Obsolescencia del software, ¿cuándo se queda viejo un programa?

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Llega un momento en el que tenemos que decir adiós a un programa o un sistema operativo que lleva años con nosotros porque deja de sernos útil o, simplemente, se convierte más en un problema que en una solución. Con su uso, los dispositivos se vuelven lentos, pesados o presentan problemas de seguridad que hacen recomendable su sustitución, sobre todo en entornos profesionales. Es el momento de la obsolescencia del software, cuando un programa se vuelve casi inútil.

Hay gente que se resiste a cambiar. Es algo que ocurre más con el software privativo que con el libre. Pero igualmente todos los sistemas y programas tienen un tiempo de soporte determinado, a partir del cual dejan de recibir actualizaciones. Lo cierto es que con software libre es más fácil migrar, pero no siempre. Eso sí, al menos existen más alternativas para seguir trabajando de la forma más parecida posible.

Esto afecta también a programas que están en la nube, como podría ser un gestor de contenidos como WordPress, Joomla o Drupal. En un momento determinado, dejan de dar soporte a las versiones antiguas de las bases de datos, o son los servidores en la nube los que instalan nuevas versiones dejando obsoleta la versión del CMS que tenemos instalado en nuestro hosting.

La obsolescencia de los sistemas operativos

xp

En los ordenadores personales es habitual que los sistemas operativos dejen de recibir soporte después de años de servicio. El último caso ha sido el de Windows XP, que finalizó en 2014, y el siguiente será Windows 7, con la espada de Damocles apuntando a 2020. No significa que dejen de funcionar, sino que ya no reciben actualizaciones, y lentamente inician su declive. Por un lado, se vuelven más inseguros, puesto que muchos de los problemas de seguridad que afectan a sistemas operativos más modernos también suponen un riesgo para ellos, pero, en este caso, no se corrige. Esto provoca que se aprovechen dichos agujeros de seguridad por los atacantes para dañar los equipos.

Además, hay aplicaciones que dejan de funcionar o actualizarse para dichos sistemas. Un ejemplo, Chrome dejó de recibir actualizaciones en Windows XP, Vista u OSX 10.6. Teniendo en cuenta que el navegador es básico hoy en día para mejorar la experiencia web, se convierte en un problema no poder contar con él con todas las garantías.

Otro entorno que se ve afectado es el de los sistemas operativos móviles, que también tienen un ciclo de soporte breve. En el caso de Android, Google sólo da soporte a sus dispositivos Nexus durante 18 meses, aunque con Android M lo ha ampliado a dos años. A esto le tenemos que sumar las personalizaciones de los fabricantes, que muchas veces hacen imposible pasar a una nueva versión de Android. Con iOS ocurre más o menos lo mismo, aunque el ciclo de soporte es algo mayor y el inconveniente de que es necesario que las apps estén actualizadas para trabajar con el nuevo sistema.

Cuando una tecnología no está consolidada, la obsolescencia puede llegar incluso antes. El ejemplo más claro lo vemos en los televisores, donde la Smart Tv ha llevado diferentes sistemas operativos al televisor, que poco a poco van perdiendo aplicaciones que dejan de funcionar, no se pueden actualizar para recibir las mejoras, aunque el hardware de los mismos lo permita, etc. Aquí, al final, muchos usuarios acuden a soluciones externas como el Chromecast para dar vida a su Smart Tv.

La obsolescencia de programas y apps

AppStore

Lo cierto es que, en el caso de los programas, pueden seguir utilizándose en otros sistemas operativos en muchos casos. A veces, la compatibilidad no es completa o puede que no funcionen del todo bien, pero podemos seguir utilizando Office 2003 en Windows 7 sin ningún problema. Otra cosa es si sigue siendo el mejor programa para manejar documentos ofimáticos y correo hoy en día en los ordenadores modernos, al menos esa versión.

Lo contrario ocurre con el smartphone y la tablet, al menos en iOS. Llega un momento en el que se actualiza el sistema y las apps tienen que actualizarse de forma conjunta para poder funcionar de forma correcta. Esto implica que, si no tenemos la posibilidad de actualizar nuestro smartphone, no podremos seguir utilizando algunas de ellas.

