#MiempleoMifuturo, la campaña de COTEC para que robots y humanos trabajen mano a mano

Imagen de Michal Jarmoluk en Pixabay

¿Está aquí la cuarta revolución industrial? ¿Qué debemos esperar de la inteligencia artificial, los robots y algoritmos que protagonizarán el progreso? ¿Qué lugar ocupará el trabajo humano en este nuevo mundo que nos espera? Todas estas preguntas y otras cuantas más son las que plantea el nuevo proyecto de la Fundación COTEC, bautizado como #MiEmpleoMiFuturo. Esta iniciativa trata de poner sobre la mesa una reflexión sobre el nuevo futuro automatizado al que nos enfrentamos y sobre la respuesta política que necesita esta nueva organización tecnológica.

Regular el futuro

#MiEmpleoMiFuturo es una iniciativa de COTEC que reúne dos documentales de 15 minutos en Youtube, elaborados en colaboración con El Instituto para el Avance de la Narrativa, y una carta abierta dirigida a los políticos en change.org. El documento incluye siete puntos en los que se pide a los políticos iniciativas para que el impacto sobre el empleo de la automatización (protagonizada por robots, algoritmos, inteligencia artificial, etc) contribuya a facilitar el trabajo y mejorar la vida de las personas, en lugar de precarizar y amenazar a la clase media, como apuntan diferentes indicadores. La necesidad de reformar el sistema educativo, de proteger el talento y de establecer códigos éticos para el uso de las tecnologías son otros de los apartados de la carta.

La iniciativa #MiEmpleoMiFuturo tiene como objetivo final la reflexión sobre ese mundo automatizado que nos espera a la vuelta de la esquina. Las siete propuestas que se incluyen en el documento publicado por la Fundación Cotec en la plataforma Change.org son las siguientes:

  1. Quiero que mis representantes políticos expongan sus propuestas sobre el futuro del empleo. Que debatan en público y con representantes de la sociedad sus ideas sobre cómo la tecnología está cambiando la idea de trabajo: horarios, sueldos, derechos, etcétera.
  2. Quiero soluciones que garanticen que la tecnología impacte de forma positiva en la sociedad. Que no beneficie a unos pocos y perjudique a la mayoría. Que fomente la cooperación y la inclusión en vez de aumentar la desigualdad y la discriminación.
  3. Quiero que el sistema educativo fortalezca las habilidades que nos hacen ser mejores que las máquinas. Que las promueva desde la educación infantil hasta la universidad y a lo largo de la vida. Que los políticos alcancen acuerdos a largo plazo sobre educación.
  4. Quiero que mi país apueste por el conocimiento y desarrolle tecnología propia. Que los políticos garanticen una inversión ambiciosa y continua en ciencia e innovación. Que se creen condiciones para retener talento nacional y atraer talento internacional.
  5. Quiero que la tecnología esté al servicio de las personas, dignificando y facilitando nuestros trabajos. Que sustituya las tareas tediosas y peligrosas humanizando cada empleo. Que las personas no sigan haciendo trabajos que pueden hacer las máquinas.
  6. Quiero que se establezca un código ético para el uso de los algoritmos, los datos, la robótica o la IA. Al tiempo que se nos educa para convivir con tecnología, debe evitarse que las máquinas cometan abusos contra nosotros en vez de estar a nuestro servicio.
  7. Quiero que los políticos destaquen por sus cualidades humanas. Si actúan como algoritmos les sustituiremos por algoritmos. Quiero que muestren empatía, trabajo en equipo, liderazgo, capacidad de negociar e imaginación para resolver situaciones complejas.

¿amenaza para el crecimiento?

La robotización abre grandes oportunidades a empresas y trabajadores, pero hay que afrontar el reto de evitar la precarización del empleo para no comprometer el crecimiento económico global. El impacto de la automatización en los ingresos varía, según los distintos analistas. Por ejemplo, el escenario base del informe de Bain & Company, en el que la automatización desplaza del 20 al 25 por ciento de los trabajadores en EE. UU., afectará de forma más acusada al segmento más bajo. El análisis de Bain & Company muestra que es probable que los trabajadores que actualmente ganan entre 30.000 y 60.000 dólares anuales experimenten la mayor disrupción de la automatización. Se espera que la automatización tenga un impacto más reducido en aquellos con ingresos entre 60.000 y 120.000 dólares al año y el menor impacto negativo se registrará en aquellos que ganan más de 120.000 dólares.

El propio Stephen Hawking alertó en un artículo sobre la gran desigualdad económica que está produciendo el progreso tecnológico. La automatización de las fábricas ya redujo los puestos de trabajo en la manufactura tradicional y ”la inteligencia artificial va a seguir con la destrucción del empleo en la clase media. Solo quedarán algunos cargos para los más creativos o para supervisar”. Además, siempre según Hawking, internet ha permitido que unos pocos hagan mucho dinero empleando a poca gente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *