El Museo Reina Sofía presenta Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat, una exposición retrospectiva de George Herriman (Nueva Orleans, 1880 – Los Àngeles, 1944), considerado como uno de los más importantes creadores del cómic estadounidense. Esta muestra abrirá sus puertas hasta el próximo 26 de febrero
La exposición es un acercamiento al mundo de George Herriman que apela a la necesidad de considerar el estudio del arte y la cultura sin hacer distinciones entre sus disciplinas. En este sentido, incluir el trabajo de George Herriman en la programación de exposiciones del Museo Reina Sofía pretende igualmente elevar el cómic a medio masivo de influencia artística, en contra del prejuicio valorativo del mismo como un arte «inferior», o como un subproducto artístico asociado a la baja cultura y dirigido a un público infantil.
El trabajo de Herriman nace en paralelo al desarrollo del cómic como un nuevo lenguaje artístico que surge en EE.UU. a finales del siglo XIX al amparo de los periódicos que comenzaron a incluir tiras cómicas en sus páginas atraídos por ese nuevo género. Las peculiaridades del medio obligaban a una economía narrativa que Herriman supo perfectamente complementar a través del uso de diversos recursos formales: la mezcla de palabras procedentes de diversos idiomas (francés, inglés, español, yiddish) sumada a las onomatopeyas propias del cómic y a un elaborado lenguaje, eleva el elemento lingüístico a la altura de la calidad gráfica de su trabajo.
Todo ello hace que la obra de Herriman haya ejercido gran influencia no sólo en un amplio número de artistas como Willem de Kooning, Öyvind Fahlström, David Wojnarowicz o Philip Guston sino en intelectuales y escritores de la talla de E. E. Cummings, T. S. Eliot, Gertrude Stein o Jack Kerouac.
krazy Kat y el surrealismo
La serie Krazy Kat, considerada por la revista The Comics Journal como el mejor cómic del siglo pasado, apareció por primera vez en 1913 en el diario New York Evening Journal, propiedad del magnate de la prensa William Randolph Hearst, quien la mantuvo y la publicó en varios periódicos estadounidenses durante más de tres décadas, a pesar de no gozar de demasiada aceptación entre el público.
Más allá del recurso a lo cómico o de invertir la lógica de la naturaleza en cuanto a la clásica relación entre perros, gatos y ratones, la obra de Herriman se presta a numerosas lecturas e interpretaciones.
A pesar de que Krazy Kat es anterior en el tiempo al Manifiesto surrealista de André Breton (1924), el carácter surrealista en este trabajo de Herriman se puede apreciar no solo en la habitual incongruencia de las acciones que narra, sino también en el uso de unos parámetros estéticos comunes, como pueden ser la fascinación por el arte aborigen, el amor por las figuras antropomórficas o los paisajes desérticos.