018 se vendieron 2,3 millones de Google Home Mini y 2,2 millones de Amazon Echo Dot.
Además, según un estudio reciente de Adobe Digital Insights, el 76% de los usuarios de un altavoz inteligente ha aumentado su uso en el último año. El 71% lo utiliza a diario y un 44% lo hace varias veces al día. ¿Y para qué? Pues para dos de las actividades favoritas del ser humano: escuchar música y hablar del tiempo. El 70% de los usuarios les pide que reproduzcan música (al fin y al cabo, es un altavoz) y el 64% el pronóstico meteorológico.
Pero los asistentes virtuales no se limitan, ni mucho menos, a los altavoces. Hoy están presentes en la mayoría de los smartphones. Android y Google Assistant tienen una cuota de mercado del 51% en móviles, seguidos de Siri (31%), DuerOS (de Baidu, solo presente en China, pero con un 17%) y Bixby (de Samsung, 10%). El siguiente paso es conquistar el universo de los dispositivos conectados.
De acuerdo con Bret Kinsella, analista de Voicebot, el mercado de los asistentes de voz está entrando en una segunda fase. A lo largo de los próximos años veremos cada vez más integraciones con lavadoras, televisores o frigoríficos. Según Kinsella, esta segunda fase está liderada, de momento por Alexa (más de 20.000 dispositivos compatibles) y Google (más de 10.000).
¿Qué podemos esperar en 2019?
Orange lanzará su asistente virtual Djingo en España a lo largo de este año. Hace pocos meses que Telefónica se aventuró también con Movistar Home y Aura. Y es que el mercado de los asistentes de voz no es algo exclusivo de las grandes marcas tecnológicas. Mientras la oferta se diversifica en 2019, las ventas se irán ralentizando.
Al boom del año pasado le seguirá, según eMarketer, una etapa de crecimiento algo más moderado. Aun así, 2019 terminará con 85 millones de altavoces inteligentes en uso en China, 75 millones en Estados Unidos, donde uno de cada cuatro usuarios de internet tendrá uno. Pero hay más. Esto es todo lo que podemos esperar del universo de los asistentes virtuales en el año que acaba de empezar.
Superaremos la música y la información del tiempo
Según las predicciones de Heidi Besik, de Adobe Digital Insights, empezaremos a usar los altavoces inteligentes para algo más que para reproducir nuestra canción favorita. Según la analista, los asistentes virtuales en forma de altavoz se han empezado a ganar la confianza del usuario. Durante 2019, los usos que más van a crecer serán juegos grupales, ecommerce (sobre todo en la fase de descubrimiento del producto y creación de listas de compras), búsquedas, consumo de información y servicios de comida a domicilio.
Respuestas y experiencias personalizadas
“OK, Google, ¿qué tiempo va a hacer mañana en Madrid?”. Si, tras escuchar la respuesta, preguntamos “¿va a llover?”, el asistente virtual ya sabrá que nos referimos a Madrid. Puede parecer poca cosa, pero es algo que Alexa y Siri, de momento, no hacen. Durante 2019, todo apunta a que veremos cómo mejora la comprensión contextual de los asistentes para responder de forma personalizada e individual a los usuarios.
La diferenciación de voces (algo en lo que Google también lleva la delantera) será importante para esta personalización. Así, diferentes usuarios podrán consultar sus aplicaciones privadas (como calendario o la ruta hacia el trabajo) en un mismo dispositivo y con preguntas sencillas. Sin necesidad de identificarse más que con su propia voz.
Lenguaje natural e inteligencia
Pongamos como nos pongamos, los asistentes virtuales no entienden el lenguaje natural al 100%. Son capaces de reconocer un número tan elevado de comandos de voz y combinaciones que parece que nos entienden. Pero todavía no se puede hablar con un altavoz igual que con una persona. Algo parecido sucede con la inteligencia artificial.
Según Todd Mozer, CEO de Sensory, durante 2019 los asistentes virtuales integrarán nuevas fuentes de datos de sensores externos, lo que les ayudará a ser más inteligentes y a ofrecer respuestas más relevantes, y mejorarán mucho a la hora de procesar el lenguaje natural.
Ciberseguridad, privacidad y confianza
Google Assistant, Alexa o Siri solo se activan cuando se les llama. Aun así, tener un dispositivo en casa que está escuchando todo 24 horas al día plantea dudas acerca de la privacidad de los usuarios. De acuerdo con Olivia Valentine, analista de GlobalWebIndex, la ciberseguridad y la protección de la privacidad son dos de las grandes preocupaciones de los usuarios que se plantean comprar un dispositivo con un asistente virtual integrado. Para Valentine, este es el gran desafío para ganarse la confianza del público en 2019.
La inteligencia artificial nos intriga. Tenemos curiosidad por hablar con las máquinas. Pero, en el fondo, debajo de todo el ruido, sigue apareciendo la misma pregunta: ¿es útil? Si en una pantalla táctil podemos acceder a una lista de productos para comprar en pocos segundos, ¿por qué vamos a preferir escuchar las recomendaciones de un altavoz durante varios minutos? Si podemos subir la temperatura del termostato desde el móvil en un par de toques, ¿vamos a preferir hablarle a un asistente virtual? 2019 será el año en el que veremos si estamos dispuestos a pedirles a las máquinas algo más que música en Spotify.
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