Las especulaciones sobre la relación entre el aspartamo y cáncer después de la filtración que apuntaba a una nueva clasificación de este edulcorante en la lista de sustancias cancerígenas de Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) causaron preocupación en los consumidores.
Por fin, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC según sus siglas en inglés) y el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la FAO y la OMS han publicado una evaluación de las repercusiones del edulcorante aspartamo sobre la salud.
El resultado no debe causar mayor preocupación a los consumidores Citando «pruebas limitadas» de carcinogenicidad en humanos, la IARC ha clasificado al aspartamo como posiblemente cancerígeno para los humanos (Grupo 2B), el segundo nivel más bajo, junto a sustancias de esta categoría son el aloe vera, las verduras encurtidas o los gases de escape de los motores de gasolina.
Por su parte, el JECFA no ha variado la ingesta diaria admisible (IDA) de este edulcorante, establecida en 40 mg/kg de peso corporal. Según estos organismos, con una lata de refresco dietético que contenga 200 o 300 mg de aspartamo, un adulto de 70 kg necesitaría consumir más de 9-14 latas diarias para superar la ingesta diaria admisible –suponiendo que no se produzca otra ingesta de otras fuentes alimentarias.
Tal como explican en Science Media Center, las monografías de la IARC son cualitativas, no cuantitativas. En otras palabras: reflejan lo seguros que son los conocimientos de que dicho agente sea cancerígeno, no de cuánto lo es (magnitud del riesgo) ni de con cuántos tipos de cánceres se relaciona. La tarea encomendada a la IARC es la ‘identificación de riesgos’ –realmente, la identificación de productos o actividades que constituyen un peligro–, no la ‘valoración de riesgos’.
la importancia está en la dosis
Vamos a ver cómo debería ser nuestra dieta diaria para que la relación entre aspartamo y cáncer pudiera ser más estrecha. Según explica a Science Media Center Rafael Urrialde de Andrés, profesor en la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid, «manteniendo la IDA de 40 mg/kg de peso persona/diaria, podría suponer para un adulto de 70 kg consumir todos los siguientes productos en un solo día: 2 raciones de bebidas alcohólicas tipo combinados, 8 cucharaditas de cacao en polvo, 2 cervezas bajas en calorías, 5 chicles o gomas de mascar, 5 cucharaditas de edulcorantes de mesa, 2 raciones de frutas o vegetales en conserva, 2 porciones de gelatina sin azúcar, 3 yogures o leches fermentadas, 2 raciones de mermelada, 2 vasos de néctares, 2 bebidas refrescantes a base de zumo, 3 porciones de chocolate, 3 refrescos bajos en o sin azúcares o azúcares añadidos, toques de salsas, 2 bebidas de té y 2 yogures bebibles».
El experto apunta, en todo caso que «el uso de los edulcorantes bajos en o sin calorías no debe ser generalizado y no empezar a incorporarse, como se está haciendo, en productos alimenticios que antes ni tenían azúcar y a los cuales ahora, por la razón que sea, se les quiere dar o aportar sabor dulce. Los edulcorantes bajos en o sin calorías son aditivos que sirven para rebajar o eliminar la cantidad de azúcar, pero para control y reducción del sobrepeso y obesidad, así como de otras patologías, debe ser la dieta total la que se tenga en cuenta, porque un único producto alimenticio o un solo ingrediente o aditivo puede ver anulado su efecto por el efecto del resto de alimentos y bebidas en la dieta».
seguro en las cantidades recomendadas
«Debemos recordar -señala Oliver Jones, catedrático de Química de la Universidad RMIT (Australia)– que todos estamos expuestos a agentes cancerígenos todos los días. Suena aterrador, pero se trata de un riesgo. Incluso las cosas que la IARC clasifica como carcinógenos de clase uno, como la luz ultravioleta y el alcohol, no causan cáncer instantáneamente solo por exponerse a ellos una vez. Por ejemplo, si tomas demasiado el sol en la playa en verano puede que te quemes, pero te recuperarás. Si tomas el sol continuamente sin protección solar, tu riesgo de cáncer de piel aumenta». Del mismo modo, aunque el aspartamo provoque cáncer en cantidades muy elevadas, no existe riesgo al consumirlo en las cantidades permitidas en los alimentos.
Gunter Kuhnle, catedrático de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Reading (Reino Unido), lamenta que «la filtración de cierta información haya podido crear incertidumbre y preocupación innecesarias, ya que los consumidores pueden preocuparse con razón si se les dice que algo que está en muchos alimentos puede causar cáncer. El dictamen publicado relativiza esta cuestión y deja muy claro que no hay motivo de preocupación cuando se consume en las cantidades actuales».
«Para poner en perspectiva la conclusión de la IARC, el aspartamo se agrupará con otros alimentos/aditivos del grupo 2B. sin embargo, las carnes procesadas como el jamón, el beicon y las salchichas para perritos calientes están clasificadas como carcinógenos del grupo 1 y la carne roja como carcinógenos del grupo 2A, lo que indica que representan un riesgo mayor para los consumidores que el aspartamo», concluye Alan Barclay, dietista, nutricionista, chef, y colaborador honorario asociado de la Universidad de Sídney (Australia).
Serán necesarios más estudios que aclaren la relación entre aspartamo y cáncer y puede que, una vez se realicen, ocurra como con el café. Como en el caso del aspartamo, esta bebida se consideró “posiblemente cancerígena” (grupo 2B) por la IARC en 1991. Sin embargo, en 2016, tras analizar más de 1.000 estudios con humanos y animales, el café pasó al grupo 3: “No puede ser clasificado respecto a su carcinogenicidad para el ser humano”.
Imagen de Santiago Manuel De la Colina Flores en Pixabay