No, la AEMET no es un caos, es la atmósfera la que es caótica

dana AEMETYa sea porque no hace el sol que esperamos cuando nos tumbamos en la playa o porque se lanzaron señales de alerta en previsión de una destructiva DANA otoñal que no lo fue tanto, el caso es que la AEMET siempre recibe críticas cuando sus predicciones no aciertan al 100 por 100.

Quejas que retratan más a quien las expresa que a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y también dan la medida de la necesidad de divulgar el conocimiento científico. A veces se producen debido a intereses políticos, otras por simple ignorancia o por ese gusto por señalar la paja en el ojo ajeno tan común en las redes sociales.

El caso es que resultan injustas con la rigurosa y necesaria labor de los meteorólogos de esta institución que con su labor contribuyen a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española.

El último episodio de críticas a la AEMET ha estado relacionado con una DANA de efectos devastadores en algunos puntos de la geografía española pero no en todos los que señaló la Agencia en sus predicciones. En comunidades como la madrileña, los cálculos de la AEMET dieron lugar a alertas en los móviles, cierres de espacios públicos y peticiones de prudencia a la ciudadanía.

un aguacero de quejas

Lo curioso de el aguacero de quejas es que se produjo apenas iniciada la DANA, cuando aún no se conocía su alcance que, con el paso de las horas, se reveló como catastrófico.»No aciertan ni una», «Tampoco ha sido para tanto», «No se enteran»…fueron comentarios que se podían leer en Twitter, enriquecidos con algún apunte sobre limitaciones a la libertad individual causadas por la alarma meteorológica y cosas así.

¿Pero es verdad que la AEMET no puede prever con precisión absoluta las dinámicas climatológicas? Pues sí, porque así funciona la física del caos y el mundo en general. Lo que se puede hacer -y es lo que hace la AEMET- es realizar previsiones climatológicas en términos de probabilidades.

la aemet frente al caos

A falta de conocimiento científico quizás nos sirvan las imágenes de la película Parque Jurásico que acompañan estas líneas para entender el caos, por boca del personaje Ian Malcom, un matemático de ficción especializado en esta cuestión.

También podemos acudir a la propia AEMET que, en su blog, explica que la teoría del caos fue descrita por primera vez por Edward Norton Lorenz, quien es por ello uno de los meteorólogos más famosos de la historia. Lorenz descubrió los efectos del caos de forma accidental. Realizando unos cálculos meteorológicos con su ordenador, se dio cuenta de que el resultado final variaba según el número de decimales que considerara en los números empleados para realizarlos. En otras palabras, el resultado final del experimento dependía de la precisión de los valores que se usaban para realizar los cálculos.

Mar Gómez, meteoróloga en Eltiempo.es y como divulgadora científica, explica a Nobbot que «la meteorología es una ciencia que no es exacta, se rige por ecuaciones no lineales y siempre va a haber un porcentaje de error». La atmósfera es un sistema sujeto a leyes físicas que son bien conocidas. El problema es que es un sistema muy complejo y que las ecuaciones que la describen, aunque sean conocidas, exigen una capacidad de cálculo extraordinaria para ser resueltas.

«A pesar de todo -explican los meteorólogos de la AEMET-, el caos tiene un cierto orden, es decir, existe una cierta predisposición a que el tiempo evolucione de una forma determinada. Este hecho se conoce como “atractor”. Gráficamente, la figura que describe el atractor que descubrió Lorenz tiene forma de mariposa. Es por esto que a la teoría del caos también se le conoce como efecto mariposa. Por ello la teoría del caos se suele ejemplificar mediante el famoso proverbio chino que dice que “el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tornado al otro lado del mundo”.

O lo que es lo mismo, un pequeño cambio en las condiciones iniciales de un proceso puede tener consecuencias imprevisibles. Eso se plasmó en la película de Spielberg en forma de tiranosaurio voraz.

El caos, por ejemplo, es también el responsable de que no existan dos copos de nieve que sean exactamente iguales. En el caso de los copos de nieve, el “atractor” hace que el copo de nieve tenga simetría hexagonal, pero el caos hace que la forma final sea muy sensible a las condiciones de temperatura y humedad iniciales.

el arquero del tiempo

Seguimos reproduciendo el blog de la AEMET donde explican que una buena analogía para entender la teoría del caos y sus consecuencias consiste en imaginarse a un arquero que dispara flechas a una diana. Antes de disparar, el arquero tiene que tensar el arco y apuntar correctamente para que la flecha llegue al centro de la diana. Lógicamente, cuánto más cerca esté el arquero de la diana, más fácil lo tendrá para acertar en su centro.

Una pequeña variación en el ángulo de tiro puede hacer que la flecha acabe fuera de la diana si esta está suficientemente lejos. En cambio, si el arquero está suficientemente cerca de la diana, esa misma variación en el ángulo de tiro no es suficiente para impedir que la flecha de en el blanco. En otras palabras, el arquero necesita más precisión a la hora de apuntar si se aleja de su blanco.

En el caso de la predicción del tiempo, el arquero es el predictor. Las predicciones se realizan en términos de probabilidades. A medida que se acerca el día en el que queremos conocer el tiempo, la predicción mejora. En la analogía, el arquero se acerca a la diana, por lo que le resulta más fácil dar en el blanco. En cambio, si se quiere una predicción para más tiempo, la diana está muy lejos y el arquero lo tiene más difícil para acertar. Un mínimo factor que no se haya tenido en cuenta puede cambiar mucho el resultado de la predicción cuando esta se realiza a un plazo no tan corto de tiempo. Esto es, en resumen, lo que se conoce técnicamente como teoría del caos.

La predicción del tiempo es una ciencia que requiere de buenos predictores (buenos arqueros) que conozcan el comportamiento de la atmósfera, pero también el comportamiento de los modelos utilizados para predecir su evolución. Es decir, el arquero tiene que conocer cómo es la diana, pero también el arco y las flechas que utiliza para disparar. Cada modelo toma unas aproximaciones distintas para resolver las ecuaciones que dan lugar al pronóstico, por ello no todos los modelos dan lugar a los mismos resultados. El predictor tiene que saber cómo interpretar los distintos modelos y aglutinar los resultados en una previsión en términos de probabilidades.

En definitiva, antes de criticar la falta de certidumbre en las previsiones meteorológicas, demos un giro de 360 grados sobre nuestro eje. Una vez realizado este movimiento, nos percataremos de que, a pesar de nuestra falsa sensación de seguridad, casi todo es caos e incertidumbre en el mundo que nos rodea y en nuestra vida. Y es lo que la hace tan divertida.

Imagen de la DANA a su paso por la península tomada por el satélite MSG a las 19:45 del día 3 de septiembre de 2023.

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