«El equipo E» o cómo el deepfake se ha reído de nuestros políticos

Los vídeos deepfake son la nueva frontera de las fake news. Suponen un problema serio para la información y, en consecuencia, para las democracias que se alimentan de ella.

Como ya explicamos en Nobbot, el término deepfake comenzó a extenderse en el otoño de 2017. Entonces, un usuario de ‘Reddit’ usó el seudónimo “deepfakes» para publicar vídeos porno falsos de personas famosas, utilizando una técnica denominada generative adversarial networks o GAN.  En las primeras creaciones se sustituyó el rostro de una actriz o un actor porno por el de una estrella de Hollywood.

El deep fake no tiene ninguna gracia. Es así y no podemos decir lo contrario. Se ha convertido en uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y ha logrado desdibujar la barrera entre verdad y mentira de una forma tremendamente preocupante. Pero, en esta vorágine de oscurantismo en la que nos encontramos, algunos han decidido tomarse la licencia del humor a costa de nuestros políticos.

«El equipo E» ataca de nuevo

La cuenta de Youtube Face To Fake ha compartido con los usuarios una creación que solo puede recibir el calificativo de espectacular, humorísticamente hablando. Pablo Casado, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Santiago Abascal han pasado de protagonizar la campaña electoral a ser los actores principales de una adaptación satírica de la intro de «El equipo A».

Para que la cosa quede en casa, este nuevo grupo formado por los rostros más conocidos de nuestro panorama político ha sido bautizado como «El equipo E». Con e de España, claro. «En abril de 2019 los cinco principales candidatos a presidir el Gobierno español fueron votados por millones de personas a las que habían convencido. No tardaron en convocarse unas nuevas elecciones. Hoy, buscando todavía un acuerdo de gobierno, sobreviven como políticos con mayor o menor fortuna. Si tiene usted algún problema y se los encuentra, tenga la absoluta seguridad de que prometerán ayudarle». Con este resumen tan auténtico comienza un vídeo que, aún utilizando el deepfake, nos deja imágenes para el recuerdo.

Como no podía ser de otra manera, el deepfake ha convertido a Pedro Sánchez en Fénix, el personaje más atractivo del equipo. Pablo Casado actúa, aunque solo sea gracias a esta tecnología, como líder del equipo mientras que Pablo Iglesias «presta» su rostro a Amy Amanda Allen, que apareció allí un poco por casualidad.

Albert Rivera se queda con Howling Mad Murdock, un personaje cuyos comportamientos un tanto extraños parecen irle de perlas al ya ex líder de Ciudadanos. Por último, pero no por ello menos gracioso, Santiago Abascal parece encajar a la perfección en M.A. Baracus, el forzudo de estética más bien horterilla al que le gustaba más una cadena de oro que cualquier otra cosa.

Plantar cara al deepfake

Aunque Pedro Sánchez «Fénix», Albert Murdock Rivera y el resto de la pandilla del Equipo E han arrancado unas cuantas carcajadas, el deepfake es un grave problema al que debemos plantar cara si no queremos caer en la desinformación. Existen numerosas iniciativas que tratan de frenar esta tecnología, entre ellas, el grupo de trabajo activado por el diario ‘The Wall Street Journal’ cuyo objetivo es desenmascarar estos bulos que, a veces, son demasiado creíbles.

Twitter, por su parte, también está tratando de imponer medidas que salvaguarden la veracidad de la información. Y es que la red social del pajarito es un auténtico nido de noticias falsas así que, sus directivos han decidido poner en marcha el hashtag #TwitterPolicyFeedback para que los propios usuarios rellenen una encuesta y dejen sus recomendaciones sobre cómo debe actuar Twitter ante los contenidos falsos.

El deepfake y las fake news no son algo anecdótico, ni mucho menos. La consultora Gartner prevé que, para 2022, la mayoría de los ciudadanos de países de economías maduras consumirá más noticias falsas que verdaderas. Desde el punto de vista de los usuarios, resulta fundamental seguir una senda de verificación que nos ayude a averiguar si una noticia o un contenido audiovisual es verdadero o falso. Conocer la fuente original que publicó dicho contenido es primordial para aproximar su grado de fiabilidad y huir, aunque sea un poco, de la manipulación informativa.

Imagen destacada: Face to Fake

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