El Instituto Tecnolológico de Massachusetts (MIT) es una de las instituciones científicas más relevantes del mundo y en sus laboratorios se gestan continuamente grandes ideas basadas en la investigación y en la innovación. Como no podía ser de otra manera, las palabras disrupción y liderazgo resuenan cada día en los centros de este organismo. Sin embargo, los responsables del MIT Media Lab, el centro de investigación interdisciplinar del Instituto, han preferido ir a contracorriente y cederle el protagonismo a un término antagónico a los anteriores: desobediencia.
Según hemos podido leer en El País, el director de este centro, Joi Ito, considera que es necesario darle visibilidad a este vocablo porque »en ocasiones solo es posible avanzar rompiendo algunas normas. No puedes cambiar el mundo siendo obediente».
MIT Media Lab Disobedience Award
¿Cómo pretenden conseguirlo? Ito y Ethan Zuckerman, director del MIT Center for Civic Media, han creado un premio llamado MIT Media Lab Disobedience Award para recompensar con 250.000 dólares (235.000 euros) a una persona o grupo que sean »desobedientes constructivos», es decir que ejerzan la desobediencia »de manera ética y responsable y para generar un impacto social positivo». El reconocimiento incluye a diversas disciplinas como la investigación científica, innovación tecnológica, derechos civiles, libertad de expresión o derechos humanos, y será financiado por Reid Hoffman, cofundador y director ejecutivo de LinkedIn.
Este premió nació durante una conferencia celebrada en junio del año pasado en el MIT Media Lab en la que los ponentes trataron de explorar los límites éticos, legales o sociales de la investigación científica. Durante dicho evento, los organizadores del premio a la desobediencia se percataron de que existe una gran frustración a la hora de desafiar las normas, reglas y leyes en beneficio de la sociedad, cuando tratamos de entender la desobediencia desde un punto de vista ético y responsable.
premiar la desobediencia para avanzar
Para argumentar su iniciativas, Zuckerman e Ito han puesto de ejemplo a Martin Luther King, Ghandi o Copernico, personas que tuvieron que forzar las normas de su tiempo para el bien social y que habrían sido claros merecedores de galardones como este. No obstante, también han desvinculado su premio de la desobediencia injustificada.
El proceso de nominación de candidatos para recibir el premio a la desobediencia está abierto al público hasta el 21 de mayo a través de la página web del premio. ¿A quién puedo nominar? “a cualquier persona viva o grupo que esté o haya estado implicado en actos de desobediencia responsable, honrada y ética a la autoridad con el objetivo de beneficiar a la sociedad”, según explican sus impulsores en el site. Finalmente, el ganador será elegido por un jurado multidisciplinar liderado por Ito y que incluirá a expertos en derechos civiles, científicos, académicos y activistas por los derechos humanos.
Fuente: El País
Fotografía: MIT