Queridos Reyes, he sido bueno, quiero un juguete conectado…pero tendré cuidado

Llegan los Reyes Magos con sus sacos llenos de juguetes para los más pequeños de la casa… los que se hayan portado bien durante el año, claro. Antiguas tradiciones que conviven con las tecnologías más modernas que, en el mundo del juguete, se traducen en la conexión a internet. Gracias a ella, los cada vez más populares juguetes conectados son capaces de reconocer la voz o los movimientos del menor, reaccionar a sus órdenes, responder sus preguntas, ver la imagen captada por sus cámaras integradas en una aplicación en el móvil, etc. Todo ello puede resultar muy divertido para el menor y sus padres, siempre que adopten unas medidas básicas de seguridad.

Las funciones de los juguetes conectados tienen sus riesgos, que se han visto reflejados en noticias como la petición del gobierno alemán de destruir la muñeca Cayla, la prohibición de numerosos smartwatches para niños, la denuncia de la OCU respecto a dos juguetes conectados, o la multa a VTech por recopilar información personal sin consentimiento.

Y es que, si se hace un mal uso de la información que se comparte con el juguete, esta se puede filtrar en Internet lo que, además de la pérdida de privacidad que supondría, podría dañar la reputación del menor y de su familia. Así pues, parece necesario un mayor esfuerzo por parte de las familias a la hora de elegir, configurar y acompañar a sus hijos e hijas en el uso de estos juguetes conectados.


guía para el uso seguro de juguetes conectados

Con el fin de garantizar la diversión sin riesgos de los niños y adolescentes a través de la tecnología, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), entidad dependiente del Ministerio de Economía y Empresa a través de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, junto con la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes han hecho pública una “Guía para el uso seguro de los juguetes conectados”, donde podremos encontrar útiles recomendaciones para sacar el máximo partido de los juguetes conectados sin llevarnos sustos.

Contraseñas seguras, control parental, uso y difusión de imágenes y audios, etc. El contenido de esta guía da respuesta a estas cuestiones y otras como: ¿Qué es un juguete interactivo? ¿Para qué recogen estos juguetes nuestros datos? ¿A qué nos exponemos? ¿Cómo elijo un juguete conectado para mi hijo? ¿Cómo configuro el juguete para que sea más seguro? ¿Cómo les enseño a jugar con más seguridad? ¿Cómo puedo saber más sobre juguetes conectados?

compra responsable

La información contenida en la guía se presenta de forma esquematizada para tener presente qué papel juegan los datos personales que utilizan estos juegos y cómo podemos asegurar la privacidad. También proporciona consejos para los padres a la hora de elegir un juguete conectado, como comprar con responsabilidad, leer las especificaciones técnicas e informarse consultando la web del fabricante u otras páginas en las que expertos y usuarios cuenten su experiencia y su opinión.

Guía uso seguro de juguetes conectados

En primer lugar, como paso previo a la compra o la petición a Papá Noel o los Reyes Magos, hay que valorar las características del juguete antes de tomar una decisión, anteponiendo siempre el bienestar y la seguridad del menor por encima de otras motivaciones de compra. Comprar un juguete conectado por un capricho no es responsable.

Entre las recomendaciones incluidas en esta guía sobre seguridad en juguetes conectados figuran también las relativas a su configuración, que resultan esenciales para empezar con buen pie esta aventura. Así, hay que cambiar contraseñas y códigos por defecto para la conexión con otros dispositivos, mantener las actualizaciones para corregir fallos de seguridad y apagar el juguete cuando no lo estemos utilizando para que no recopile datos cuando no lo necesitamos.

Por supuesto, si el juguete se conecta a otro dispositivo (como móviles y tabletas), es importante que esté configurado de forma segura. De igual forma, debemos asegurar nuestra conexión WiFi para bloquear el acceso a otras personas.

También se puede utilizar el control parental del móvil o la tableta para evitar el acceso a a otras aplicaciones o a compras sin autorización, y conviene comprobar y eliminar los registros de mensajes y otros datos personales almacenados en los sistemas del fabricante.

desarrollo del pensamiento crítico

Pero, más allá de recomendaciones vinculadas al uso de los dispositivos, es esencial que los padres y madres acompañen a sus hijos cuando utilizan este tipo de juguetes, por lo menos al principio, observando su experiencia de juego, y fijándose en aquellas conductas que puedan suponer un riesgo para tratar de corregirlas.

Por último, la guía nos recuerda que  los juguetes conectados también sirven se puede desarrollar habilidades sociales y fomentar el pensamiento crítico en el menor. Para ello, padres y madres pueden explicar a su hijo por qué debe desconfiar de mensajes o peticiones de desconocidos, o las estrategias que hay detrás de los mensajes publicitarios.

Para información adicional sobre esta cuestión, de especial relevancia en estas fechas, se puede consultar la sección “campañas” de la web de IS4K en la que se podrán encontrar más recursos.

Family ON para acompañar a los niños en el uso de la tecnología

Más allá del caso de los juguetes conectados, responder a la necesidad de acompañar a niños y adolescentes en el proceso de aprender a relacionarse con la tecnología implica retos y oportunidades para las familias, aturdidas con tanta información relativa a la educación de los niños en un mundo hiperconectado. Existen numerosos recursos para empezar a plantear soluciones, desde muchos puntos de vista y con muchos tonos diferentes. Y una de estas iniciativas es FamilyON, nacida hace unos meses de la mano de Orange, como parte de su estrategia de concienciación sobre un uso seguro y responsable de las TIC.

Tal y como explica María Zabala, consultora de comunicación especializada en educación digital, “la familia es la primera trinchera en la educación de nuestros hijos, en todo y también en lo tecnológico. Educar en un uso responsable de las pantallas empieza con el ejemplo y la compañía, con crear espacios en los que transmitir un mensaje que no solo sea sobre tiempo, peligros de Internet o contenidos inadecuados, sino también sobre seguridad, uso positivo, responsabilidad o creatividad”.

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