¿Cómo acelerar la velocidad de tu VPN?

Ya hemos hablado en más de una ocasión sobre el funcionamiento de las VNP. Las Virtual Private Network nos permiten conectar dispositivos de una forma más segura, como si estuviesen conectados físicamente, imitando las redes locales (ethernet).

Pero las VPN cuentan con un grave talón de Aquiles —muy especialmente las de tipo set-it-and-forget-it—: deceleran la velocidad de nuestra red. Al cifrar y realizar comprobaciones sobre nuestras conexiones, sentiremos que todo comienza a ralentizarse, a responder con una velocidad inferior a la habitual. 

Existen decenas de alternativas gratuitas que prometen un cifrado eficaz sin afectar al rendimiento —como la popular Speedify—, aunque nosotros somos más partidarios de alternativas de pago como NordVPN. En cualquier caso, aquí van un par de consideraciones para detectar qué puede estar generando latencia.

LARGA VIDA AL CABLE

Tal vez se trate de un recomendación demasiado obvia pero, igual que las redes WiFi tienden a saturarse, conectándonos directamente al router vía ethernet acortaremos bastante la latencia por solapamiento, además de aprovechar al máximo las posibilidades de nuestro equipo.

DERRIBANDO MUROS

Desactivar el firewall no es aconsejable por una sencilla razón: facilita el acceso no autorizado a nuestra red. Pero cuando tenemos un VPN que utiliza su propio firewall —además del que incluye el propio router—, tal vez nos encontremos con demasiados muros ralentizando el rendimiento, además del obvio consumo que hacen de la CPU.

Para activar y desactivar firewall de Windows, lo único que debemos hacer es pinchar sobre “Inicio” y abrir el Centro de seguridad de Windows Defender, para después seguir la ruta Firewall > Protección de red. Una vez dentro, podremos desactivarlo de forma sencilla.

¿QUÉ SERVIDOR USAS?

Las VPN redirigen la señal IP para que el tráfico de datos se mantenga oculto, pero no es igual filtrar los datos desde un servidor canadiense, australiano, que uno europeo. Cuando más cerca estén, más corto será el ping. La mejor forma de evitar el retardo en la señal es usando servidores locales —aunque esto opera contra nuestra intención de “ocultar el rastro”—.

Si usamos una VPN para servicios de streaming, una solución es dar preferencia a ese servicio desde las funciones de red, para que puedan ocupar todo el ancho de banda posible.

CAMBIOS EN LA ENCRIPTACIÓN

Existen diferentes tipos de algoritmos de cifrado (de clave simétrica, asimétrica), y diferentes formas de autentificación. La cabecera AH mantiene la integridad de los datos transmitidos y el protocolo ESP es usado para definir el tipo de cifrado (para mantener la confidencialidad de los datos).

El software de cifrado (codificación/descodificación) puede variar el rendimiento, así que otra solución sería cambiar el tipo de seguridad: en vez de IKEv2/IPsec o OpenVPN, el más habitual, pasar a utilizar L2TP. De esta forma, es posible graduar el nivel de cifrado, para “agilizarlo”.

UN PAR DE RESETEOS

A veces la red se colapsa y la mejor solución pasa por un reinicio. De hecho, una recomendación habitual es conectarse al VPN con la red “limpia”, sin el WiFi activo. Reiniciar el router, desconectando de la red eléctrica y esperando unos segundos, pueden limpiar toda esa información redundante que genera latencia en el equipo.

CAMBIA DE PROTOCOLO

TCP es un protocolo de transporte orientado a conectar distintas estaciones, como las llamadas telefónicas. Es decir, es una conexión física. UDP es un protocolo donde no hay conexión. Una estación envía datos del punto A al B, pero los datos no siguen un orden lineal. UDP es el modelo de transmisión estándar en servicios de streaming, por ejemplo. Es más rápido, pero menos fiable.

Pasar de uno a otro modelo, si la app del VPN lo permite, es una buena opción para probar resultados y decidir cuál es mejor. Si tu ISP (tu proveedor) ha restringido las conexiones directas a los servidores virtuales, puedes encontrar una ruta alternativa y con menor latencia gracias al protocolo protocolo TCP/IP.

¿ESTÁS CONECTADO?

Dejamos para el final la cuestión más obvia: ¿qué tal responde tu Internet de forma habitual? Tal vez cuentes con una velocidad deficiente y no puedas solventarlo ni con  la mejor app del mundo. Puedes realizar un test de velocidad desde www.testdevelocidad.es/ o Speedtest y comprobar tu nivel de latencia y el servidor VPN al que estás conectado.

Por cierto, algunas aplicaciones, especialmente cuando se trata de ordenadores gaming, priorizan cierto tipo de tráfico. Mal. Cuentan con algoritmos que dan la espalda al consumo del sistema a favor del rendimiento de Steam. Mucho nos tememos que estas aplicaciones deben quedar en suspenso cuando se trata de optimizar una red VPN.

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Imágenes | Pixabay

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