Un día haces clic en un hipervínculo y aterrizas en una web de ‘error 404’. La página o el archivo han dejado de existir. Se han movido o se han eliminado. ¿Por qué? ¿Y por qué es muy frecuente? Lo cierto es que internet se está borrando, y parece importarle a muy pocas personas.
Internet ‘solo’ son máquinas con archivos dentro de ellas. Conectadas entre sí con cables y protocolos. Si la máquina se apaga, tiene una avería o se desconecta, el archivo que almacena se vuelve inaccesible. Y si el fichero se borra, se corrompe o se mueve de ubicación, de forma que el hipervínculo apunta a donde no es, también desaparece. Se ha perdido.
La internet que conocemos es la suma conjunta de una infinidad de máquinas a las que se llama ‘servidores’ y que almacenan archivos como páginas web. Esta web, ‘www.nobbot.com’, es un tipo de archivo guardado en un servidor. Tuvo un inicio, y es probable que tenga un final algún día. De hecho, casi todas las páginas web que han existido ya no están disponibles. Se han borrado.
¿Por qué se borra internet?
Aunque suene capitalista, el principal motivo por el que internet desaparece es el dinero. En concreto, su falta. Mantener los servidores activos, conectados y actualizados cuesta dinero. No son cantidades muy elevadas, pero forman un flujo negativo continuo. Unos pocos céntimos al día para las páginas menos visitadas y muchos miles para las más grandes y activas.
Dado que mantener activa una web tiene un coste, es probable que llegue un momento en que el beneficio (no siempre económico) de soportarla deje de compensar el gasto que conlleva (este sí, en euros). Es entonces cuando se deja de pagar el hosting y dominio y cuando la página desaparece, llevándose al olvido todo su contenido. Esto, claro, es muy frustrante.
Más frustrante aún es el borrado de internet por negligencia. Esto también pasa con relativa frecuencia. A menudo, se olvida abonar el coste del servicio web y la empresa que lo mantiene borra el acceso. Otras, se pierden las credenciales para entrar al sistema. A veces pasa que nadie sabe quién se encarga de qué, y el contenido, al final, se abandona.
También existen otros motivos más específicos por los que se borra internet. El derecho al olvido es un borrado en la práctica al no indexar determinado contenido. El bloqueo de un usuario o usuaria ‘trol‘ de una red social suele destruir todo su historial. En ocasiones, ocurre que los propios dueños de un dominio deciden deshabilitarlo en su totalidad o en parte al hacer reformas.
En algunas ocasiones, la censura ejercida sobre la red hace que sus contenidos se borren o desaparezcan. Esta puede ser autoritaria por parte de gobiernos dictatoriales o basada en mecanismos más sutiles como el acoso sistemático y ataques DDoS. En la práctica, la web y su contenido acabará borrado.
Internet se está borrando ahora mismo
Mientras lees esto, la web de alguien que ha olvidado abonar el coste del dominio está siendo eliminada para siempre, una persona está redirigiendo mal el contenido a un archivo en PDF y otra ha sido encriptada sin apuntar la contraseña. Miles de páginas web morirán hoy sin copia de seguridad.
En la gráfica de ‘The size of the World Wide Web‘ se muestra el número de páginas web registradas y activas. Puede observarse cómo en marzo de 2020, coincidiendo con la COVID-19, unos cinco miles de millones de páginas web desaparecieron. ¿Se quedarían sin presupuesto? A mediados de 2021 hubo otra caída, pero no fue nada comparado con la que tuvo lugar en 2022. Más de la mitad de las webs que habían existido en 2019 habían desaparecido para esa fecha.
Si tienes una edad, es probable que hayas visto caer redes sociales enteras. Gigantescas plataformas que desaparecen en el olvido y se llevan con ellas una ingente cantidad de información. Una enorme acumulación de datos sobre cómo se relaciona la gente, exabytes de fotos y vídeos, chats sobre los inicios de muchas parejas, información sobre gustos, publicaciones…
¿Por qué es importante preservar internet?
Casi toda la información es valiosa. También aquella que no lo parece o que ni siquiera es considerada ‘información’. Por ejemplo, es poco probable que los alfareros del siglo I de la era común pensaran que las ilustraciones de sus objetos de arcilla serían relevantes. En la actualidad, son uno de los pocos reductos de información útil sobre las costumbres de algunos pueblos.
A día de hoy, se borra una cantidad ingente de páginas web a las que es probable que nunca echemos de menos. Blogs personales, tiendas de comercios pequeños y páginas de eventos. Contenido etéreo que desaparece tan rápido como brotó, pero que contienen una cantidad de datos enormes. Una vez se van, la información de lo que son es borrada.
Para evitar el desvanecimiento de la red existen páginas web como web.archive.org que permiten almacenar parte o todo el contenido de una página web, así como capturar imágenes instantáneas de sus diferentes momentos. Por descontado, es un trabajo propio de Sísifo, personaje mitológico a quien los dioses obligaban a subir una roca por una montaña y que, antes de llegar a la cima, dejaban rodar de nuevo hasta la base.
Internet es un conjunto conectado de dispositivos. Tu página web, la red social que usas y tu galería de fotos (privada) forman parte de ella. Con cada texto publicado, tuit o foto, internet crece. Cada vez que se elimina una entrada, cancelas una cuenta o limpias la galería, internet se borra.
En Nobbot | Día de Internet: 30 años de World Wide Web (www), en datos
Imágenes | Alina Grubnyak,