Fintech, banca cognitiva, pagos móviles… la revolución bancaria se vive en la red

Ay, si fuera posible pagar las compras con nuestro móvil, o realizar las operaciones bancarias a través de Internet, cuánto tiempo nos ahorraríamos. O tener un gestor virtual para nuestras cuentas, que nos pudiera atender a cualquier hora del día… Un momento, pero si todo esto ya existe. Bienvenidos a la era del fintech.

Imparable cambio

La llegada de Internet ha revolucionado la forma en que nos relacionamos con los demás y con el mundo que nos rodea.  Podemos hacer la compra semanal, podemos conocer a gente que vive al otro lado del mundo, podemos ver a un youtuber que se hace millonario mientras juega una partida a su videojuego favorito… Todas y cada una de las facetas de nuestra vida se ven implicadas en este cambio. Así que, ¿cómo no iba a pasar con el mundo financiero?

Fintech es un concepto que aúna dos palabras: finance y technology. El fintech se refiere a aquellos servicios bancarios y/o financieros en los que se utilizan las nuevas tecnologías. También es una palabra que se emplea para definir a las empresas que trabajan dentro de este sector. Engloba pues a todo tipo de herramientas, startups, empresas, apps… que facilitan las operaciones monetarias y que influyen en la actividad tanto de los bancos como de los usuarios.

El fintech no es una moda pasajera y ha venido para quedarse. Los datos son claros. En nuestro país, ya hay 300 empresas enfocadas en este sector, con más de 3.000 trabajadores. Las inversiones en España habrían sido de 250 millones de euros a lo largo de 2016. Y las cifras esperan doblarse en 2018. España es uno de los países del mundo en los que las soluciones fintech están pegando fuerte. Según cifras publicadas por Bloomberg, tras una encuesta elaborada por la consultora EY, nuestro país ocuparía la sexta posición en el ranking mundial en el uso de este tipo de herramientas.

¿Qué aporta el fintech?

¿Por qué se está llevando a cabo esta revolución? ¿Cuáles son las ventajas y beneficios que aporta el fintech al mundo de las finanzas y, sobre todo, al día a día de los usuarios y consumidores?

Rapidez. Se trata de una característica que engloba a todo el mundo digital y que es uno de los motores que provoca que los usuarios apuesten y confíen en esas soluciones. La banca tradicional puede tardar en realizar ciertas operaciones. Pero el uso de las fintech suele estar ligado a la agilidad de los distintos procesos.

Personalización. Es otra de las tendencias que las empresas digitales han puesto en boga. El usuario en el centro de la estrategia nos habla de diseñar y crear herramientas enfocadas y pensadas para cada individuo, único, con unas necesidades y características específicas. De igual forma, cada empresa, tiene sus propios condicionantes. Las fintech aportan soluciones personalizadas para cada situación.

Ahorro. Sin duda, hay un ahorro de tiempo para los consumidores, que ya no tienen que desplazarse a la oficina bancaria y pueden realizar las operaciones con cualquier dispositivo desde su casa o desde donde quieran. Pero también para las empresas. Por ejemplo, no necesitan alquilar locales ni contratar personal laboral que las ocupe.

Flexibilidad. A la hora de realizar las operaciones o de consultar los datos, las fintech suponen un cambio respecto a la banca tradicional que se hacía fuerte en estructuras y procesos más estancos. En todo momento, el cliente o la empresa que usa una herramienta de este tipo puede acceder a sus datos y al soporte técnico y comprobar cómo se están efectuando las distintas operaciones. Ello redunda también en una mayor transparencia, una cualidad que sirve para generar confianza en los consumidores.

Facilidad de gestión. Todo a un golpe de clic. Uno de los beneficios fundamentales de estas soluciones son la comodidad que suponen para los usuarios. Las apps y herramientas son sencillas y claras. Se diseñan para que sean fácilmente entendibles y manejables, algo que también las acerca al público.

Muchas herramientas

Además de todo lo dicho, el fintech nos brinda otra cualidad muy interesante que va ligada a la misma naturaleza de la evolución digital. Las herramientas y soluciones se diversifican, se crean y renuevan según las necesidades del momento. Es un «organismo vivo» que sigue creciendo.

Orange Bank, por ejemplo, quiere ser un banco móvil 100% que llegará a nuestro país en 2018, como segundo mercado después de su implantación en Francia. Los clientes de este servicio podrán hacer pagos desde el móvil o ejecutar transferencias a través de SMS. Además, podrán seguir, en tiempo real, los movimientos de sus transacciones y hacer otro tipo de gestiones las 24 horas del día gracias a la existencia de un asistente virtual que les ayudará en todo momento.

Una de las empresas más conocidas del universo fintech español es Kantox. Esta fintech nació en 2011 con el objetivo de agilizar los procesos de gestión de divisas y pagos internacionales. Los bancos dejaban de ser los obligados intermediarios de este tipo de movimientos y la nueva empresa ofrecía un ahorro en el tiempo de gestión. Pero si alguien cree que Kantox es una especie de «enemigo» para los bancos, está equivocado. Pues este mismo año ha comenzado a trabajar con diferentes instituciones bancarias internacionales, les ofrece su tecnología para que la pongan en marcha en sus propios procesos.

La banca cognitiva es una solución fintech que pone el foco en otra de las tendencias del momento: la inteligencia artificial. Herramientas como los asistentes virtuales o el desarrollo de algoritmos serán claves para ofrecer una atención al cliente eficiente y muy rápida. IBM es una de las empresas que está trabajando en este ámbito para aportar soluciones a los bancos. Su apuesta pasa por la robotización, la automatización de procesos o el blockchain.

Las start-ups y empresas fintech son muchas y responden a muchos ámbitos de actuación: pagos móviles, factoring, descuento de pagarés, crowdfunding, préstamos bancarios, peer to peer… Además, es muy interesante ver cómo las marcas tecnológicas de todo tipo también están apostando por entrar en este terreno de juego. Una marca como Apple, por ejemplo, lanzó en 2014 su propia app para ejecutar pagos móviles. La aplicación funciona en nuestro país desde 2016. Otro gigante de Internet como es Facebook también se ha introducido en el mundo de las fintech. En enero de este año conseguía su licencia para operar como banco en nuestro país y en abril introducía la posibilidad de realizar pagos entre usuarios en los chat de grupo de Messenger.

El fintech es una realidad pero, ¿cuál es su futuro? Éste, desde luego, pasa por más soluciones e innovaciones pero también por su regulación y su legislación, un paso que ahondará en un refuerzo de la confianza por parte de los usuarios. En nuestro país, la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) ya trabaja en la creación de un banco de pruebas para que las empresas fintech puedan operar sin riesgos.

Imagen | Pixabay

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