A veces, tener una conexión a Internet aceptable es más responsabilidad nuestra que del proveedor de Internet que tengamos detrás. Sí, este importa a la hora de tener una buena conexión, pero no debemos olvidar que, si no mantenemos una serie de pautas, podemos sufrir los inconvenientes asociados a una conexión a Internet lenta.
Si estás teniendo problemas con tu conexión a la Red y no sabes por qué, no te preocupes. En Anexo M os vamos a dar una serie de pautas para que seáis capaces de encontrar dónde está el problema y cómo solucionarlo.
Primero de todo y lo más importante, ya que no es conveniente empezar la casa por el tejado, es preciso chequear tu conexión a Internet. Asegúrate de que no tienes ningún programa o aplicación en la red abierta que pueda estar utilizando la conexión, abre tu navegador de Internet y busca «Test de velocidad de Internet». Con la que más te convenza, comprueba la velocidad de subida y descarga que te da el test y cotéjala con la velocidad que tienes contratada.
Si vemos que la velocidad de conexión difiere mucho de lo que tenemos contratado, antes de hablar con nuestro proveedor, vamos a hacer una serie de comprobaciones para asegurarnos de que no es problema nuestro. Primero de todo y si tenemos varios ordenadores en la casa, comprobaremos que la velocidad de conexión es la misma en todos ellos. Si solo nos ocurre con uno, ya habremos identificado que el problema tiene fácil solución.
Tal vez el problema sea del router
Si no tenemos más que un PC, o tenemos varios pero la conexión es igual de lenta en todos ellos, probaremos a hacer un «Hard-Reset» de nuestro router. Simplemente lo apagaremos y encenderemos, esperando 10-20 segundos entre el apagado y el encendido. En realidad, el router es un ordenador más y puede que tenga algún problema que solucionemos así. Si queremos saber un poco más sobre la configuración de tu router, en Anexo M ya hemos hablado de ello antes.
Puede que estemos conectados a nuestro router vía WiFi, no por conexión ethernet. A la hora de configurar una red WiFi en nuestra casa hay que tener mucho cuidado, ya que hay elementos externos que pueden interferir en la señal. Puede que tengamos una mala señal, haya interferencias o simplemente no la hayamos configurado bien. De ello también hablamos en Anexo M, por lo que puedes leer este artículo para saber cómo configurar correctamente tu red inalámbrica.
Sin ningún software de descarga funcionando
Otro punto a tener en cuenta es estar seguro de que no tenemos ningún programa de descarga de archivos, como pueda ser BitTorrent, eMule o similares, funcionando en segundo plano en nuestro equipo. Muchas veces se quedan funcionando en segundo plano sin darnos cuenta y son ellos los que nos están «chupando» todo el ancho de banda de nuestra conexión. Para averiguar si se trata de eso, abre el administrador de tareas y comprueba que no tienes ninguno ejecutado. También puede ser que algún adware o malware (virus) estén haciendo de las suyas, por lo que sería conveniente que pasaras un antivirus a tu ordenador.
Las direcciones DNS del equipo resuelven a nuestro ordenador todas las direcciones URL, devolviéndole las IPs correctas a las que se tienen que dirigirse. Puede que dichas direcciones DNS estén fallando, por lo que será preciso cambiarlas configurando la conexión a Red de nuestra máquina. Además de la IP, podremos cambiar la propia DNS. Lo más normal es que sea automática, pero podemos asignarle nosotros una fija.
Prueba también a instalar otro navegador de Internet. A veces el problema puede estar simplemente ahí. Es conveniente instalar varios navegadores en el ordenador. Además de Internet Explorer, puedes probar Opera, Firefox, Chrome, Safari. Hay muchas opciones y simplemente tienes que buscar la más idónea para conseguir exprimir tu conexión a Internet.
Si todo lo demás falla…
Si ves que nada de esto funciona, nos quedan dos opciones. La primera es que simple y llanamente nos estén robando la red WiFi. En Anexo M también os hemos hablado largo y tendido de ello. La solución más rápida es entrar en nuestro router y cambiar la contraseña de nuestra WiFi poniendo una más segura. Aunque existen más opciones de configuración a la hora de asegurar nuestra red inalámbrica, en el artículo enlazado se ofrece una explicación detallada.
Y finalmente no se puede descartar que el problema de conexión sea realmente de nuestro proveedor de Internet, que sufra algún tipo de problema técnico o simplemente que no sea posible conseguir mayor velocidad en la localización en la que estamos. Ponte en contacto con él y confirma que existe o no una solución.