Caras de cansancio, ojos medio cerrados, bostezos constantes… El panorama puede llegar a ser desolador en algunas clases de Matemáticas, Lengua o Historia… la materia es lo de menos. Saltarse una hora, después dos, tres y acabar perdiendo días enteros es una práctica demasiado común entre algunos alumnos que, en su mayoría, acaban abandonando la escuela a edades tempranas. Que conste que no pretendemos lavarnos las manos y ver la paja en el ojo ajeno porque mentiríamos si no reconociésemos que todos hemos hecho pellas en alguna ocasión. El problema llega cuando esto se convierte en rutina y no en excepción. El absentismo escolar es uno de los grandes retos a los que debe hacer frente la educación en muchos países del mundo. Por su parte, China no está por la labor de alargar la vida de las pellas así que, como siempre, nos han sorprendido con una propuesta tan original como loca: uniformes inteligentes que permiten controlar la ubicación y la asistencia a clase de los alumnos.
El chándal inteligente que se chiva de todo
China siempre encuentra algún artilugio tecnológico para hacer frente a distintos retos y, en este caso, han dado con el uniforme inteligente que dará más de un quebradero de cabeza a los alumnos. Tal y como cuenta el diario Global Times, 10 colegios de la provincia de Guizhou y la región de Guangxi Zhuang, en el sur del país, han incorporado estos uniformes a sus filas. Estas prendas incorporan unos sensores que detectan la hora de entrada y salida de los alumnos y envían una alerta a padres y profesores con esta información.
Pero la cosa no termina aquí, estos superuniformes poseen una tecnología bastante avanzada que se lo pone muy difícil a aquellos que tengan ganas de hacer alguna jugarreta. Si los estudiantes salen del centro escolar sin permiso se activa una alarma de forma automática. Y que a nadie se le ocurra intentar colársela a los mayores porque no va a servir de nada. Cada prenda ha sido registrada con el rostro de su propietario así que mejor que vaya desapareciendo la idea de intercambiar el uniforme. Las puertas de los colegios que utilizan estos uniformes cuentan con un equipo de reconocimiento facial que hace saltar la alarma en caso de infracción. Como véis, la cosa está complicada e igual no queda más remedio que ir a clase.
Una alarma, tu peor pesadilla
Seguramente os parecerá que estos superuniformes chinos no podrían poner más trabas a los alumnos que quisieran saltarse una clase o simplemente echarse un sueñecito, pero nada más lejos. Este invento chino no ha querido pasar por alto ni un solo detalle y, tal y como cuenta The Epoch Times, sus sensores son capaces de detectar cuándo un alumno se queda dormido para emitir (otra vez) una alarma. Parece que habrá que descansar en casa porque en el colegio eso de cerrar los ojos un segundito ya no es una opción.
Como no todo podía ser malo, estos uniformes inteligentes incluyen alguna que otra función que trata de facilitar la vida a los estudiantes. Si no llevan efectivo encima, podrán realizar pagos gracias al sistema de reconocimiento facial o a sus propias huellas. Aunque, esto es un punto positivo dependiendo de la perspectiva desde la que se mire. Los padres recibirán información sobre todo aquello que compran sus hijos gracias a una aplicación móvil. Ya sabéis, si vuestro almuerzo es una mandarina o un bocadillo de paté, olvidáos de las patatas o la palmera de chocolate.
La responsable de este gran invento (o enemigo, depende de para quién) es la empresa Guanyu Technology. El equipo encargado de este proyecto ha pensado en absolutamente todo, literalmente. Estos uniformes se pueden lavar hasta en 500 ocasiones y a temperaturas de hasta 150 grados. Parece que nadie puede con ellos, lo sentimos chicos.
¿Adiós a la privacidad de los estudiantes?
Aunque seguramente muchos padres estarían encantados de que sus hijos vistieran estos modernos y desarrollados uniformes, resulta inevitable pensar en la privacidad cuando hablamos de ellos. El debate en las redes sociales chinas ha sido intenso y son muchos los que se cuestionan dónde está el límite entre el cuidado de nuestros jóvenes y la invasión de su espacio privado.
Guanyu Technology ha emitido un comunicado en la red social Weibo en el que afirma que los uniformes brindan un «método de gestión inteligente que beneficia a los estudiantes, maestros y padres”. Por su parte, Lin Zongwu, director de la escuela número 11 de Renhuai, aseguraba a Global Times: “No verificamos la ubicación precisa de los estudiantes después de la escuela, pero cuando alguien falta a clase, el uniforme nos ayuda a localizarlo”.
Los usuarios de Weibo se encuentran divididos entre aquellos que creen que los padres han sufrido una especie de lavado cerebral para admitir esta invasión en la privacidad de sus hijos y aquellos que ven en estos uniformes una oportunidad de mejorar la situación educativa del país.
El absentismo escolar, un reto para la educación
El absentismo escolar se ha convertido en uno de los grandes retos a los que debe hacer frente la educación. Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2017 en España el abandono temprano de la educación-formación alcanzaba la cifra de 21,8% para los hombres y 14,5% para las mujeres.
Lin Zongwu, director de una de las escuelas chinas en las que se han introducido estos uniformes inteligentes, asegura que desde su utilización en 2016, la asistencia a clase ha aumentado de forma considerable. Quizá esta sea una opción para obligar a los alumnos a acudir a la escuela pero ¿no sería mejor que entendiesen la importancia de la formación? Uniformes inteligentes o sargentos de tela, a elección del consumidor. Pero, ¿es esta la solución definitiva? o ¿seguimos poniendo parches?