Comprar un plátano envuelto en plástico es absurdo y contaminante

Que el plástico es un problema de gran magnitud es algo de lo que no cabe ninguna duda. Nuestro día a día se desarrolla entre plásticos: bastoncillos para los oídos, cubiertos, platos y vasos de un solo uso; pajitas, bolsas, globos…Hasta nos envuelven en plástico productos, como las frutas, que ya llevan su propio envoltorio natural. Lo curioso es que el uso de tanto plástico se suele explicar como una medida higiénica. ¿Pero higiénica para quién? Desde luego no para el planeta. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto nuevas normas para poner freno el uso de los productos plásticos de un solo uso que se encuentran con mayor frecuencia en las playas y mares de Europa.

Mil millones de elefantes, 80 millones de ballenas azules, 25.000 Empire State Building o 822.000 torres Eiffel es el peso equivalente a 8.300 millones de toneladas de plástico que los humanos hemos fabricado desde el inicio de su producción masiva tras la Segunda Guerra Mundial, según un estudio que ha calculado por primera vez la cantidad total de estos polímeros en el mundo hasta 2015. 

las ochenta bolsas de plástico que mataron a una ballena

Recientemente, murió un ballena en el sur de Tailandia y, en su estómago, se encontraron ochenta bolsas de plástico. Las bolsas, que pesaban aproximadamente 8 kg, habían impedido comer a la ballena, que murió entre vómitos y convulsiones. Y así, en las costas tailandesas no solo falleció un hermoso cetáceo, sino que nos hallamos con una metáfora de nuestro tiempo.

Y es que, debido a su lenta descomposición, el plástico se acumula en mares, océanos y playas. Los residuos plásticos se encuentran en especies marinas, como tortugas marinas, focas, ballenas y aves, pero también en peces y mariscos, y por lo tanto en la cadena alimentaria humana. Un estudio de 2016 de la Universidad de Gante, en Bélgica, calculó que el consumidor europeo medio de crustáceos, moluscos y mariscos similares puede ingerir hasta 6.400 microplásticos al año.

Imagen de la ballena muerta por haber tragado 80 bolsas de plástico. | Thailand’s Department of Marine and Coastal Resources.

El UNEP (Programa Ambiental de las Naciones Unidas) en 2006 estimó que por cada milla cuadrada del océano Pacífico había 46.000 piezas de plástico y el 5 Gyres Institute de Los Ángeles ha calculado que en las aguas del planeta flotan actualmente un mínimo de 5,25 billones de partículas de materiales plásticos. Según un informe de Davos, las aguas del planeta contendrían más plásticos que peces en términos de peso en 2050.

La plasmación más espectacular de este problema es la llamada “isla de la basura” que, situada en el océano Pacífico, ocupa una superficie de entre unos 700.000  kilómetros cuadrados, albergando millones de toneladas de basura, procedente tanto de tierra firme como de la cubierta de los barcos que navegan por la zona.

un uso responsable del plástico

El plástico puede ser un material fantástico, pero tenemos que utilizarlo de una manera más responsable. Los plásticos de un solo uso no son una opción inteligente desde los puntos de vista económico y ambiental y hay que buscar alternativas sostenibles. Jyrki Katainen, responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad de la UE explica que “Europa tiene la oportunidad de asumir el liderazgo, creando productos para los que va a haber una demanda mundial en las próximas décadas y obteniendo un valor económico mayor por nuestros valiosos y limitados recursos. Nuestro objetivo de recogida de botellas de plástico también contribuirá a generar los volúmenes que necesita una próspera industria de reciclado de plásticos”.

Y es que, además de su valor medioambiental, las medidas anunciadas por la UE aportarán beneficios tanto ambientales como económicos. Esta directiva impedirá que se emitan 3,4 millones de toneladas equivalentes de CO2 y evitará que se produzcan unos daños ambientales que costarían unos 22 000 millones de euros de aquí a 2030. También, según las estimaciones de la UE, permitirá a los consumidores ahorrar 6.500 millones de euros.

Plástico en la playa

Medidas diferentes para productos diferentes

Después de haber afrontado el problema de las bolsas de plástico en 2015, el 72 % de los europeos afirma haber reducido el uso de ese tipo de bolsas, según el Eurobarómetro. Ahora, la Unión Europea ha puesto el punto de mira en los diez productos de plástico de un solo uso y de los artes de pesca que, juntos, representan el 70 % de la basura marina en Europa. Las nuevas normas incluyen las siguientes medidas:

  • Prohibición del plástico en determinados productos: Los productos de plástico de un solo uso no podrán comercializarse cuando haya alternativas fácilmente disponibles y asequibles. La prohibición se aplicará a los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas, los agitadores de bebidas y los palitos de globos de plástico, que deberán estar fabricados exclusivamente con materiales más sostenibles. Los recipientes de bebidas de un solo uso de plástico solo podrán comercializarse si sus tapas y tapones permanecen unidos a ellos.
  • Objetivos de reducción del consumo: Los Estados miembros tendrán que reducir el uso de los recipientes alimentarios y de los vasos de plástico. A tal fin, pueden establecer objetivos de reducción a nivel nacional, ofrecer productos alternativos en el punto de venta o garantizar que no puedan proporcionarse de forma gratuita productos de plástico de un solo uso.
  • Obligaciones de los productores: Los productores contribuirán a cubrir los costes de la gestión y la limpieza de residuos, así como de las medidas de sensibilización en relación con los recipientes alimentarios, los envases y envoltorios (por ejemplo, de patatas fritas y golosinas), los recipientes y vasos de bebidas, los productos del tabaco con filtro (por ejemplo, colillas), las toallitas húmedas, los globos y las bolsas de plástico ligeras. También se ofrecerán a la industria incentivos para desarrollar alternativas menos contaminantes a esos productos.
  • Objetivos de recogida: Los Estados miembros estarán obligados a recoger el 90 % de las botellas de bebidas de plástico de un solo uso de aquí a 2025 mediante, por ejemplo, sistemas de consigna.
  • Requisitos de etiquetado: Algunos productos deberán llevar una etiqueta clara y normalizada que informe sobre el modo de eliminación de los residuos, su impacto ambiental negativo y la presencia de plásticos en ellos. Este requisito se aplicará a las compresas higiénicas, las toallitas húmedas y los globos.
  • Medidas de sensibilización: Los Estados miembros estarán obligados a aumentar la sensibilización de los consumidores sobre los efectos negativos de tirar plásticos de un solo uso y artes de pesca, así como sobre la disponibilidad de sistemas de reutilización y las posibles opciones de gestión de residuos para todos esos productos.

En el caso de los artes de pesca, que suponen el 27 % de toda la basura que se encuentra en las playas, la Comisión se propone completar el actual marco político con sistemas de responsabilidad de los productores por los artes de pesca que contienen plástico.

Si nos parecen muy duras estas medidas, pensemos en la ballena que murió en la costa de Tailandia. Y, los más viejos, podemos recordar cómo, cuando éramos niños y el plástico era una rareza, lo normal era devolver las botellas de cristal al comercio.

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