¿Jugando a ser Dios? En este videojuego sí

Los videojuegos han cambiado mucho desde aquellos rudimentarios marcianitos que ocupaban nuestras tardes durante la década de los 80. Actualmente, los avances tecnológicos nos permiten crear auténticas experiencias sensoriales en las que se cuida con mimo hasta el último detalle.

Además, la creatividad se ha convertido en una cualidad más que valorada en el mundo gamer. Tanto es así que las temáticas tradicionales parecían haberse quedado un poco cortas. No vamos a negar que nos encanta el Fifa pero oigan, después de tropecientas versiones hay gente que quiere algo diferente. Para responder a esta necesidad de innovación ha nacido una especie de corriente religiosa que permite al usuario medio jugar a ser Dios, literalmente.

Yo soy Jesucristo

Si lo que os apetece es hacer milagros, Yo soy Jesucristo es vuestro juego. Ambientado en el Antiguo Testamento, este camino virtual nos permite convertirnos en el personaje más conocido de la historia, Jesús de Nazaret. La cosa comienza con nuestro bautismo, porque sí, hay que ser fieles a los detalles, y termina cuando nuestro personaje resucita. Entre medias, tendremos la capacidad de realizar hasta 30 milagros, multiplicar los panes y los peces entre ellos.

Además, otro de los ases que Yo soy Jesucristo se guarda en la manga es la posibilidad que se le otorga a nuestro personaje de salvar al mundo. Además de los milagros varios, tendremos que sacar pecho y luchar contra el mismísimo Demonio para que la paz reine para siempre en la Tierra. Esta nueva propuesta ha sido desarrollada por SimulaM y editada por Play Way. Aunque el juego aún no está disponible, ha sido presentado en la plataforma Stem. Sobre la fecha de lanzamiento aún no se conoce ningún detalle, lo que sí se sabe es que estará destinado únicamente a PC.

Blasphemous, La era de la corrupción

Yo soy Jesucristo no es el único videojuego que sitúa al jugador en un entorno religioso. Hace unos meses hablábamos de Blasphemous, un videojuego creado por el estudio sevillano The Game Kitchen que se ha convertido en todo un acontecimiento. Se trata de una creación muy entretenida y de gran calidad, que se apoya en tres elementos clave: su más que digna jugabilidad, su elaborada historia y sus gráficos, que sacan oro de las dos dimensiones. Estamos hablando de «un pixel art hecho a mano», en palabras de sus creadores, que nos remite a esos juegos de los 80 y los 90 que suplían con creatividad las limitaciones tecnológicas. El equipo de The Game Kitchen ha combinado esta apuesta visual con múltiples elementos iconográficos reconocibles de la tradición española en su vertiente más católica.

En Blasphemous la superstición ha triunfado y el mundo ha derivado en una «Era de la corrupción» en la cual las personas se han convertido en bestias horribles como castigo por sus blasfemias, desarrollando una insaciable sed de sangre. Como vemos, nada que ver con nuestro mundo, así que tranquilos.

Imágenes: Yo soy Jesucristo

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