La santanderina Fátima Sánchez Santiago fue la elegida para dirigir el Centro Botín cuando este espacio, diseñado por Renzo Piano, era poco más que un agujero abierto frente a la bahía de Santander. Hoy, este edificio en dos volúmenes que parecen flotar sobre el mar, forma ya parte del paisaje geográfico y sentimental de los vecinos de la ciudad que, probablemente, ya se hayan hechos todos los “selfies” posibles frente y junto a, dentro de y sobre esta construcción suspendida sobre pilares y columnas a la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda. Cuando aún no se ha cumplido un año de su inauguración, el Centro Botín ocupa ya mucho espacio en la memoria de los smartphones y de los muros de Instagram de los santanderinos y visitantes de otros lugares de España y del mundo. Buena señal.
– ¿Cómo se lleva la responsabilidad de dirigir un espacio así, que ha cambiado, no solo la fisonomía, sino también la vida de una ciudad como Santander?
Con mucha ilusión y con un excelente equipo de personas que trabajamos en una misma dirección y con un objetivo común: generar riqueza y desarrollo en Santander y Cantabria a través de las artes.
– ¿Cuál es el balance en estos meses desde su apertura? ¿Qué objetivos se han logrado ya y cuáles son los siguientes retos?
Estamos muy satisfechos con la gran acogida recibida, tanto por los cántabros que han hecho suyo el edificio desde el primer día, colaborando así con el objetivo de hacer de él un lugar de encuentro en la ciudad, como por el resto de visitantes que se han acercado hasta el Centro Botín para conocerlo. Pero para nosotros lo importante es el largo plazo; el Centro Botín estará aquí muchos años, y solo a través de los años podremos conseguir generar riqueza y desarrollo.
En sus primeros seis meses de actividad, el Centro Botín creo que ha cumplido uno de sus objetivos: ser un nuevo lugar de encuentro en torno al arte y la cultura en el centro de la ciudad de Santander, un lugar frecuentado por muchísimos santanderinos y cántabros, pero también por visitantes nacionales e internacionales.
»El Centro Botín logrará generar desarrollo social en Cantabria y aportar un punto de vista innovador al mundo del arte a nivel global»
Pero como le decía, nuestra mirada es a largo plazo; no puede ser de otra manera, y en este sentido nuestro objetivo es que su programación, artística y cultural, sea de excelente calidad. Sólo así el Centro Botín logrará generar desarrollo social en Cantabria y aportar un punto de vista innovador al mundo del arte a nivel global.
– Hablemos de cifras. Ofrézcanos algunas de las que se sienta más orgullosa y que nos permitan hacernos una idea del impacto que ha tenido en la ciudad, desde su inauguración, el centro Botín.
En los seis primeros meses de actividad del Centro Botín en 2017 (se inauguró el 23 junio), 151.584 visitantes procedentes de 75 países diferentes han accedido a las exposiciones y participado en sus actividades. Además, el edificio, sus pasarelas, plazas y espacios exteriores han recibido 1.130.380 de visitas, siendo ésta una muestra más de cómo el Centro Botín se está convirtiendo en un lugar de encuentro en la ciudad, que permite vivir y disfrutar del arte y la cultura, así como de la ciudad, con una nueva mirada.
– Le confieso mi debilidad absoluta por Joan Miró y, por ello, la muestra que se desarrolla ahora en su centro me hace suspirar. Anímenos a visitarla: ¿Cuál es su pieza favorita y por qué?
Todas las piezas me encantan. De hecho, lo que más me gusta de esta exposición no son sus obras sino otras dos cosas: el descubrimiento de una faceta poco conocida de Miró -la escultura- en una exposición única e irrepetible, específica para el Centro Botín; y la forma en que esta exposición nos cuenta el proceso creador del artista, que es una definición perfecta de creatividad.
Miró encontraba objetos y los iba guardando, recolectando… sin ninguna intención específica. A posteriori, dejando que la emoción y la intuición funcionaran, creaba a partir de estos objetos, inconexos y sin relación alguna, nuevos objetos, personajes, obras maravillosas con entidad propia y de una belleza impresionante. Y, además, todo esto surgía de un duro proceso de trabajo, muy concienzudo y ordenado. Ver en la sala los objetos cotidianos reales, originales y ver junto a ellos las obras es un privilegio.
– En este caso, han colaborado estrechamente con la Obra Social ‘la Caixa’, lo cual me lleva a preguntarle cuál es hoy el papel del Centro Botín en el circuito artístico nacional e internacional.
