Cuando uno acude a un museo, siente la impresión de entrar en un lugar con cierta solemnidad. Sobre todo por el silencio que reina en ellos. Un hábito en muchos casos necesario si queremos concentrar toda nuestra atención en lo que hemos ido a ver.
Sin embargo, esta no es la única forma de disfrutar del arte. Interactuar con él y dejar que, además de la vista, participen de la experiencia otros sentidos da una nueva dimensión a estos espacios. Y a la forma en la que se disfruta de un cuadro o se redescubre a un artista.
Esto es lo que han hecho en ‘Van Gogh Alive-The Experience’. Una exposición que se puede visitar en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid, desde el 26 de diciembre. Este innovador montaje ya ha pasado por 40 ciudades de todo el mundo, incluidas Sevilla y Alicante.
«Esta propuesta es una nueva forma de ver el arte, tanto para personas habituadas a visitar un museo, como para aquellos que no se suelen sentir cómodos en estos espacios», cuenta a Nobbot la directora de la exposición en Madrid, Elena Goroskova. «Es una nueva forma de presentar las obras clásicas de una manera amena. Y muy adaptada a la generación que está viviendo a 36 fotogramas por segundo».
Cuadros envolventes EN ‘Van Gogh Alive-The Experience’
Todo aquel que se acerque a verla ha de hacerse a la idea de que se va a encontrar con algo diferente. Los cuadros no están montados sobre lienzos, sino que toda la sala es el soporte sobre la que se muestran las obras de Vincent van Gogh. Las paredes están cubiertas de pantallas de grandes dimensiones –una de ellas tiene más de ocho metros de alto– sobre las que se proyectan sus obras. Y lo mismo ocurre con el suelo.
«En Madrid estamos en un espacio único. En el montaje hemos intentado preservar la belleza de la sala [un salón de baile]. Por eso hemos integrado las pantallas a lo largo de todo el espacio creando diferentes ambientes, también en el suelo y en las columnas», describe la directora de la exposición.
Con esta propuesta se crea una atmósfera envolvente. La sensación es casi como la de estar dentro de los cuadros del pintor holandés. Sus organizadores, Nomad Art y Grande Exhibitions, la califican como una experiencia multisensorial.
“Se trata de vivir el arte de una manera asombrosa e inesperada. No estás viendo el cuadro, el cuadro te está absorbiendo, te rodea, está por todos lados”, señala Elena Goroskova. Quien anima a los visitantes –adultos y niños– a explorar todos los rincones de esta exposición. E incluso a sentarse en el suelo o simplemente a dejarse envolver por las sensaciones.
Para crear este efecto, se han necesitado más de 3.000 imágenes. La escala a la que se reproducen los cuadros permite disfrutar de cada uno de sus detalles. Es posible contemplar cómo oscilan las constelaciones de ‘La noche estrellada’. O ver cómo alzan el vuelo los pájaros en ‘Trigal con cuervos’ y apreciar de cerca los rasgos de Van Gogh en su ‘Autorretrato’.
Imagen, luz y sonido
Para conseguir transmitir estas sensaciones, Grande Exhibitions ha desarrollado la tecnología SENSORY4TM. Se trata de un sistema donde un conjunto de potentes ordenadores controlan hasta 40 proyectores de alta definición. Algo que consiguen con la ayuda de un software específico desarrollado para este montaje.
Junto a las imágenes, también controlan las luces que ayudan a crear un espacio diferente al habitual en un museo. Y se completa con un sistema de sonido envolvente que acompaña al visitante durante su recorrido en esta exposición. Entre las piezas seleccionadas hay una gran variedad de temas musicales. Entre ellos obras de Vivaldi, Bach, Hendel o Saint-Saëns, y hasta música tradicional japonesa.
La propuesta que trae a España Nomad Art ofrece también la oportunidad de examinar las fuentes de inspiración de Van Gogh. Junto a su vida, sus pensamientos y su estado de ánimo. Todo ello a través de paneles, fotografías y vídeos que recogen su trabajo entre los años 1880 y 1890.
Cuando preguntamos a Goroskova sobre la elección de este artista para un montaje de estas características, no lo duda: «Van Gogh es un artista universal que, además, llega con facilidad tanto a los adultos como a los niños». Y añade: «Los visitantes más jóvenes no perciben la profunda tristeza de este artista, pero sí su color, incluso más que los adultos. De ahí que tanto unos como otros encuentran su manera de disfrutar de la exposición».
‘Van Gogh Alive-The Experience’ estará en Madrid durante nueve semanas hasta el próximo 26 de febrero. La visita está organizada por franjas horarias y las entradas, desde 12 euros, pueden comprarse en la web de la exposición.
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Imágenes | Van Gogh Alive-The Experience