Papá, no seas viejuno, irse de vacaciones hoy es otra cosa

Cuánto calienta el sol aquí en la playa, qué magníficos paseos por esas montañas de nuestra geografía y vaya oferta de ocio que tienen las ciudades españolas… El turismo de nuestro país ocupa mil y un ámbitos y, sobre todo, está viviendo una transformación alucinante gracias a todo lo que las nuevas tecnologías ofrecen. El pasado 11 de mayo, la Fundación Orange presentaba el estudio “eEspaña-La transformación en el sector turístico” y, desde Anexo M, os estamos desgranando algunos de los puntos más interesantes. Hoy os vamos a hablar de esas tendencias que han hecho que el turismo haya avanzado hasta cotas impensables. Y son diez. ¿Las repasáis con nosotros?

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1. Un sector turístico con mil opciones

No existe una sola forma de viajar, ya lo sabíamos, pero, con Internet, todo se ha diversificado. Imaginad un viajero al que le interesa la cultura del vino, ahora tiene ofertas que le llevan por las bodegas más importantes. Si es un gran aficionado a las aves, existen circuitos de turismo ornitológico… La oferta es mucha, variada y completa y así, esos nuevos modelos de intermediación llegan para satisfacer hasta el mínimo deseo de un turista, como una lámpara maravillosa.

2. Plataformas que lo hacen todo

La nube es el gran almacén que ha revolucionado la manera de guardar los datos y, por supuesto, trabajarlos. Las empresas turísticas han abrazado con ganas las nuevas plataformas tecnológicas, porque consiguen que la gestión sea más cómoda y efectiva. Así, un profesional puede saber cómo trabaja una de sus oficinas en el otro extremo del país, pero también cuántos clientes van a llegar en determinado momento y cuáles son sus gustos o también diseñar estrategias de internacionalización. Porque todos los datos están sobre su mesa, en Internet, a un golpe de clic.

3. No sin mi móvil

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A nuestros nietos les contaremos esta historia de terror: hubo un tiempo en el que no existía el smartphone, y no podíamos consultar nuestro correo, chatear con nuestros amigos o ver un capítulo de nuestra serie favorita. Seguramente no lo creerán, porque puede que para entonces el móvil sea completamente indispensable. Como ya lo viene siendo ahora, en realidad, también para el sector turístico: las apps que nos hablan de un enclave histórico, las herramientas de m-commerce que nos permiten hacer compras de última hora… ¿Quién puede resistirse a un dispositivo que nos soluciona todos los problemas y viaja en nuestro bolsillo?

4. No es magia, es el Internet de las Cosas

En esta nueva revolución que parece llevarnos hasta una película de ciencia ficción en la que los electrodomésticos nos prepararán el desayuno y seleccionarán nuestra ropa, el turismo va por delante de otros sectores. Porque para un hotel, apostar por el Internet de las Cosas puede marcar la diferencia a la hora de satisfacer a los clientes. Los distintos wearables darán paso, por ejemplo, a hacer de la habitación del hotel un lugar en el que el cliente sea dueño absoluto de las acciones que los propios aparatos llevarán a cabo: minibares conectados, maletas inteligentes… Todo es posible.

5. Mi ciudad es inteligente

Dar una nueva esencia a la ciudad, un impulso tecnológico que la haga diferente y muy atractiva. Aquí son las Administraciones Públicas las que tienen que llevar la batuta de una transformación que conseguirá que el sector turístico despunte más. Y vaya si lo están haciendo. En Madrid existe el movimiento MiNT que permite, por ejemplo, que un ciudadano pueda informar sobre una acera en mal estado sólo enviando una foto a través de su móvil. O podemos hablar de las Baleares, que están poniendo en marcha la aplicación SmartPort para conectar sus puertos y que trabajen de manera conjunta.

6. Un escaparate llamado redes sociales

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Si nosotros hacemos una foto, le ponemos un filtro de Instagram y parece la imagen más bonita del mundo, imaginad qué no puede hacer el sector turístico con esas playas, esos atardeceres, esos monumentos, esos paseos… Pero además, las redes sociales cumplen otra misión: no sólo sirven para mostrar nuestro trocito de mundo, sino que funcionan como un canal de comunicación inmediato y directo con los usuarios. Ellos dejan sus impresiones, comentarios, sugerencias… y las empresas inteligentes toman buena nota de ello.

7. Agencias de viaje online

Antes podíamos sentir cierto miedo al viajar a un lugar desconocido y nuevo, ahora, lo que nos da miedo es perdernos una de esas ofertas de viaje que viven en Internet ofreciendo magníficas opciones. Entre los negocios que el mundo 2.0 ha hecho despuntar, el de las OTA es uno de los más importantes. No se trata sólo de contratar un viaje a través de esos canales, sino de tener a nuestra disposición todas las opciones. Algunas funcionan casi como una red social en la que podemos leer la opinión de los viajeros de los que seguiremos los pasos. ¿Queremos saber si las habitaciones están limpias, si las playas son accesibles, si hay un camarero que prepare el mejor daikiri? Toda esa información, y mucho más, está a nuestro alcance.

8. La nueva forma de intercambiar

¿Habéis oído hablar de la economía colaborativa? Se trata de un fenómeno que está revolucionado la manera de entender el desarrollo de diferentes servicios y que es posible gracias, cómo no, a todo lo que Internet nos ofrece. Cuando viajamos, muchas veces deseamos conocer el lugar que visitamos de una forma pura y esencial, sin intermediarios comerciales. Así, el compartir un vehículo con otras personas, dormir en una casa particular o contactar con un guía local que nos explique cada rincón del paisaje permite conocer ese lugar realmente, con sus pros y sus contras, y conseguir una experiencia mucho más rica.

9. Y no paramos

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La era digital es una permanente autopista por la que el desarrollo de nuevas tecnologías viaja a toda velocidad, siempre mirando hacia adelante, a la búsqueda de nuevas metas. Así, el sector turístico, con ese deseo de atraer nuevos clientes y ofrecerles experiencias nuevas y personalizadas, no pierde de vista conceptos como la geolocalización, que sirve para que la persona siempre esté ubicada perfectamente, pero también funcionalidades que están comenzando a explotarse, como la realidad virtual o la realidad aumentada. Por ejemplo, ¿sabíais que VirTimePlace es una app móvil de realidad virtual que te muestra la Mezquita de Córdoba del siglo X mientras paseas por ella?

10. Lo que me dicen los datos

¿Cuál es uno de los anhelos de cualquier empresa turística? Que el cliente acabe 100% satisfecho, así recomendará la experiencia y tal vez volverá a visitarnos. Y, para ello, ¿no sería ideal poder usar todo lo que sabemos sobre él? Lo que le gusta y lo que odia, ese paisaje que le fascinó, ese monumento que le hizo reflexionar, ese aperitivo que le llevó al séptimo cielo de los placeres gastronómicos… Aquí entra de nuevo ese Big Data del que no podemos dejar de hablar. Saber analizar correctamente lo que los usuarios mismos nos están diciendo, sin interferencias, a través de sus acciones en Internet, puede dar las claves, no sólo al sector turístico, sino a cualquier tipo de empresa de qué aspectos necesita cambiar, mejorar o pulir.

Imagen | Pixabay, Instagram

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