El Centro Botín es un centro de arte que continúa y potencia el Programa de Artes Plásticas de la Fundación Botín, un programa que se desarrolla en torno a tres ejes: formación a través de becas y talleres internacionales dirigidos por artistas de gran relevancia; investigación del dibujo; y divulgación por medio de exposiciones internacionales producidas por la propia Fundación fruto de sus programas de investigación y formación.
Además, la colección de arte de la Fundación Botín es fiel reflejo de su Programa de Artes Plásticas, que tiene una trayectoria de más de treinta años. Especializada en arte contemporáneo, cuenta con obras realizadas en una gran variedad de medios: pintura, escultura, dibujo, fotografía, video e instalación, etc.
El Centro Botín tiene una clara misión social: generar desarrollo y riqueza aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar nuestra creatividad
El programa artístico del Centro Botín, desarrollado por una comisión de artes plásticas que está presidida por Vicente Todolí, aporta una nueva mirada. Se trata de una apuesta equilibrada entre la formación, la exhibición, la adquisición y el fomento de la creatividad.
– Me imagino que su labor en el Área de Educación, Proyectos y Acción Social de la Fundación Botín, anterior al cargo que ahora ocupa, hace que tenga especial aprecio por las actividades relacionadas con el desarrollo de la inteligencia emocional y creatividad de los más jóvenes, que es uno de los objetivos del Centro. ¿Cómo se ha integrado en la comunidad educativa cántabra?
De maravilla; cierto es que la Fundación Botín inició hace 15 años un programa educativo (llamado Educación Responsable) con tres colegios de Cantabria para trabajar desde las aulas la inteligencia emocional y la creatividad del alumnado. Hoy en día, son 250 centros los que participan en nuestro programa, no sólo en ámbito local sino también nacional e internacional.
El Centro Botín tiene una clara misión social: generar desarrollo y riqueza aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar nuestra creatividad. Su objetivo es despertar la actitud y la capacidad creadora, facilitando a todos los públicos, por supuesto a los escolares de forma muy directa, el acceso y la convivencia con las artes y utilizando su enorme potencial para desarrollar su inteligencia emocional y su creatividad.
La investigación desarrollada entre la Fundación Botín y el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale constituye el eje principal del programa formativo del Centro Botín, compuesto por actividades para niños, jóvenes, familias y adultos que despiertan su curiosidad, imaginación y creatividad, fomentando el juego y al aprendizaje a través de la experiencia con las artes. Artes plásticas, música, teatro, danza, cine y literatura en forma de conciertos, espectáculos, talleres, proyecciones, experiencias, cursos… conforman el programa. Más de 4.500 alumnos ya han trabajado en programas de artes, emociones y creatividad en el Centro Botín en este curso escolar.
– Por último, le quiero preguntar sobre este tiempo caracterizado por las tecnologías de la información en el que, a menudo, la persona que visita un centro como el que usted dirige parece más preocupada por compartir fotografías en la red que por vivir la experiencia íntima que ofrece el contacto con el arte. ¿Cree que este comportamiento está influyendo en el tipo de exposiciones que se programan? ¿Cómo ve usted este fenómeno? ¿De qué forma lo aprovecha el centro para difundir su actividad?
El Centro Botín es un fantástico espacio para el arte pero con una vocación social clara; el arte debe hacernos mejores personas (más críticos, más conscientes, más creativos). Para conseguirlo, el arte tiene sus propios tiempos y sus propias miradas. De hecho, si el arte nos puede ayudar a ser más creativos es, precisamente, porque nos ayuda a mirar a la realidad desde puntos de vista diferentes y la creatividad empieza por mirar a las cosas de una forma nueva. Además, el arte nos emociona y nos inspira, y es la gestión adecuada de esas emociones la que nos puede hacer tener éxito en un proceso creativo, que no es otra cosa que la resolución de un problema.
El Centro Botín facilita el acceso y la convivencia con las artes mediante una programación que se basa en la excelencia y en servir al desarrollo de la creatividad. Esto muchas veces requiere de acciones que no tienen que ver con lo que realizamos en nuestro día a día o a lo que estamos acostumbrados en nuestro tiempo. Por ejemplo, pedimos a nuestros visitantes que no hagan fotos en la sala y bajen el volumen de sus móviles, esto únicamente busca poner el foco en el arte.