Un hombre con paraplejia logra caminar con estimulación eléctrica de la médula espinal

Un hombre 29 años, con parálisis completa de las extremidades inferiores desde 2013, ha conseguido moverse de forma independiente tras un tratamiento que combinaba la estimulación eléctrica de la médula espinal con terapia física. Se trata del primer caso en el que se consigue movimiento de forma independiente en un humano con parálisis completa de miembros inferiores después de una lesión de la médula espinal y el trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Clínica Mayo y la Universidad de California (ambas en EE UU), se ha publicado en Nature Medicine.

En esta investigación, de la que se hace eco SINC, el hombre ha conseguido caminar con un andador con ruedas delanteras mientras los entrenadores le proporcionaban asistencia ocasional, gracias a un estimulador. Recibió 113 sesiones de rehabilitación durante un año, tiempo en el que logró recorrer una distancia total de 102 metros (aproximadamente la longitud de un campo de fútbol). El hombre dio 331 pasos y caminó 16 minutos con asistencia a una velocidad de 0,20 metros por segundo.

comienza el verdadero desafío

La estimulación eléctrica de la médula espinal ha demostrado tener potencial terapéutico en humanos, al facilitar contracciones musculares voluntarias. Incluso puede permitir que los pacientes se pongan de pie. En este caso, el estimulador consiguió además que las neuronas recibieran la señal de si el paciente quería pararse o dar un paso.

“Ahora comienza el verdadero desafío. Hay que comprender cómo sucedió este avance, por qué y qué pacientes responderán”, explica Kristin Zhao, investigadora principal y directora del Laboratorio de Tecnología Restaurativa y de Asistencia de la Clínica Mayo.

El hombre se lesionó la médula espinal a la altura de las vértebras torácicas en un accidente de moto de nieve en 2013. Le diagnosticaron una parálisis completa, lo que significa que no podía moverse o sentir nada más allá de la mitad de su torso.


En el estudio, que comenzó en 2016, el hombre participó en 22 semanas de terapia física. Después, los expertos le implantaron quirúrgicamente un electrodo en el espacio epidural, la parte más externa del canal espinal, justo debajo del área lesionada.

El electrodo se conecta a un dispositivo generador de pulsos debajo de la piel del abdomen del hombre y se comunica de forma inalámbrica con un controlador externo. Al recuperarse de la cirugía, el hombre regresó al laboratorio para sesiones de rehabilitación y ajustes de estimulación durante las siguientes 43 semanas.

más estudios sobre estimulación elÉctrica

En 2017, los primeros hallazgos ya mostraban que el hombre podía pararse y dar pasos intencionadamente mientras estaba suspendido en un arnés, dos semanas tras la activación del estimulador.

Los autores concluyen que se requiere investigación adicional para analizar cómo el entrenamiento de rehabilitación interactúa con la estimulación eléctrica para recuperar las funciones motoras perdidas y para confirmar si este enfoque podría ser exitoso en pacientes con diferentes tipos o duraciones de la lesión.

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