Una visera digital para que el sol no convierta tu conducción en una actividad de riesgo

A todos nos ha pasado eso de ir conduciendo y recibir los rayos solares de pleno en nuestra cara. En ese momento, comenzamos a fruncir el ceño, con la intención de evitar que los preciosos y molestos rayos del Lorenzo nos ceguen y tengamos un disgusto.

Además, recurrimos a los míticos parasoles que, a pesar de las modernidades que incluyen algunos vehículos, han sabido mantenerse idénticos a los que tenían nuestros padres en el 600 hace ya unos cuantos años.

Aunque estos parasoles han cumplido su función durante décadas, y de hecho lo siguen haciendo, la tecnología ha decidido ponerse manos a la obra con esta cuestión. Y ya era hora. La empresa Bosch ha diseñado una visera digital que no solo evita que los rayos del sol dificulten la conducción, sino que no dificulta nuestra visión limitando el espacio.

Una visera digital para conducir tranquilamente

La visera digital que ha desarrollado Bosch está formada por una pantalla LCD transparente integrada en una especie de parasol similar al que todos tenemos actualmente en nuestro coche. Lo más llamativo de este sistema es que analiza la posición de nuestros ojos para actuar con la máxima efectividad posible. Gracias a una cámara integrada que apunta al asiento del conductor, esta visera digital es capaz de saber hacia dónde dirigimos nuestra mirada en todo momento, garantizando así una protección completa.

Si notamos que los rayos del sol están haciendo su molesto trabajo, lo único que debemos hacer es activar esta pantalla para que se despliegue. Una vez iniciado el proceso, el panel LCD oscurecerá una serie de áreas concretas para que solo quede en penumbra aquel espacio que permite la incidencia directa de los rayos en los ojos del conductor. El resto del espacio quedará totalmente libre, permitiendo al conductor ver la carretera. Esta visera digital ha sido presentada en el CES 2020 celebrado en Las Vegas, pero la compañía aún no se ha pronunciado sobre cuándo se pondrá a la venta.

El peligro del deslumbramiento

La incidencia del sol durante la conducción supone un peligro añadido a la hora de llevar el coche. De hecho, según datos de la Dirección General de Tráfico, el 5% de los accidentes de tráfico se producen por deslumbramientos durante las horas crepusculares, es decir, durante el amanecer o el atardecer.

Por ello, la DGT recoge en su página web una serie de consejos que debemos poner en práctica para evitar, al máximo posible, los riesgos en la carretera. Usar gafas de sol polarizadas y con cristales de color azulado es recomendable cuando se conduce con el sol de cara. Además, los ya míticos parasoles (al menos hasta que tengamos una visera digital) pueden ser muy útiles para momentos puntuales de gran deslumbramiento. Eso sí, en el momento en el que no sean estrictamente necesarios, debemos volver a plegarlos ya que disminuyen nuestro campo de visión.

Por otro lado, la DGT recomienda realizar paradas de seguridad, especialmente si se conduce durante un tiempo prolongado en entornos de alta luminosidad o con el sol de frente. Aunque para muchos pueda resultar anecdótico, mantener nuestras lunas delantera y trasera correctamente limpias puede marcar la diferencia. Si circulamos a contraluz, las manchas y la suciedad producen un efecto difusor que multiplica el deslumbramiento. Por último, y no por ello menos importante, regular la velocidad es un requisito obligado si conducimos en entornos hostiles. Correr demasiado, en cualquier situación pero también en aquellas donde la luminosidad es excesiva, puede poner en grave riesgo nuestra vida y la de aquellos que están a nuestro alrededor.

Imagen destacada: Bosch

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