Esto es lo que Blizzard debería hacer con Overwatch para volver a revolucionar el juego online

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Blizzard tiene un don para convertir todo lo que toca en oro, en un componente imprescindible más de la industria del videojuego. Ahí están la estrategia de Warcraft y Starcraft, el mundo de los MMO con World of Warcraft, las cartas con Hearthstone, y no contentos con el imperio montado, ahora también quieren lanzarse al mundo de los FPS con Overwatch.

Sin embargo ese podio conseguido con sus lanzamientos ya no se alcanza limitándose a ofrecer un buen juego, tiene que ir mucho más allá intentando revolucionar el género que le pertoca y creando una legión de fans dispuestos a entregar sus horas de vida. Para conseguirlo, estas son algunas de las cosas que deberían tener en cuenta.

La variedad como máxima

Si algo ha impulsado el éxito de los MOBA, con League of Legends y DOTA a la cabeza, ha sido sin duda alguna la variedad. Poder disponer de decenas de héroes con distintas particularidades permite que cada jugador encuentre la opción que mejor se adapta a su estilo, le ayuda a sentirse cómodo dentro del juego y, por encima de eso, le invita a invertir una cantidad ingente de horas para poder probarlos todos. Para entonces ya estará enganchado a la fórmula.

Equilibrio imprescindible

Sin embargo, para que esa enorme variedad funcione la clave debe estar en el equilibrio entre todos los personajes, algo que puede parecer fácil sobre el papel pero entraña un proceso tremendamente complicado. Que una partida pueda decantarse hacia uno u otro equipo, sin importar qué personajes hay en juego, siempre será más favorable que entrar a un combate y saber que estarás contra las cuerdas porque X está entre tus enemigos.

Un F2P de los buenos

Con el tiempo nos hemos encontrado muchos tipos de free-to-play que podrían separarse entre los buenos y los malos. Los de las vidas que no te permiten jugar hasta pasado cierto tiempo serían los segundos, los que puedes quemar hasta la saciedad como Hearthstone entrarían en el primer grupo. Está claro dónde debería entrar Overwatch, pero ¿por qué un F2P y no un juego de pago? Por el público, básicamente. Abre las puertas a millones de jugadores y, como mínimo, la mitad de ellos se convertirán en fans. Céntrate en monetizar el juego a base de sombreros y ropas para los avatares y te harás de oro.

Progresión a base de premios

Enganchar a los jugadores con mera diversión ya no es suficiente, ahora además tienes que mantenerlos pegados a la pantalla para que no miren hacia otro lado, y ahí entra en juego una progresión casi infinita a base de premios constantes. Es algo que ha hecho Hearthstone a la perfección, invitándote a seguir jugando para conseguir nuevas cartas, y es algo que debería tener muy presente Overwatch enfocándolo, por ejemplo, a la personalización de personajes o la adquisición de nuevos.

El mundo de los eSports

Ningún juego online llegará a convertirse en éxito sin precedentes si no es de la mano de la competición. Aquí la gran baza, además de premios en metálico en torneos multitudinarios, estará en la posibilidad de facilitar la retransmisión de partidas desde la plataforma, permitiendo que aquellos que no estén jugando puedan seguir conectados al juego viendo cómo lo disfrutan otros.

Los niños, pensad en los niños

Ya en su presentación demostraron que Overwatch puede tener un filón tremendo entre los más pequeños, ya no sólo por su carácter cartoon y su violencia descafeinada, sino por su potencial como franquicia de cara a películas o series de animación que arrastren jugadores desde la cuna. Si siguen ese camino pueden convertir su nuevo juego en una de las IP mejor valoradas de la industria, y eso se traduce en tener al público en el bolsillo.

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