iomando es un servicio que proporciona una solución de apertura y gestión de accesos basada en tecnologías móviles. Permite sustituir el tradicional mando a distancia, llaves o tarjetas magnéticas, realizado aperturas a distancia desde cualquier parte del mundo. Es también un control de accesos que ofrece la posibilidad de establecer limitaciones o restricciones en base a distancia de apertura, horarios y días; y agrupar usuarios en listas. Con todo esto, el usuario puede llevar un registro a tiempo real del flujo de usuarios. Sus clientes finales son casas particulares, comunidades, locales, naves industriales, grandes empresas, instituciones públicas, instituciones privadas.
El interés de su proyecto ha hecho que fuera seleccionado en el programa internacional de innovación abierta y emprendimiento digital Orange FAB.
iomando quiere convertirse en la solución que usen millones de personas para acceder a sus hogares y otros espacios, como pueden ser sus oficinas. El equipo desarrollador de este producto espera convertirlo en la alternativa a los sistemas tradicionales (llaves y mandos) y están convencidos de que esos sistemas quedarán obsoletos de aquí a unos años.
Ignacio Vilá, uno de los fundadores, apunta que «nos gustaría ser un referente en soluciones tecnológicas para el control y la apertura de accesos y que cada vez que los usuarios tengan la necesidad de acudir al mercado para buscar una solución móvil de apertura de puertas piensen en nosotros».
familiares y amigos para impulsar iomando
«La idea surgió en nuestra etapa universitaria, donde vimos que había un sector obsoleto, como es el control de puertas y accesos, y detectamos una oportunidad inmejorable para modernizar el sector Nos dimos cuenta de la problemática de los mandos, y pensamos que el teléfono móvil lo podía sustituir, ya que el móvil es muy competitivo frente a los sistemas tradicionales», explica Vilá.
Como tantas otras startups, iomando arracó con una inversión de 40.000 euros aportados por amigos y familiares. Sin embargo, tal como nos explica Ignacio Vila, «con el paso del tiempo, y conforme iba madurando el producto, llegó otra ronda de 150.000 € con la ayuda de fondos ENISA que nos permitió mejorar la solución y tener un producto comercializable».
Sobre los problemas para captar inversores, Ignacio Vilá explica que, «al tratarse de un sector muy nuevo y sin la existencia de ejemplos claros de éxito, los inversores necesitan confianza en el equipo, la capacidad de innovar y un buen control del gasto para conseguir objetivos. A eso hay que unirle el desarrollo de la operativa diaria, que siempre impide focalizarse en una ronda de financiación. Además la situación económica general ha reducido muchos los fondos de inversión de las grandes empresas, con lo que para poder recibir una ayuda financiera se tiene que presentar un plan de viabilidad y rentabilidad realistas porque, si no, es imposible captar nuevos inversores».
ilusión de sobra, medios escasos
Trabajar con medios escasos es una de las mayores dificultades de una startup. A eso hay que añadir que es común arrancar con perfiles sin mucha experiencia en el sector, incluyendo a los propios emprendedores. Además, Ignacio Vilá señala que «existen numerosos problemas tecnológicos y la falta de recursos necesarios para dar forma a un proyecto puede suponer un hándicap importante. Por último, la falta de una estructura con una operativa rodada ya que, al principio, hasta el mero hecho de hacer facturas supone una dificultad».
Como en todo proyecto emprendedor, el camino no es sencillo, a veces por la dificultad que tienen los emprendedores a la hora de hacer entender a otros su idea. «Recuerdo que al principio de nuestra andadura había gente que no tenía muy claro qué hacía concretamente iomando. Nos han llegado a llamar tras descargar la App para preguntarnos por qué no se abrían las puertas de su coche con el móvil, o lo que es peor las puertas del coche de su pareja!!», cuenta Vilá.
Hoy, iomando es un producto acabado que cuenta con una base de clientes satisfechos y quiere convertirse en referencia nacional para dar, en breve, el salto internacional.