La arquitectura ya no solo nos cobija, ahora también baila el twist

Los espacios arquitectónicos han evolucionado a la par que nuestra sociedad. Y su diseño no solo responde hoy al objetivo de servirnos como protección y refugio -que también- sino, además, como un reflejo de la imaginación y creatividad de sus arquitectos. Un buen ejemplo de esta traslación de la idea a realidad arquitectónica es la que realiza el grupo BIG, cuya máxima es imaginar, innovar y crear.

Bjarke Ingels Group (BIG, por sus siglas) es un grupo de arquitectos, diseñadores y urbanistas, con base en Copenhague, Nueva York y Londres, que observan la sociedad actual -multicultural, con una economía global y con la tecnología siempre presente- y, basándose en ella, convierten todo tipo de espacios en edificios únicos, diferentes, enigmáticos, pero siempre útiles y sostenibles. Esto les ha hecho merecedores de innumerables premios e incluso de la atención de documentales como Big Time o Abstract en Netflix.

Estas son algunas de las construcciones más llamativas de este grupo de arquitectos:

un halo de co2 en una pista de esquí

Cada vez escuchamos más lo importante que es utilizar energía sostenible e incorporarla a nuestras actividades productivas y también a nuestras construcciones. Sin embargo, esto, que aún está lejos de ser una realidad, ha servido de inspiración al diseño y la arquitectura del grupo BIG, en una planta de residuos que se encuentra en una zona de Copenhague y que se caracteriza por la fusión de dos espacios distintos: una pista de esquí y una planta de transformación de residuos a energía.

Planta de residuos

Aunque aún se encuentra en construcción, The Amager Resource Center -cuyo entorno ya era un atractivo turístico para realizar deportes extremos- es ahora uno de los puntos de referencia más importantes de la zona, ya que combina la práctica del esquí al mismo tiempo que fomenta la relación de los ciudadanos con la planta de residuos y sus técnicas industriales. El edificio es además muy reconocible por su chimenea que, cada vez que almacena una tonelada de CO2, lo expulsa en forma de anillo de humo. De esta forma, los arquitectos de BIG pretenden que interpretemos y recordemos el daño que le hacemos a nuestro planeta.

King Toronto, urbanismo y medio ambiente

El perfil de la ciudad de Toronto refleja el progreso continuo experimentado por la arquitectura de esta ciudad canadiense y el proyecto King Toronto es buena muestra de la transición hacia una nueva modernización urbana. Aunque aún no se ha comenzado su construcción, la iniciativa de Grupo BIG ya ha sido aceptada y, en breve, se iniciaran las obras.

La principal característica de este conjunto arquitectónico es la diferencia entre sus atmósferas: en su interior encontramos una plaza central con forma de bosque, que conecta la construcción con las distintas vías peatonales de la ciudad. El equilibrio entre los opuestos – ciudad y bosque- pretende ser el reflejo del estado actual en el que se encuentra la ciudad de Toronto, una comunidad abierta que valora la intimidad, los lugares tranquilos y el medio ambiente, pero también cree necesario y característico el bullicio del escenario urbano.

Toronto

En King Toronto la arquitectura se alejará de la ya existente para construir viviendas, comercios y otros establecimientos de forma vertical. Cada departamento se colocará en un ángulo de 45% para, así, aprovechar las vistas, la luz solar y el aire. Además, el techo formará picos y valles para que la luz no encuentre obstáculos de entrada hasta la plaza interior y, con esta construcción en cascada, cada residencia poseerá su propio balcón o terraza.

UNA ARQUITECTURA CON FORMA DE SERPIENTE

Otra de las construcciones más importantes de este grupo de arquitectos es The Serpentine Pavilion, cuya forma de serpiente en movimiento sirve de pasillo de entrada a la galería de arte Serpentine Gallery, situada en  Hyde park (Londres). Esta forma tan característica se consigue mediante la creación de una pared en forma de serpentina compuesta de 1.802 cajas de fibra de vidrio con forma de ladrillo, uno de los materiales más comunes en la arquitectura.

Dichas cajas se colocan en dos capas, superpuestas unas hacia dentro y otras hacia afuera, que vistas desde arriba parecen un tablero de ajedrez. Esta disposición permite que el pasillo parezca una especie de túnel soleado, protegido y ondulado.

Hyde Park

La combinación de opuestos ha sido aquí la inspiración de los profesionales de BIG: una construcción aparentemente caótica y libre, pero a la vez creada de una manera muy rigurosa; una estructura basada en un esqueleto modular que parece en movimiento, pero que es estático; y además, elaborada con materiales que, según la perspectiva desde la que estemos observando, pueden generar sensación de transparencia u opacidad.

Dos torres bailando un twist

Miami es otra de las ciudades donde los arquitectos de BIG han dejado su huella. En la zona de Grove at Grand Bay han construido dos torres que parecen girar sobre sí mismas como si estuvieran bailando un twist. Esto hace que el edificio ofrezca una panorámica -desde todos sus niveles- del horizonte de la ciudad y su costa.

Su arquitectura está inspirada en el cocotero, un árbol autóctono de este territorio, cuya forma ya había sido utilizada con anterioridad en la creación de otros edificios. Al seguir la línea arquitectónica de las construcciones ya existentes, los arquitectos de BIG buscaron generar una sensación de continuidad en la evolución hacia un nuevo Miami.

Miami

LEGO House, la ciudad de los niños

La ciudad de Billund, en Dinamarca, es la sede de Lego House, también conocida como la ciudad de los niños. Si alguna vez has jugado con las piezas de Lego, habrás podido observar la cantidad de posibilidades de construcción y uso que éstas ofrecen. Y esa es precisamente la idea a partir de la cual se inspiró el Grupo BIG para crear este edificio, como un espacio que ofrece a los niños una vía para fomentar su creatividad y dar rienda suelta a la generación de un mundo propio, de la misma forma que lo hacen con los bloques de Lego.

El edificio, de veintitrés metros de altura, se divide en cuatro zonas de juego distinguidas por colores: el rojo para la creatividad; el azul para el desarrollo de las habilidades cognitivas; el verde para las habilidades sociales; y el amarillo como reflejo de nuestra parte más emocional.

Su diseño se caracteriza por una superposición de 21 bloques, como si fueran piezas de Lego, que forman edificios individuales. En el centro de conjunto, se encuentra una plaza donde hay zonas para tomar un café, salas de congresos, una tienda de Lego, almacenes, lugares de descanso, etc.

Lego House

Lego House es ya reconocida como un icono urbano a la par que un lugar donde vivir experiencias inolvidables.

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