Ya es bastante complicado convencer a la gente para que se olvide de la tele u otras actividades para ponerse a jugar a un juego de mesa (salvo los que tengáis otra suerte con el tema, claro), así que si encima vas cargando con la caja de arriba para abajo lo más probable es que te acabes dando por vencido.
La otra opción es seguir dando la brasa con los juegos de mesa para tablet, que va a ser mucho más cómoda de llevar de aquí para allá y no admite quejas sobre «es que me apetece jugar a ese otro juego«. Vamos, que tus familiares y amigos no tendrán escapatoria y, con un poco de suerte, hasta se acabarán enganchando. Para hacértelo más fácil, aquí tienes una lista con los mejores.
Aventureros al tren
Ticket to Ride es uno de esos grandes clásicos de los juegos de mesa que, pese a no ser conocido al nivel de Monopoly y similares, va a ser complicado que alguien no acabe enganchado de por vida. La idea es controlar las líneas ferroviarias para evitar que el resto de jugadores pueda seguir ampliando su radio de acción.
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Boggle
Los mejores juegos de mesa para tablet son aquellos que requieren poca interacción desde la pantalla, es decir, que no hay que estar tocándola cada dos por tres para poder avanzar, y ahí Boggle es un filón gracias a que de lo único que se encarga es de darnos una serie de letras con las que jugar a crear las palabras con más puntuación posible.
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Carcassonne
Juegos de controlar ciudades hay a puñados, pero pocos con el tremendo éxito que ha tenido Carcassonne. Que el tablero sea nuevo en cada partida, los piques por controlar el mayor número de posesiones de la mítica ciudad francesa y que cada partida se mantenga en alrededor de una hora, lo convierte en el juego ideal para juntarse a disfrutarlo en familia.
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Catán
Con Los Colonos de Catán se repite un poco el esquema del juego anterior: es alemán, el objetivo es construir ciudades y el tablero cambia cada vez que juegas. Uno de esos juegos fáciles de aprender pero complicados de dominar y, además, con alicientes suficientes para que jugadores de todos los niveles puedan disfrutarlo y alcanzar objetivos.
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Life
Crecer, ir a la universidad, casarte, tener hijos, pagar la hipoteca, ir a trabajar… Así es el juego de la vida, un clásico norteamericano que incluso se ha ganado un hueco en el museo Smithsonian gracias al impacto que tuvo en el país. Ideal para echar el rato y para enseñarles a tus hijos lo que se encontrarán cuando crezcan de una forma que no les traumatice de por vida.
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Monopoly
El clásico entre los clásicos, el juego de adquisiciones inmobiliarias con un millón de versiones distintas para que puedas comprar calles tanto en la Estrella de la Muerte como en Fondo de Bikini. En tablet también podréis encontrar una buena colección de versiones, así que sólo hace falta que decidáis bajo qué reglas y estilo queréis jugar. Os dejamos con la clásica, por si las moscas.
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Scrabble
Otro de esos juegos con suficientes años a sus espaldas para que sea casi imposible que alguien desconozca su existencia. 77 años de colocar letras sobre un tablero que, ahora, también puedes disfrutar desde la comodidad de una tablet para evitar que las fichas se caigan por el suelo (a todos nos ha pasado, para qué nos vamos a engañar).
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Risk
Controlar tus ejércitos como si estuvieses comandando a las tropas del mismísimo Napoleón intentando dominar el mundo parece una tarea complicada hasta que te adentras en Risk. No es lo mismo que en la vida real, claro, pero sí ofrece el suficiente componente estratégico para que disfrutarlo en compañía de amigos ofrezca una tarde de pique constante.
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Uno
El juego capaz de destrozar familias enteras a base de «chúpate cuatro y voy al color que no tengas«. Un clásico del mundo de las cartas que ya ha tenido distintas versiones tanto en móviles como tablets y ahora ha optado por el estilo free-to-play. Puede que las cartas no pesen igual que un juego de mesa para transportarlo de aquí para allá, pero si lo llevas en digital es más cómodo y no pierdes cartas.
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