¿Cómo era el rostro de Jesucristo? Ni la Sábana Santa ni la Biblia, nos lo desvela la IA

Jesucristo

A lo largo de la historia son muchos los que han tratado de desvelar cómo era el rostro de Jesucristo. Las versiones de Hollywood son poco creíbles, más teniendo en cuenta que Jesús nació en una región de Palestina y no en la Costa Este.

Sabemos que los miles de años que nos separan de él suponen una complicación para conocer cuáles eran sus rasgos faciales pero, como siempre, la tecnología ha tratado de echarnos una mano.

El fotógrafo Bas Uterwijk ha utilizado la inteligencia artificial para recrear el rostro del personaje más conocido de la historia de la humanidad. Después de la recopilación de muchos datos y de unas cuantas pruebas, el resultado resulta bastante convincente, aunque ¿quién sabe?

Los «looks» de Jesucristo

Según esta interpretación de Uterwijk, Jesucristo habría sido un hombre moreno, de nariz aguileña, labios finos y mirada penetrante. Además, el fotógrafo holandés nos lo ha presentado con dos looks distintos, y es que no hay nada que modele más nuestro rostro que un corte de pelo. En una de las imágenes vemos a Jesús con una larga melena, algo que encaja bastante bien con la figura que aparece en miles de representaciones religiosas. En la otra fotografía, aparece con un look un poco más moderno que le haría pasar desapercibido en un barrio de moda.

Para crear estos retratos, Uterwijk ha utilizado el software Artbreeder, que permite realizar trabajos originales a través del ‘maching learning’ o aprendizaje automático. En su base de datos encontramos miles de fotografías de caras humanas que se combinan entre sí hasta obtener el resultado deseado.

Pero este artista no comenzó de la nada su trabajo más religioso, sino que tomó como punto de partida una serie de referencias culturales. En primer lugar, utilizó el Salvator Mundi, una pintura de Cristo realizada en torno al siglo XVI y atribuida Leonardo da Vinci.También empleó el Sudario de Turín, más conocido como Sábana Santa, una reliquia que habría cubierto el cuerpo de Jesucristo después de la crucifixión y en la que habrían quedado grabados los rasgos de su rostro y las formas de su cuerpo.

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«Salvator Mundi» después de la restauración. Private collection. (Photo by VCG Wilson/Corbis via Getty Images)

Tal y como Uterwijk ha explicado en su cuenta de Twitter, tras estas comparaciones obtuvo una primera versión del trabajo que modificó para darle unos rasgos “del Medio Oriente” más convincentes. A continuación contrastó las facciones extraídas con los Retratos de El Fayum, pinturas realistas del siglo II halladas en Egipto. Estas aportarían una idea más exacta de cuáles eran las características físicas predominantes en esa región en una época más cercana a Cristo que la nuestra.

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Retrato frontal con mirada ausente. Retratos de El Fayum. Wikipedia.

El resultado puede resultar más o menos convicente pero Uterwijk ha reconocido que su retrato no es una reconstrucción exacta ni pretende serlo. Por este motivo, no se debe considerar una representación fidedigna, sino una visión más coherente del rostro de Jesús frente a la que nos muestra el arte religioso occidental. Y a ti, ¿te convence este Mesías?

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