Too good to go, la app para combatir el desperdicio de alimentos

España se sitúa a la cabeza de muchas listas pero, lamentablemente, no todas son buenas. Podemos estar orgullosos de ser uno de los países preferidos por los turistas, de que nuestra música y cultura se reconozcan internacionalmente…Pero más bien deberíamos avergonzarnos por ser el séptimo país de la Unión Europea en el desperdicio de alimentos. Concretamente, y para que os hagáis una idea, 7,7 millones de toneladas anualmente, una auténtica monstruosidad. La tecnología se pone siempre al servicio de la humanidad y en este caso lo hace con Too good to go, una app para reducir el desperdicio de comida.

el desperdicio de alimentos, una crisis mundial

Según la FAO, 1.300 millones de toneladas de comida acaban en la basura cada año, lo que se traduce en un tercio de la producción total. Esta organización ha presentado otros datos que deberían hacernos reflexionar sobre el desperdicio de alimentos y, en consecuencia, de recursos. Imaginaos el río Volga en Rusía, uno de los ríos más importantes de Europa. Pues bien, cada año se utiliza el equivalente a su caudal para producir alimentos que, simplemente, acabarán en la basura.

Además, la huella que deja el desperdicio de alimentos en nuestro planeta es más que notoria. Las emisiones de CO2 alcanzan las 3.300 millones de toneladas cada año. Después de conocer todos estos datos, parece que llega el momento de plantearse una solución. Mucho más teniendo en cuenta que, según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 795? millones de personas en el mundo no tienen acceso a una cantidad suficiente de alimentos. Hagamos esta cifra un poco más gráfica: uno de cada 9 seres humanos se encuentra en riesgo de desnutrición.

Infografía extraída del quinto libro de la colección «El estado del planeta», editada de forma conjunta por la FAO y El País.

Casi nadie está a salvo de este despilfarro masivo de alimentos. Ya sea a gran escala o en el ámbito doméstico, todos hemos tirado en alguna ocasión algo que no nos gustaba demasiado o que simplemente compramos porque sí, sin tener en cuenta si le daríamos salida o no. A pesar de la alarmante situación, las numerosas campañas realizadas a lo largo de los años están logrando crear una conciencia social firme sobre este asunto. Además, han surgido distintas iniciativas que combaten este problema y una de ellas es Too good to go.

#Lacomidanosetira

Esta iniciativa nace en el año 2016 en Dinamarca bajo el hastag #Lacomidanosetira. Como podéis imaginar, su objetivo es luchar contra el desperdicio de millones de toneladas de alimentos de forma sencilla pero eficaz. Too good to go es una aplicación que se puede descargar tanto desde Android como desde iOS y que permite a restaurantes, hoteles y otros establecimientos vender su excedente a precios competitivos. Para los usuarios existe también una enorme ventaja y es la de poder acceder a comida de calidad a un precio más que razonable. Todo esto unido al bienestar social y personal que se experimenta al contribuir con una mejora de este calibre para el medio ambiente y para aquellos que habitamos en él.

El funcionamiento de Too good to go no podría ser más sencillo. Partiendo de una descarga gratuita, el usuario tan solo tiene que elegir el establecimiento que más le guste, realizar su pedido, pagarlo online y pasar a recogerlo en el horario asignado. Esta herramienta acaba de desembarcar en España, concretamente en Madrid, aunque se espera una rápida extensión a otras ciudades. En Europa, alrededor de unos 5 millones de usuarios ya se han dado de alta.

Estamos ante un claro ejemplo de cómo la tecnología se pone a disposición del ser humano para hacer de nuestro planeta un lugar un poco mejor. De hecho, el compromiso de los creadores de esta app fue tal que se ofrece la posibilidad de realizar donaciones a través de la misma. La ONG elegida en este caso es Acción Contra el Hambre, una organización presente en más de 50 países que trata de combatir la desnutrición infantil.

En el mundo se producen los alimentos suficientes para abastecernos a todos pero, ¿qué uso estamos haciendo de ellos? Ha llegado la hora de concienciarnos sobre este problema, de tener en cuenta que todas y cada una de nuestras acciones tienen un impacto no solo en el medio ambiente, sino también en los demás. El cambio empieza en pequeñas cosas, en las rutinas de cada día y quizá ha llegado el momento de unirnos a él.

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