Llega el verano, apetece coger la rebequita y salir por ahí a tomar algo, dar un paseo o seguir manteniendo uno de nuestros pasatiempos pueblerinos favoritos de esta época, asistir a un cine al aire libre. Lamentablemente no es algo que siempre esté a nuestra disposición, así que cambiemos la frase y, si no podemos ir al cine de verano, hagamos que el cine de verano venga a nosotros. Gracias a los servicios y accesorios que hoy te presentamos podrás montarte tu propio cine de verano en casa, en la terraza si tienes suerte o, por qué no, olvidándote del sofá y apacalancándote en un salón con todos los cojines tirados por el suelo.
Un buen proyector, pero que no sea muy caro
Para poder disfrutar de un cine de verano como manda la tradición la tele se nos queda pequeña, mejor optar por el maravilloso combo de proyector y pantalla, con imágenes más grandes y la sensación de que nos hemos montado un cine en casa por un precio más bajo del que te está viniendo a la cabeza en estos momentos. 
Tengamos en cuenta que para adquirir un proyector tope de gama tendríamos que irnos a más de 20.000 euros, pero para eso estaríamos hablando de visualización de contenidos 4K y un contraste dinámico y brillo que ya quisieran el cine del pueblo de tus abuelos. Lo bueno es que a partir de ahí todo es mucho más asequible, y aunque los dispositivos de gama media pueden conseguirse por unos 600 euros, también puedes encontrar opciones mucho más baratas que apenas superen los 200 euros. Lo primordial al adquirir tu proyector es comprobar qué resolución aguanta (el estándar actual es el Full HD de 1.920 x 1.080 puntos) y qué brillo tiene. Tampoco debemos volvernos locos, pensemos que el proyector para ricachuelos que comentábamos antes se mantiene en 1.700 lúmenes.
Mejor una pantalla de proyección que una pared
Aunque parezca que al comprar una pantalla de proyección lo único que estamos haciendo es gastar el dinero mientras desaprovechamos una pared, hay que tener muy presente que aquí lo importante no es tener un fondo blanco, sino cómo ese fondo recibe y hace rebotar la luz. 
A partir de ahí tenemos dos opciones, o adquirir un panel fijo o uno plegable, todo depende de si quieres montarte un cine de verano o también quieres repetir la experiencia cada fin de semana del año. Algo que, por cierto, también es muy probable si acabas decidiéndote a dar el salto. Aquí ocurre lo mismo que con los proyectores, que el margen de precio puede ser muy distinto entre lo más alto de gama y lo que ya nos vendría bien dependiendo del proyector que compremos. Todo debe ir en consonancia, así que no vale la pena irse a pantallas de cerca de 5.000 euros si no vamos a sacarle partido, mejor optar por una gama media que puede quedarse en los 200 euros.
Ya tenemos todo montado, ahora sólo faltan las pelis
Tras montar nuestro proyector y pantalla, ahora lo que necesitamos son contenidos suficientes para sacarles partido, y por suerte servicios como el Jazzbox de Jazztel nos permiten acceder a todo el catálogo VOD de Yomvi, con series, documentales y los últimos estrenos de cine. 
Si estamos buscando una alternativa, uno de los gigantes del video bajo demanda en nuestro país es Wuaki, probablemente la oferta más amplia de nuestro país para ver cine online y con servicios de tarifa plana para poder acceder a gran parte de su catálogo sin pagar más de la cuenta. Otra de las plataformas que está en constante crecimiento es Filmin, que más allá de los estrenos más sonados se centra en acercarnos las mejores cintas de cine independiente, las mejores series europeas y un gran surtido de documentales y anime para cuando nos cansemos de tanto blockbuster. Por último tenemos Cineclick, una enorme selección de películas clásicas (y otras más actuales) con la que disfrutar de la historia del cine gracias a sus colecciones de género y su servicio de suscripción. Por el precio de una entrada de cine actual tenemos el cine en casa para que veamos películas hasta que nuestras retinas pidan clemencia. En AnexoM | ‘Dark Matter’ y ‘Hannibal’ llevan ciencia ficción y misterio a la tele