El Museo de Cádiz acoge la exposición “El signo de occidente”, una muestra individual dedicada al artista Guillermo Pérez Villalta. Esta exposición, que abre sus puertas hasta el 29 de noviembre, recoge una importante parte de las piezas que el creador donó en el año 2013 al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Integrante del movimiento denominado “Nueva figuración madrileña” del que también forman parte artistas como Chema Cobo, Carlos Alcolea, Manolo Quejido o Luis Gordillo, entre otros, Pérez Villalta es uno de los pintores más representativos del denominado posmodernismo español.
pérez Villalta y la herencia de oriente
Haber nacido en el occidente de Occidente ha marcado la trayectoria de Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948). Casi todo lo que le interesa culturalmente procede de ese punto cardinal respecto a donde él nació y vive, como son por ejemplo la cultura clásica y el Renacimiento
A Guillermo Pérez Villalta le interesa especialmente el cómo oriente influye en occidente al producirse la emigración de las formas y cómo, en el transcurso de esas migraciones, van mutando no solo en sus variaciones hasta hacerse otras, sino también trastocando sus significados.
Los trabajos que presenta ahora el gaditano Guillermo Pérez Villalta son en diferentes formatos, pero primando los lienzos. Su vida y su obra se confunden y se proyectan la una en la otra hasta conformar una trayectoria y una vida excéntrica, puesto que no busca una posición central, sino más bien estar en el otro lado, ya sea de la modernidad o de la tradición clásica, contaminándose mutua y continuadamente para conseguir ese escoramiento con el que él disfruta, puesto que el signo de occidente no puede ser otro que la herencia de oriente.
La exposición también invita al visitante a jugar, intentando descubrir qué piezas son de la colección arqueológica del museo y cuáles de Pérez Villalta. En las vitrinas se han situado distintas piezas de orfebrería del artista que dialogan con las antiguas demostrando ese viaje vital y creativo del artista tarifeño entre Oriente y Occidente. Vasijas, brazaletes, joyas y otros objetos que pasarían por piezas arqueológicas de no ser el espectador un avispado observador del conjunto incluido en cada vitrina, como explicó el director del CAAC Juan Antonio Álvarez en la inauguración de la muestra.