Esta imagen del telescopio James Webb nos ofrece un avance de lo que será la muerte del Sol

Muerte del Sol. Nebulosa del Anillo, también conocida como Messier 57El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA ha grabado nuevas imágenes impresionantes de la icónica Nebulosa del Anillo, que muestran los restos de una estrella moribunda que se desprenden de ella al final de su vida. La muerte del Sol será parecida.

«Estamos presenciando los capítulos finales de la vida de una estrella, una vista previa del futuro lejano del Sol, por así decirlo», afirma Mike Barlow, científico principal del Proyecto de Nebulosa del Anillo. Las imágenes muestran la belleza intrincada y etérea de la nebulosa con un detalle sin precedentes, proporcionando a los científicos y al público una vista fascinante de esta maravilla celestial.

Ubicada en la constelación de Lyra, a unos 2.600 años luz de distancia, la Nebulosa del Anillo es un objetivo popular para los entusiastas del espacio, ya que su anillo en forma de rosquilla de gas brillante y polvo es visible incluso con pequeños telescopios de patio trasero durante todo el verano. Su estructura distintiva y sus colores vibrantes han cautivado durante mucho tiempo la imaginación humana y las impresionantes imágenes capturadas por el JWST ofrecen una oportunidad incomparable para estudiar y comprender los complejos procesos que dieron forma a este fenómeno cósmico.

la muerte del sol, otra estrella más

Visto tan de cerca, el Sol parece a punto de estallar pero, en realidad, el Sol no explotará. Después de quedarse sin el combustible que alimenta los procesos de fusión nuclear, la fuerza de la gravedad no podrá mantener el equilibrio que ha asegurado la estabilidad de nuestra estrella durante miles de millones de años. Entonces se despojará de las capas externas y se inflará en forma de gigante roja.

Esta engullirá nuestra órbita, se despojará de sus capas más externas y colapsará en una enana blanca. Finalmente, se extinguirá en una enana negra de una densidad inconcebible. Los humanos no lo veremos. Mucho antes, dentro de mil millones de años, la estrella ya será tan brillante e incandescente que secará los océanos y acabará con el escudo magnético de nuestro planeta.

Imagen de la Nebulosa del ANillo tomada por el telescopio espacial Hubble en 2013
Imagen de la Nebulosa del Anillo tomada por el telescopio espacial Hubble en 2013

Adiós a la vida. Las imágenes impresionantes de la icónica Nebulosa del Anillo será lo más cerca que humanidad esté de contemplar la muerte del Sol.

Esta capa exterior de material se enfriará y dispersará en una variedad de formas diferentes, incluyendo nubes tenues, burbujas en expansión o nebulosas en forma de anillo como la observada por el James Webb. La forma que tomará una nebulosa planetaria depende de los complejos procesos físicos que ocurren dentro de ella, procesos que los científicos aún no entienden completamente. Las observaciones del telescopio de la NASA nos dan una idea de cómo podría ser el sistema solar en miles de millones de años.

El proyecto espacial James Webb

El proyecto espacial James Webb (JWST) de la NASA es un observatorio espacial que se lanzó en diciembre de 2021. Es el observatorio infrarrojo más grande y poderoso jamás construido, y está diseñado para explorar los primeros años del universo, así como las atmósferas de exoplanetas en busca de signos de vida.

JWST está equipado con cuatro instrumentos científicos que le permiten observar el universo en una gama de longitudes de onda infrarrojas. Esto le permitirá ver objetos que son demasiado oscuros o demasiado débiles para ser vistos por telescopios ópticos como el Hubble. Este avance espectacular de cómo será la muerte del Sol se ha podido tomar gracias a su avanzada tecnología.

Ya ha realizado algunas observaciones impresionantes, incluyendo la primera imagen de un exoplaneta en órbita alrededor de una estrella similar al Sol. El telescopio también está proporcionando nuevas imágenes de las primeras galaxias que se formaron en el universo, así como de las atmósferas de exoplanetas en busca de signos de vida.

Según Luis Colina Robledo, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC (CAB), «el James Webb nos ayudará a entender qué pasó en las primeras etapas del universo. Unos 500 millones de años después del Big Bang, cuando el universo pasó de ser neutro a estar ionizado, como ahora. Este cambio está asociado a la formación de las primeras estrellas y las primeras galaxias».

«Las estrellas emiten mucha luz. Las más masivas emiten fotones en el rango ultravioleta y esta radiación tiene la propiedad de romper átomos como el de hidrógeno. Esto es responsable de esa ionización y es lo que sabemos hasta ahora. Pero, ¿cómo se produjo y cómo está relacionado con la formación de la materia, de las primeras estrellas y de las primeras galaxias? No lo sabemos. Con el Hubble hemos visto la parte final de esta etapa. Con el James Webb podremos ver sus inicios», añade.

Por su parte, Macarena García, astrofísica del Space Telescope Science Institute, explica que «el Hubble nos enseñó la adolescencia del universo. El James Webb nos va a mostrar su infancia. El Hubble nos permitió ver galaxias de cuando el universo tenía 400 millones de años. El James Webb nos permitirá ver el universo cuando tenía 200 millones de años, menos de un 2% de su edad. Hemos observado rangos anteriores, como el fondo cósmico de microondas. Pero la ventana que nos abrirá el James Webb no se ha observado nunca, es un universo inexplorado».

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