¿Puede un adicto a los gadgets sobrevivir con energía solar?

Si sigues la actualidad de las energías renovables, seguramente conozcas el culebrón de folletín que se fragua mes a mes. A una Directiva Europea de 2009/28CE que apelaba a un uso ágil y simplificado llegó un Real Decreto (900/2015), precedido de gran pompa mediática, que daba un par de pasos atrás en la facilidad para instalar tanto energía solar fotovoltaica, como eólica de autoproducción de energía eléctrica.

El resultado fue que la legislación marcaba dos modalidades de autoconsumo donde se hacía imprescindible montar equipos a medida. Y solicitar nuevas instalaciones y conexiones, con los consiguientes requerimientos específicos —marcados por el límite de los 100Kw—. El punto positivo es que aún se podían montar acumuladores.

Ya en 2016, el Tribunal Supremo aceptó el recurso contra este Real Decreto, promovido desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético. 227 diputados se comprometieron a derogar el denominado ‘impuesto al sol’.

Mientras tanto, en instancias superiores, la UE presentaba su Clean energy for all Europeans, una directiva que afecta al periodo 2021-2030 y con la que se marcan medidas sobre el consumo, acumulación y distribución. ¿Conclusión? Aún ninguna. De hecho, hasta hace bien poco, los expertos recomendaban esperar.

UNA CARRERA INDEPENDIENTE

Al otro lado de la calle está Elon Musk saludando desde Tesla con su Solar Roof, su proyecto de tejado solar para cualquier tipo de usuario, montando baterías con una capacidad de almacenamiento de 14 kWh y una potencia continua de 5kW. Ah, y garantía vitalicia.

Por un depósito de 930 euros puedes reservar desde ya mismo sus tejas solares, con un coste estimado de unos 400 euros el metro cuadrado —la propia web cuenta con una calculadora estimando el costo según el porcentaje de techo que podrá instalarse—. En poco más de siete meses, sus tejas tipo loseta, vidrio texturizado o pizarra lijada nos recuerdan que las leyes son siempre más lentas que las ideas.

¿Es legal instalar este Solar Roof? Sí, pero hasta que no conozcamos el límite exacto de autoabastecimiento por usuario, que vendrá marcado por la directiva europea, no sabremos la cantidad de tejas/paneles que podremos montar. Además de los consabidos comunicados de obra menor, ya que, aunque sólo afecten a los acabados de la vivienda, el Ayuntamiento de tu población debe estar en conocimiento de esta modificación funcional y estética.

EL CLIENTE SIEMPRE TIENE RAZÓN

Estos dos escenarios, el legal y el comercial, nos plantean un estado de confusión donde sólo podemos extraer una conclusión, por demostrada: la energía solar es cada día más barata. En 2025, el kWh podría situarse en el céntimo de euro. Fortune estimó que, en 2040, el precio internacional podría caer hasta los tres centavos de dólar por kilovatio/hora.

Más aún: no sólo el kWh fotovoltaico es más barato que el de gas natural, además es más rentable de producir, ni genera (tanto) residuo por acumulación, no explotamos ningún bioma, y técnicamente no destruimos elementos ambientales, más allá de la explotación y fabricación inicial.

¿Cómo podría afectar esto a pequeña escala? Pensemos en el mando de la TV, el de la consola, esa calculadora de la facultad o esa báscula de cocina. Suprimiendo las baterías galvánicas —capaces de contaminar, cada una, 3.500 litros de agua— y cambiando por baterías portátiles, limpiamos de un plumazo buena parte de la fabricación más residual.

BATERÍAS PARA TODOS LOS GUSTOS

Dentro de este perfil, podemos elegir entre las baterías simples o compuestas. Y ya no es sólo que te las lleves de acampada para ver pelis en tu tablet en mitad de una noche estrellada, es que empieces a cargar todos tus gadgets, desde el lector de libros, hasta las consolas portátiles, en esas baterías. Que desaparezcan los habituales cargadores siempre conectados esperando su momento. Por opciones no será.

Como esta de 16000mAh, capaz de cargar cinco veces la batería de un teléfono de 2700mAh —un 40% de los mAh tiende a perderse en el intercambio—. También cuenta con linterna LED y doble puerto USB (uno de carga lenta y otro de carga rápida. Algo superior es este otro, que apuesta por 20000 mAh y cuenta con la tecnología de carga rápida de Qualcomm, detectando automáticamente si tu teléfono es o no compatible. Incluye además puertos de salida USB 3.0, 2.0 y Type-C.

Por otro lado están los modelos que montan células solares en distintos módulos. Como este de SunPower, con una tasa de eficiencia del 22%, diseñado con dos salidas USB iSmart y cuatro mosquetones para enganchar a cualquier mochila o tienda de campaña. Igual que esta otra, cuentan con un diseño plegable de tres baterías, plegable —como una cartera— y desplegable, para aprovechar la máxima cantidad de luz solar. Además, en caso de lluvia están preparadas para mojarse, gracias a sus componentes de lona de poliéster.

Y PANELES PARA LOS DEMÁS

No sólo podemos adquirir pequeñas baterías desde la comodidad del hogar. Los paneles, aunque caros, están disponibles en cualquier sector industrial. Y son de sencilla instalación: los clásicos kits que incluyen el módulo solar, las diferentes células, la batería y el sistema regulador, como este o este o este otro modelo.

Con este tipo de sistemas podemos alimentar algo más que nuestro smartphone. Están pensados, de hecho, para servir a sistemas de riego, televisores y neveras portátiles, incluso son un buen recurso para cargar el portátil durante varios días seguidos. El resto depende del índice y calidad de la luz solar.

Que un país con unas 4.800 horas de sol al año como España haya sido penalizado a pagar 128 millones de euros a la firma británica Eiser Infrastructure Limited por los recortes a la retribución de las renovables es algo bastante dantesco. Estados Unidos, como país líder en consumo de energía termosolar, tampoco adelanta excesivamente la situación. Su marco de renovables alcanza el 10% del gasto energético y, de ahí, un 50% es biomasa.

Retornando a la pregunta inicial y observando la oferta actual —y creciente—, si, es bastante factible que un devoto de la tecnología pueda vivir un buen tiempo alimentando a éstos únicamente de energía solar. Depende, desafortunadamente, del costo que esté dispuesto a asumir.

¿CUÁNTOS PANELES NECESITO PARA “INDEPENDIZARME”?

Un hogar español consume de media 9.922 kilovatios-hora anuales, el equivalente a 0,85 toneladas de petróleo. La estimación natural para calcular la cantidad de paneles que necesitamos para alimentar nuestra casa suele ser la siguiente:

Toma cualquier factura y busca el promedio de gasto diario. Quédate con ese número, supongamos 10 kWh. Multiplícalo por 1.000 y divídelo por la cantidad de horas de sol diarias, usualmente 10: 10 kWh x 1000 / 10 = 1000 watts. Y ahora toma este resultado y divídelo por la cantidad de vatios de cada panel solar, y así sabrás la cantidad de paneles que necesitarás instalar.

Si, por ejemplo, usamos placas de 100 kWh, concluimos que con 10 paneles podremos abastecer la instalación eléctrica. En este punto, todo depende del coste de cada panel. Pero, más aún, cada año aumenta el ratio de eficiencia de los paneles fotovoltaicos, mientras que el coste base desciende progresivamente.

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Imágenes | Tesla, Amazon, Ramez Naam

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