Los datos no son solo el nuevo oro: seis proyectos europeos que persiguen el bien común

seis proyectos basados en datos que buscan el bien comúnEl tiempo es oro del siglo pasado se convirtió en los datos son oro del presente. Y es que los datos cada vez son más abundantes y tienen más valor comercial. Pero no solo el capitalismo más salvaje se nutre de los datos generados por la sociedad para crecer, porque hay proyectos basados en datos que buscan el bien común.

La Universidad de Chicago hizo pública la DSSG Europe de este año, o la Ciencia de los Datos para un Bien Social en Europa, por sus siglas en inglés, con seis proyectos surgidos de la colaboración entre los campamentos de verano de la universidad y la Nova School of Business. Hablamos de ellos, pero dejamos que los estudiantes los presenten.

Emparejamiento entre pacientes y médicos “compatibles” en Portugal

Buscar personas compatibles con nuestros gustos, aficiones y personalidades no es nada nuevo. Hace años sonaba extraño, pero hoy son habituales las aplicaciones «para encontrar el amor» (Tinder, Badoo, Meetic…), y aquellas que nos ayudan a encontrar trabajo (LinkedIn, Guudjob,…). ¿Por qué no una aplicación basada en el Big Data que nos conecte con nuestro médico ideal?

Esto es lo que se han propuesto para mejorar el servicio de Jose de Mello Saude (JMS), uno de las empresas más grandes en medicina privada de Portugal, que cuenta con nueve hospitales y ocho clínicas.

Dado que está basado en la experiencia de usuario y en datos anonimizados (será el paciente quien elija, pero no sabrá a quién elige) habrá que ver cómo se desarrolla el proyecto. Se espera que los profesionales más empáticos tengan una mayor demanda, la misma que perderán aquellos que no lo son tanto. ¿Tendrá que adaptarse el personal sanitario a las nuevas necesidades?

Identificar los usos de los tejados de Rotterdam (Países Bajos)

Dado que nos movemos en las ciudades a pie de calle, muy pocas veces pensamos en lo que tenemos sobre nuestras cabezas. Como consecuencia de ello, las azoteas y tejados de la mayoría de las ciudades del mundo están infrautilizados. Podrían albergar un jardín, un huerto urbano o una pequeña instalación solar de generación distribuida, siempre y cuando los identifiquemos.

Esto es lo que pretende este proyecto para la ciudad de Rotterdam: identificar, mediante el escaneo de imágenes aéreas, qué tejados corresponden a qué usos; y tomar en base a este análisis masivo de datos las mejores actuaciones posibles para hacer más sostenible la ciudad usando los mínimos recursos.

Mejorar la respuesta a los incidentes de tráfico en los Países Bajos

También en los Países Bajos encontramos una propuesta para usar el análisis de datos a la hora de corregir los atascos de tráfico y dar una mejor respuesta ante incidentes en carretera. Se parte de la base (al menos hasta que llegue el vehículo autónomo) de que los accidentes seguirán ocurriendo, pero que son estadísticamente convergentes. Es decir, hay lugares donde se concentran más.

Los atascos hacen perder a Europa el 1% del PIB anual y son una fuente de inestabilidad sanitaria (las ambulancias no pueden llegar a tiempo al accidente que causó el atasco), por lo que adelantarse a su formación y estar preparados en base al Big Data parece una acción lógica. Es la misma mecánica que siguen las grandes ciudades como Barcelona para organizar su turismo o los GPS para “engañarnos” y que lleguemos antes el destino.

Predecir el riesgo del paro de larga duración en Cascais (Portugal)

A medida que la digitalización, la automatización, los algoritmos y la inteligencia artificial van desplazando puestos de trabajo se hace necesario revisar el modo en que funciona el mercado laboral y las oportunidades laborales, así como el paro de larga duración (del que es dificil salir). En un mundo en que el trabajo para el que nos formamos desaparecerá en unos años es prioritario proteger a quien más le cuesta ponerse al día.

Esto es lo que se plantea este proyecto, que trata de dar mediante el uso de datos con las personas que mayor riesgo tienen de acabar en el paro de larga duración. Una vez identificadas mediante comparaciones con históricos se puede ayudar a estas personas a recibir nueva formación u ofertas de trabajo acordes a la que ya tienen.

Un turismo sostenible en la Toscana

La masificación de las ciudades turísticas es algo que ha despuntado en 2017, pero es un fenómeno que lleva creciendo y ganando inercia desde hace una década debido al abaratamiento de los viajes. Este nuevo poder adquisitivo ha llenado algunas ciudades, como las que forman la Toscana italiana, de turistas durante algunos meses al año, perjudicando seriamente la región.

A pesar de que el dinero externo suele ser algo positivo, hay un punto a partir del cual el turismo supone un problema para la vida normal de los vecinos y la sostenibilidad del entorno. Analizando a dónde van los turistas, qué recursos consumen y cuánto tiempo permanecen en un lugar, entre otros muchos datos, esta región italiana podrá construir planes a largo plazo para hacer frente de un modo sostenible al crecimiento del turismo.

Creación de un modelo pesquero sostenible en los océanos

La población del planeta sigue creciendo a un ritmo alarmante, y el hecho de que se estén cambiando los patrones de alimentación hacia un modelo occidentalizado hace que se estén buscando alternativas a la alimentación tradicional, así como nuevos métodos de trazabilidad de comida saludable. Cada vez más personas se alimentan del contenido de los océanos, que sufren de sobrepesca y pérdida de biodiversidad.

Disponer de un férreo control de cuánto se pesca y en qué zonas se vuelve necesario si queremos conservar una biodiversidad saludable para los distintos ecosistemas. Gracias al data mining dado por los satélites se podrá crear un modelo global de pesca que permita a los océanos regenerar su fauna (y flora, que también erosionamos con la pesca).

Estos seis proyectos parten de problemas estructurales de nuestra sociedad y, aplicando métodos de análisis de datos, tratan de generar modelos matemáticos con los que abordar las diferentes situaciones.

Algunos, como el último, se plantean atacar el problema de raíz (evitando la pesca furtiva y decreciendo la pesca en global), mientras que otros se plantean como una huída hacia delante de la tecnología.

Sin importar la estrategia a seguir y el problema a resolver, los datos están ahí, a la espera de ser recogidos mediante sensores y conexión a la red. Una vez procesados y extraído cierto conocimiento de ellos podremos tomar decisiones que nos ayuden a todos.

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Imágenes | iStock/Jirsak

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