La «Thermomix» 3D que te cocina bueno, bonito y muy sano

Imagen: Natural Machines

Nadie le dice que no a un apetitoso plato de paella o a un bizcocho cuyo interior parece tan jugoso que casi se nos deshace en la boca. Además, gracias a los numerosos talent shows de cocina que ocupan el prime time y a los incontables youtubers e instagramers que nos aleccionan con recetas saludables, parece que todos somos capaces de convertirnos en chefs de estrella Michelín.

Pero señores, ¿quién tiene ganas de cocinar un lunes durante 3 horas solo para subir el resultado a sus redes sociales? ¿Quién ha logrado un emplatado que alcance lo divino y no sobrepase los niveles oficiales de horterada? Seguramente la mayoría de nosotros no podríamos ni hacer el amago de levantar la mano, pero que nadie se preocupe porque para eso ha nacido Foodini, una impresora 3D creada por Natural Machines que cocina sano, bueno y bonito.

eL FUTURO DE LAS «THERMOMIX»

Foodini es, simplemente, la evolución más avanzada de la «Thermomix» de toda la vida. Sí, nos referimos a ese amado robot que nos hace la masa de croquetas sin mover un dedo. El caso es que la empresa Natural Machines ha tenido la maravillosa idea de incorporar la impresión 3D en la cocina. Teniendo en cuenta que en Masterchef nos animan a usar nitrógeno líquido, la cosa no parece tan descabellada. Esta impresora posee una serie de cartuchos que el usuario va rellenando con los ingredientes que desee. De esta forma, podemos asegurarnos de que no comemos tinta (ni magenta ni cian).

El curioso aparatito tiene hasta 5 cápsulas distintas de acero inoxidable por lo que podréis intercambiarlas de diferentes formas para que a vuestros platos no les falte de nada. Además, Foodini posee un software especializado que recibe el nombre de Foodini Creator. Su función no es otra que la de dejar volar la imaginación del intento de chef que muchos llevamos dentro. Cuando sintáis que un escalofrío os recorre el cuerpo, que una descarga va desde vuestro dedo gordo hasta vuestra cabeza, probablemente os esté invadiendo la inspiración. No desperdiciéis estos momentos y cread, cread y cread.

El funcionamiento de Foodini utiliza hardware y software y el poder de Internet para ofrecerte los platos más apetitosos y para que quedes como un gran anfitrión (importante dato). Este sistema empuja los ingredientes hacia la parte baja de la cápsula y los imprime capa por capa a través de un control de precisión. Disponéis de una serie de recetas preestablecidas y podréis guardar las vuestras propias, vamos una «Thermomix» de toda la vida y que nadie nos diga lo contrario, por favor.

Apto para instagramers

Como ya os hemos contado, uno de los objetivos principales de Foodini es presentar los platos de forma tan bonita que os de pena meter el tenedor. La cofundadora y CMO de la compañía, Lynette Kucsma, afirma que “podemos imprimir formas divertidas y presentar los platos de manera bonita. Que la presentación sea atractiva es necesario porque la juzgamos con la vista y decidimos si nos apetece o no en función de su aspecto”. Foodini puede ser el aliado que los instagramers healthy estaban esperando, ¿no creéis?

Pero no penséis que Foodini es algo tan superficial o absurdo como esto porque también se presenta voluntario como padawan para luchar contra la comida precocinada. “Aunque al principio suene descabellado, no lo es tanto si pensamos que, cuando comemos algo manufacturado comprado en un supermercado, prácticamente ya ha sido preparado como comida impresa” declara Kucsma. El caso es que, y dándole al César lo que es del César, si utilizáis Foodini seréis vosotros quienes elijáis los ingredientes (y esperamos que sean sanos y frescos, por favor).

Haciendo homenaje a la teletienda, ya podéis adquirir Foodini por el módico precio de 3.600 euros. Pero bueno, que si seguís haciendo las lentejas en el puchero de toda la vida, pues casi que mejor.

Imagen: Natural Machines

Comida 3D para astronautas

La Nasa se ha interesado en varias ocasiones por esto de la comida impresa para que sus astronautas estén hermosos y bien alimentados durante las misiones espaciales. Si uno de estos viajes se extiende demasiado en el tiempo, sería un engorro llevar comida para todos los días (con el gasto de espacio y combustible que esto supone). Por eso, la comida impresa podía convertirse en una buena solución al problema. En el año 2013 se comenzó a investigar y a invertir en el proyecto y para 2017 la startup BeeHex ya creaba pizzas en unos 4 minutos. El fundador de esta empresa, Anjan Contractor, recibió en su momento financiación por parte de la NASA para desarrollar el proyecto.

Otra de las opciones que se barajaba para alimentar a los astronautas (que Dios los pille confesados) es la fabricación de alimentos 3D a partir de la descomposición de su orina y excrementos. Apetitoso ¿eh?. Christopher House, profesor de geociencias en la Universidad de Pensilvania, y su equipo de investigación han desarrollado un proyecto que permite degustar platos creados a partir de estas llamativas sustancias. Concretamente, se genera una biomasa con un valor nutritivo de 52% proteínas y 36% grasas, vamos lo ideal para estar bien sanote. Lo más curioso de todo, es que House cuenta con financiación de la NASA. Esta «innovadora» técnica aún no se ha puesto en marcha pero no se descarta que su utilización para futuros viajes espaciales. Lo que no tenemos muy claro es que los astronautas estén dispuestos a embarcarse en ellos.

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