Por qué todos hablan del ruido de color y sus distintas aplicaciones

El ruido de color relaja la mente

¿Qué quiere decir que el ruido tiene color? No se trata de una propiedad sinestésica en la que mezclamos las percepciones sensoriales. Su explicación está relacionada con el espectro luminoso.

Cuando se habla de ruido de color, en realidad, se hace referencia a la longitud de onda que diferencia cada sonido del resto por la potencia y distribución de su frecuencia. 

Los colores también se asocian a distintas longitudes de onda. Por eso, se hace un paralelismo entre ellos. Y para distinguir claramente cuándo se habla de un sonido con una determinada densidad espectral de potencia (PSD), se han popularizado términos como ruido blanco o rosa.

Un ejemplo lo tenemos al referirnos a infrasonidos y ultrasonidos. Los infrasonidos, ondas acústicas que se sitúan por debajo del espectro audible, 20 Hz, se corresponden con los infrarrojos. Es decir, con las longitudes de onda del espectro visible más bajas. Mientras que las frecuencias vibratorias más altas o ultrasonidos, que están por encima de los 20 KHz, se relacionan con la radiación ultravioleta, de densidades espectrales más elevadas e imperceptibles al ojo humano.

El ruido de color tiene utilidades en el campo de las matemáticas, la física y la ingeniería eléctrica. Pero si ahora oímos hablar tanto de este concepto es porque han empezado a estudiarse sus efectos en la salud de las personas.

Índice

    1. Ruido blanco, el más conocido
    2. Más colores

Ruido blanco, el más conocido

El ruido blanco es la suma de todas las frecuencias que es capaz de captar el oído humano, de 20 Hz a 20.000 Hz, aproximadamente. Y todas ellas con la misma potencia. Se asimila con el blanco porque la luz de este color también agrupa todas las frecuencias aunque, en este caso, del espectro visible. Su sonido vendría a ser como el de un televisor cuando no está sintonizado, el de un ventilador, un secador o un extractor de cocina.

Comúnmente, se suele usar para procesar señales, para sintetizar sonidos e incluso en vehículos de emergencia. Pero los que no son técnicos ni matematicos intentan utilizarlo para eliminar sonidos nos deseados que perturban su actividad. Las voces de los que tenemos alrededor y el tráfico de la calle, por ejemplo, pueden impedir que nos centremos en el estudio y trabajo o que no consigamos conciliar el sueño. Las consecuencias son de sobra conocidas: pérdida de concentración, reducción de la productividad e incremento de los niveles de ansiedad.

Las terapias que utilizan el ruido de color para solucionar estos problemas se fundamentan en la idea de que una emisión homogénea de este tipo de sonidos consigue enmascarar el resto de voces y ecos. Los ahoga y homogeneiza en una única pauta monótona y constante que permite que la mente se calme. Ahora bien, ¿hasta qué punto apoya la ciencia estas afirmaciones?

Ruido de color: pros y contras

En el artículo ‘La influencia del ruido blanco en el sueño en sujetos expuestos al ruido de la UCI’, el doctor Michael Stanchina, especialista en medicina del sueño en el Hospital de Kent, explica cómo el uso de ruido blanco favorece el descanso de los pacientes ingresados en la UCI. En su experimento se recreó el ambiente bullicioso de una unidad de cuidados intensivos. Y se demostró que los enfermos a los que se les aplicaba ruido blanco se despertaban menos que el resto.

Otro interesante estudio es el que se realizó en pacientes en cuidados coronarios, ingresados en una unidad en permanente actividad y en la que era difícil establecer una atmósfera de descanso adecuado. En este experimento, a los usuarios se les trató con 50 dB de ruido blanco y se comprobó que la calidad de sueño mejoraba durante tres noches seguidas.

Pese a eso, son muchas las voces que advierten de los problemas que puede causar el ruido de color, sobre todo a largo plazo. El neurocientífico Seth Horowitz previene sobre su posible afectación en las células ciliadas en el órgano de Corfi del oído. La exposición permanente a un sonido provoca la sobrecarga de las mismas y la pérdida del fundamental periodo de recuperación para que su funcionamiento siga siendo correcto.

También resulta polémica la aplicación del ruido blanco a los bebés. Aunque parece una buena solución a corto plazo, para calmar su llanto, algunos especialistas consideran que es posible que afecte a su desarrollo. No hay evidencias claras que lo demuestren, pero en un estudio practicado en ratas en 2017 se comprobó que disminuía la densidad neuronal de aquellas expuestas al ruido de color.

Dispositivos y aplicaciones

Noisli, una aplicación de ruido de color

A pesar de ello, hay quienes defienden los beneficios del ruido de color cuando necesitan trabajar o irse a la cama. Se basan en la respuesta de sus propios cuerpos. Por eso, cada vez aumenta más la oferta de dispositivos y el desarrollo de apps relacionadas con el ruido blanco.

LectroFan es una de las marcas más conocidas. Sus modelos ofrecen 10 tipos de ruido blanco no repetitivos. Por su parte, Dohm demuestra lleva vendiendo sus ‘máquinas para dormir’ desde 1962 y promociona sus productos como pioneros. Entre muchos otros productos similares, también podemos hablar de Buzby co Buho, un dispositivo pensado para bebés que también hace las veces de peluche.

Entre las aplicaciones para móvil y tablet que, además de ruido blanco, permiten al usuario crear sus propias composiciones de sonidos relajantes, destacan soluciones como Ruido blanco, Noisli,  myNoise y Duerme bebé.

Más colores

El ruido blanco no es el único ruido de color que existe. De hecho, en los últimos años, está ganando en popularidad el ruido rosa. Es muy parecido al blanco pero con un predomino de los sonidos graves en lugar de las frecuencias altas. Cada vez que se baja una octava, el ruido rosa decrece tres decibelios y duplica el ancho de banda. Su densidad espectral es inversamente proporcional a la frecuencia del sonido.

Se suele utilizar para comprobar la acústica de las salas, los equipos de sonido y los instrumentos. Y algunas voces afirman que sus ventajas son mayores que las del ruido blanco, pues no solo ayuda a concentrarse y a dormir mejor, sino que también mejora la memoria.

Por otro lado, podemos hablar del ruido rojo, marrón o browniano, que debe su nombre a Robert Brown, el descubridor del movimiento browniano (el movimiento de las partículas en la superficie del agua). Baja seis decibelios por octava en tanto que alcanza frecuencias más altas. Como el resto de ruidos de color, también se utiliza para enmascarar otros sonidos y favorecer la relajación mental. Algunos lo comparan con el eco que genera una multitud.

Otros tipos de ruido de color que se conocen son el azul, que apenas tiene potencia a frecuencias bajas, el gris, que podría considerarse el auténtico ruido blanco, pues todas sus frecuencias se perciben con idéntica intensidad, y el violeta, que se compara con el sonido del vapor o de comida cocinándose en una sartén.

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Imagen | Google Play, Unsplash

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