En 2020, la minería de Bitcoin utilizó 75,4 teravatios-hora de electricidad al año, un consumo superior al de Austria (69,9 TWh/año) o Portugal (48,4 TWh/año), según un estudio publicado en Nature.
promoviendo el anonimato y sin depender de organizaciones centrales como bancos y gobiernos que regulen su valor. La seguridad del sistema la aseguran los propios usuarios, no un banco central o un gobierno que lo controle, por lo que para que eso sea posible hay usuarios y organizaciones que utilizan su ordenador para generar los bloques que registran los datos y aseguran las transacciones, los llamados mineros. El minado de criptomonedas hace necesaria una red de millones de computadoras encendidas 24 horas al día, 365 días al año.
Creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, el Bitcoin es una moneda virtual destinada a mejorar los pagos en internetAhora, un grupo de investigadores de la Universidad de Nuevo México ha analizado el coste ambiental de la minería de la criptomoneda digital Bitcoin y las conclusiones suponen un jarro de agua fría para quienes quieran combinar la fascinación por las criptomonedas con la preocupación por el planeta.
bitcoin, el «petróleo digital»
A la luz de los datos aportados por estos expertos, el daño climático causado por la minería de bitcoins es similar al causado por la producción de carne de vacuno y las emisiones de CO2 imputables a la red de computadoras que buscan y obtienen esta criptomoneda se han multiplicado por 126 entre 2016 y 2021, pasando de de 0,9 toneladas de emisiones por moneda en 2016 a 113 toneladas por moneda en 2021.
«La minería de Bitcoin se está volviendo más sucia y dañina para el clima con el tiempo. En resumen, la huella ambiental de Bitcoin está evolucionando en la dirección equivocada», explican los autores del estudio. Estos sugieren cambiar la denominación de estas criptomonedas como «oro digital» por otra más ajustada a su impacto medioambiental: «petróleo digital».
Los cálculos sugieren que cada Bitcoin extraído en 2021 generó 11.314 dólares (11.657 euros) en daños climáticos, con un total de daños globales que superan los 12.000 millones de dólares (más de 12.350 millones de euros).
Los daños alcanzaron un máximo del 156% del precio de la moneda en mayo de 2020, lo que sugiere que cada dólar del valor de mercado de Bitcoin generó 1,56 dólares en daños climáticos globales.
“La extracción o producción de Bitcoin está utilizando enormes cantidades de electricidad, principalmente de combustibles fósiles, como el carbón y el gas natural. Esto está causando enormes cantidades de contaminación del aire y emisiones de carbono, lo que tiene un impacto negativo en nuestro clima global y nuestra salud”, indican los investigadores.
Los autores evaluaron los daños climáticos de Bitcoin de acuerdo con tres criterios de sostenibilidad: si los daños climáticos estimados aumentan con el tiempo, si el precio de mercado de Bitcoin supera el coste económico de los daños climáticos y cómo se comparan los daños climáticos por moneda extraída con los daños climáticos de otros sectores y materias primas.
un descalabro positivo
El precio de BTC cayó de 69.000 dólares en noviembre del año pasado a menos de 20.000 dólares en las últimas semanas, un derrumbe de más del 70% en su precio que afectó los márgenes de rentabilidad de las personas y empresas que prestan sus equipos para el proceso de validación de las operaciones dentro de la red. Este descalabro en la rentabilidad, si bien es negativo para los bolsillos de los inversores, supone una pequeña luz de esperanza para el planeta.
Así, este año, las emisiones de carbono por minado han caído un 14,1% en comparación al año pasado, según datos anualizados en un informe publicado por el Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCFA). «Dada la reciente fuerte disminución en los ingresos mineros por unidad de potencia informática proporcionada, se produce un cambio a un hardware más eficiente, lo que conduce al retiro, al menos temporal, del hardware más antiguo y menos eficiente», señaló el informe reproducido por Bloomberg.
En total, la emisión de gases provocada por Bitcoin alcanzará una emisión de 48,35 millones de toneladas de dióxido de carbono este año, según datos anualizados en un informe publicado el martes por el Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCFA).