Todos sabemos que cada vez que alguno de nuestros amigos tiene un hijo vamos a tener que soportar esa lluvia torrencial de fotografías y vídeos en los que se puede apreciar al precioso retoño haciendo monerías. Que si se ha reído, que si mira como ya dice mamá (lo sentimos, la mayor parte de las veces son imaginaciones vuestras), que si mira que espabilado está… en fin, un adorable suplicio.
Sin embargo, hay gente que se pone pesada con tanta originalidad que hasta deja de serlo. Sino que se lo digan al diseñador Benson Chou y su esposa Michelle que han compartido con el mundo la monísima carita de su hijo Zoltan de una forma que nos ha encantado. La pareja decidió que su hijo era de película, literalmente. Así que se pusieron manos a la obra para recrear carteles de distintos filmes, en este caso, con Zoltan como protagonista indiscutible.
Un bebé de película
Todo comenzó cuando unos amigos de Benson y Michelle le regalaron al pequeño Zoltan un disfraz de Buzz Lightyear. En señal de agradecimiento, la pareja quiso fotografiar al bebé con el espacial atuendo pero la cosa parecía quedar un poco sosa sin los elementos accesorios adecuados. De esta forma, las sábanas de la cama se convirtieron en planetas y los envases de crema en estrellas. Vamos, nadie puede negar que estos padres no tienen imaginación.
A partir de aquí, esta peculiar familia emprendió un viaje que consistía en subir a sus redes sociales un montaje nuevo cada fin de semana hasta que el pequeño Zoltan cumpliese un año. Las sesiones fotográficas, como es normal, no podían extenderse demasiado o el protagonista acabaría hasta las mismísimas narices. Por eso, y tal y como contaban Benson y Michelle, solían durar entre 30 y 60 minutos.
Lo mejor de todo es que los padres, además de subir a Instagram el resultado final, también comparten el «behind the scenes». De esta forma, podemos entender mejor el universo de unos imaginativos padres que, desde luego, no se aburren con su hijo. Ah, y que al menos dan la turra con un poco de gracia.
¿Exponer a tu hijo en redes sociales?
Vivimos en una era tan tecnológica que nuestros hijos se han convertido en un agente más de este entramado digital. Muchos padres deciden compartir contenido e imágenes de sus hijos en redes sociales, obviando el hecho de que de esta forma están generando una identidad que acompañará a los pequeños a lo largo de su vida.
Tal y como contaba Garfield Benjamin para Nobbot, las empresas intentan hacer ver que los datos son el nuevo petróleo, es decir, un producto que puede ser comercializado. Sin embargo, este modelo pierde su razón de ser cuando entran en escena los grupos con menos poder en la sociedad, formados por jóvenes, pero también por otros colectivos marginados por motivos étnicos, de edad o de sexualidad. En su lugar, deberíamos valorar la información personal como sinónimo de identidad.
Al querer presumir de nuestros hijos no deberíamos contribuir a un sistema que normaliza la vigilancia y la ausencia de privacidad. Bastante tendrán de eso cuando crezcan. El Children’s Commissioner de Reino Unido ha publicado 10 consejos para minimizar la huella digital de los niños, entre los que se incluyen evitar las publicaciones que desvelen de alguna manera su fecha de nacimiento o su ubicación. Además, es importante establecer un diálogo y llegar a acuerdos que nos permitan tratar de forma correcta la identidad digital de nuestros hijos.