En Android siguen funcionando en la mayoría de los casos, como máximo dejan de actualizarse y recibir nuevas funcionalidades. Normalmente los usuarios dejan de utilizar un smartphone o una tablet porque se ha vuelto lenta y buscan un dispositivo de mejor calidad a pesar de que funcione correctamente. En estos casos, el smartphone o la tablet, si no ha pasado mucho tiempo desde su compra, se suele revender.

Cómo luchar contra la obsolescencia del software

linux

Pero no hay que dar todo por perdido, ya que es posible mantener en funcionamiento equipos informáticos y smartphone y tablets y luchar contra esta obsolescencia (o simplemente avance tecnológico). En el caso de los ordenadores personales, si Windows XP funciona bien, lo ideal es mantenerlo aislado, para que un eventual problema de seguridad no pueda provocar un problema en la red, especialmente en empresas.

Si el hardware es potente, siempre se puede apostar por un cambio de sistema operativo, donde se instale una distribución Linux y virtualizar Windows XP para que funcione como sistema invitado. De esta forma, seguimos utilizando los programas que necesitamos en XP sin que tengamos problemas de seguridad que puedan afectar a otros equipos. Para el acceso a Internet y programas básicos, se utilizaría la distribución de Linux que hayamos elegido.

En el caso de smartphones y tablets, lo cierto es que en iOS poco se puede hacer, más allá de empezar a utilizar el smartphone como reproductor de música, cámara de vigilancia, marco de fotos, etc. Se le puede dar otros usos más allá del teléfono tal y como hoy en día lo entendemos.

En el caso de Android, existen más posibilidades, ya que una nueva rom le puede dar una vida extra. A veces, sólo con quitar la personalización del fabricante, la fluidez del dispositivo mejora mucho, tanto como para darle un par de años de vida extra sin problemas.

El peligro de no poder leer los archivos digitales en el futuro

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Quizás el gran problema de la obsolescencia del software y hardware esté en la compatibilidad de los archivos y la posibilidad de acceder a ellos y leerlos en el futuro. Ejemplos tenemos muchos, sobre todo el paso del analógico al digital. Música que teníamos almacenada en casetes, que ahora no podemos leer porque simplemente no tenemos un reproductor de este tipo en casa.

Nadie nos garantiza que lo que hoy almacenamos en un CD o en un disco duro se pueda seguir utilizando dentro de 50 años, que los recuerdos digitales y documentación seguirán estando accesible. Lo mismo ocurre con el almacenamiento en la nube. Este es quizás el aspecto más delicado de la obsolescencia de los programas y el software a medio y largo plazo.

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Imágenes | Wikipedia | Pixabay

Una respuesta a “Obsolescencia del software, ¿cuándo se queda viejo un programa?

  1. Todo tiene su punto de vista. De cara al usuario está mal, porque algo que utilizabas, y estabas acostumbrado a ello, tienes que dejar de usarlo, y a veces, aunque encuentras una alternativa, supone un aprendizaje, prescindir de una característica que usabas o cambiar tu forma de trabajar, y eso molesta. De cara a la empresa de software, es normal que renueven su base de código para brindar nuevas características, adaptarse a las nuevas plataformas y hacer el software más robusto, y eso pasa por querer dejar de mantener las versiones antiguas del software.

    El gran problema, que el software evoluciona a un ritmo vertiginoso, y antiguamente la estrategia de todas las empresas de software (y actualmente de algunas) era utilizar unos archivos en un formato privativo que sólo ellos sabían abrir y salvar, así te hacían dependiente de esa tecnología. Conozco el caso de algunas personas, que para su empresa han tenido que pasar a mano gran cantidad de datos de un programa de facturación antiguo a uno nuevo porque la empresa del primero cerró, y ya no es compatible con la nueva versión de Windows que tiene que ir en los nuevos ordenadores (porque en esos ya no se podía instalar XP/2000/95…). Afortunadamente, hasta Microsoft con el tema de los documentos se estaba dando cuenta, poco a poco, para permitir la interoperabilidad, debía tener un formato documentado (como ocurre en gran parte con OOXML), y cada vez más a menudo ves programas que almacenan su información en un archivo XML (o conjunto de ellos), por lo que, puede que sea un poco engorroso traspasar datos (como en el ejemplo anterior), pero siempre puedes contratar a un programador que pueda hacerlo.

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