Pon fibra óptica (a buen precio) en tu vida y no querrás otra cosa

orange fibra

Las primeras conexiones de Internet eran posibles gracias a módems analógicos con velocidades de 28 o 56 kbps (kilobits por segundo) conectados directamente a la línea de voz  del teléfono. Después llegaría ADSL, que también usa la línea de teléfono, aunque ya con tecnologías digitales de transmisión y con velocidades de hasta decenas de Mbps (Megabits por segundo).

El cable coaxial llegó después, con velocidades de más de 100 Mbps, para pasar, por último, a la fibra óptica, que también es capaz de manejar velocidades de cientos de Mbps. Dejando de lado las conexiones mediante satélite o las que usan enlaces punto a punto WiMax, ADSL, cable y fibra son las tres opciones que tenemos para conectarnos a Internet desde el hogar.

Las conexiones simétricas de fibra óptica, ¿qué son?

La velocidad de Internet se desglosa en dos conceptos: la velocidad de bajada y la velocidad de subida. La de bajada es la que medimos cuando descargamos contenidos de Internet. La de subida, cuando enviamos contenidos a la red desde nuestros equipos. Por ejemplo, cuando subimos un vídeo al canal de YouTube, o cuando compartimos una foto.

Hay aplicaciones y servicios online como Speedtest que permiten medir la velocidad de nuestra conexión desde un PC, Mac o un dispositivo móvil, de modo que podamos hacernos una idea acerca de cómo de bien (o mal) nos conectamos a Internet.

speedtest

Generalmente, la velocidad de subida de las ofertas comerciales es varios órdenes de magnitud menor que la de bajada, atendiendo esta decisión a una visión tradicional del uso de Internet, en la que se consumían más contenidos de los que se compartían. De este modo, por ejemplo, podemos tener modalidades con 120 Mbps de bajada y 12 Mbps de subida, o 300 Mbps de bajada y 30 Mbps de subida.

En la actualidad, esta visión tradicional ya no se aplica en muchos casos, y es más importante, de hecho, la velocidad de subida que la de bajada. Somos cada vez más autores de contenidos que consumidores, y las operadoras están dándose cuente de ello.

Esta concienciación se muestra en las nuevas modalidades de conexión que comercializan algunas compañías, en las que la simetría de velocidades ya no es un exotismo, sino una norma que se va generalizando progresivamente y que además se usa como un argumento diferenciador.

Banda ancha de verdad

En la actualidad, el objetivo de las operadoras es ofrecer a sus clientes banda ancha a lo grande con velocidades muy elevadas, preferiblemente basada en tecnologías de cable y fibra óptica. Se están realizando inversiones muy importantes en el despliegue de estas tecnologías, y el objetivo es amortizarlas llegando al mayor número posible de usuarios.

instalación fibra

Eso sí, este despliegue, de momento, se limita prácticamente a las zonas urbanas, donde es más sencillo “tirar” cable y con una densidad de población mayor que en las zonas rurales. En los pueblos, la tecnología que se sigue usando de forma mayoritaria es ADSL, y con velocidades bastante modestas por lo general.

Recientemente, Kelisto , un portal especializado en la comparación de productos y servicios, ha publicado un estudio comparativo de las propuestas de fibra óptica más baratas en enero de 2016, en el que Orange ha resultado ganadora con una propuesta con nada menos que 300 Mbps de velocidad simétrica, junto con el servicio de conexión móvil.

La pregunta que te puedes hacer es si realmente necesitas 300 Mbps de velocidad en tu conexión de Internet. Para ayudarte a responder esta pregunta, puedes leer esta entrada donde se describen usos y aplicaciones de la conexión de banda ancha en los que puede que no hayas reparado.

PTRoptico

Ganan los usuarios

En el estudio, se puede ver que la competencia es reñida, aunque es posible encontrar diferencias entre las propuestas de los diferentes proveedores de Internet que nos hagan decantarnos por una que se adapte mejor que otra a nuestras necesidades. Sea por precio o por características, en el estudio encontrarás un punto de partida para elegir tu nuevo proveedor de Internet o cambiar el que ya tuvieras.

La letra pequeña es un apartado al que tendrás que prestar especial atención; léase, el coste de la cuota de línea, la permanencia o la duración de las promociones. También dependes de la cobertura, claro está. Si a tu casa no llega la red de fibra, difícilmente podrás darte de alta en el servicio.

En el caso de que se regale un smartphone, comprueba que su calidad está a la altura de lo que buscas. Si el móvil es un regalo, pero con unas características muy básicas, puede que no sea un “gancho” que merezca la pena. Y, a cambio, puede que te exijan una permanencia que impida que vayas a otra compañía en un plazo de al menos 12 meses.

De todos modos, el que gana es el usuario, que puede beneficiarse de tarifas muy competitivas si no busca la mayor velocidad y puede trabajar bien con valores de 20 Mbps, por ejemplo.

Fotos | iStock

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