El módulo de transferencia a Mercurio (MTM, por sus siglas en inglés) de la nave BepiColombo, lanzada rumbo a Mercurio, ya ha enviado su primera imagen desde el espacio. La fotografía muestra a la derecha uno de los paneles solares de la nave ya desplegado; y a la izquierda, un sensor solar del MTM con su aislamiento multicapa claramente visible.
BepiColombo es una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) –una de las más complejas que ha desarrollado– y de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) para explorar Mercurio. Se trata de la primera misión europea a este planeta y la primera que envía dos orbitadores para efectuar mediciones simultáneas y complementarias de su superficie y dinámico entorno.
Este módulo de transferencia, además de ayudar a llevar el resto de componentes, incorpora tres cámaras de monitorización, que ofrecen fotografías en blanco y negro con una resolución de 1.024 x 1.024 píxeles. Las cámaras de monitorización se emplearán en distintas ocasiones a lo largo de la fase de crucero de Bepicolombo, sobre todo durante los sobrevuelos de la Tierra, Venus y Mercurio.
Otro de los módulos (el orbitador MPO) también cuenta con una cámara científica de alta resolución, pero esta solo se podrá operar a finales de 2025, una vez que se separe del MTM al llegar a Mercurio.
BepiColompo recorrerá 9.000 millones de kilómetros
El viaje de BepiColombo durará un total de 7,2 años, un largo viaje de 9.000 millones de kilómetros en el que la nave sobrevolará una vez la Tierra, dos veces Venus y seis veces Mercurio, para de esta manera llegar con una velocidad que la permita entrar en órbita del planeta. A partir de 2026 comenzará la fase científica de la misión, que en principio durará un año (terrestre), pero existe la posibilidad de extenderla otro más.
desvelar los misterios de mercurio
El objetivo de la misión BepiColombo es estudiar todos los aspectos de Mercurio, desde las dinámicas de su magnetosfera y ver cómo interactúa con el viento solar hasta las características de su exosfera y las capas interiores, que incluyen un gigantesco núcleo férreo.
También elaborará mapas globales de la composición química de la superficie y tomará imágenes de sus formaciones geológicas, como los cráteres de impacto, tectónica, vulcanismo y los depósitos de hielo del interior de los cráteres polares. Estos datos permitirán a los científicos saber más sobre el origen y evolución de un planeta próximo a su estrella.
Además, durante la misión se pondrá a prueba la teoría general de la relatividad de Einstein mediante la medición precisa de la órbita y la posición de la nave.
hielo en el polo sur de mercurio
“¡BepiColombo será la primera nave espacial en observar los depósitos con hielo en la región polar sur de Mercurio!”, destaca a SINC la investigadora Nancy Chabot del Johns Hopkins Applied Physics Laboratory (EE UU) y responsable de uno de los instrumentos de Messenger, una misión que estuvo demasiado lejos del polo sur del planeta como para poder realizar mediciones precisas.
“Además –añade–, si BepiColombo pudiera realizar mediciones espectrales de las superficies de baja reflectancia en estos depósitos polares, podría proporcionar una nueva visión de la composición de la superficie y comprobar si realmente es rica en compuestos orgánicos». Al igual que otros científicos, Chabot espera expectante los descubrimientos que puedan realizar desde su órbita polar los orbitadores de Bepicolombo.
Con un presupuesto superior a 2.400 millones de euros (1.300 de la ESA, 130 de JAXA, más diversas aportaciones nacionales), el proyecto lo ha desarrollado un consorcio de más de 80 empresas de 15 países liderado por Airbus Defence and Space.
Fuente: SINC