Realidad virtual para que los niños no nos digan aquello de «mamá, no quiero que me pinchen»

Cuando eres un niño y te enfrentas a una inyección te sientes como si estuvieras delante del mismísimo Hulk. Miras fijamente la jeringuilla clamando al cielo con llantos desesperados y te preguntas qué habrás hecho tú para merecer semejante tortura.

Existe un grupo de superniños que no se inmuta ante los traumáticos pinchazos pero, siendo realistas, la mayor parte de los pequeños deserían no tener que enfrentarse a esa aguja que nos apunta sin clemencia. Por eso, investigadoras de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) trabajan en un proyecto que estudia cómo reducir, mediante nuevas tecnologías, el miedo a las inyecciones que sufren los niños al someterles a una intervención médica.

rEALIDAD VIRTUAL PARA PERDER EL MIEDO

Para ello, y en colaboración con la empresa valenciana Innoarea y el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), quieren evaluar si emplear un dispositivo de realidad virtual con el menor, mientras el personal de enfermería utiliza un visualizador de venas durante  el proceso, puede reducir la aprensión a las agujas del paciente pediátrico y, de esta forma, disminuir el dolor y el estrés.

“El paciente pediátrico, de entre 2 y 15 años, dispondría de un dispositivo visual de realidad virtual que genera un entorno de escenas u objetos de apariencia real. Esto le crea la sensación de estar inmerso en ese entorno. En concreto, son una serie de minijuegos, gracias a los que tiene que ir completando puzzles e interactuar con una serie de animales, lo que permite que se entretenga y no se altere por la presencia de agujas, médicos y enfermeras a su alrededor”, explica la investigadora Marta Torres.

Estrés y ansiedad

Como ya veníamos diciendo, más de uno estará acostumbrado a las escenitas que montan sus hijos cada vez que les ponen una vacuna o les hacen un análisis de sangre. Y lo cierto es que no les culpamos porque el tema impresiona, y mucho. Este proyecto combina la realidad virtual con el empleo de un detector de venas ecográfico y otro de luz infrarroja, que proporcionan una visión más nítida y detallada del procedimiento de acceso vascular.

realidad virtual
Investigadoras del proyecto, fotografiadas en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPNA en Pamplona. De pie (de izq. a dcha.), Paula Escalada, Leticia San Martín y Raquel Sáenz. Sentadas, Nely Soto (izq.) y Marta Ferraz.

Según la investigadora Marta Ferraz, «el uso de estos dispositivos permite visualizar mejor el recorrido de los vasos del paciente pediátrico y disminuir el tiempo que dura la punción, así como facilitar esta técnica a los profesionales sanitarios”. Y es que se agradecería mucho que la cosa fuera cuestión de un abrir y cerrar de ojos y no se alargase en el tiempo por esa dichosa vena que no tiene ganas de hacer acto de presencia.

Realidad virtual vs dolor

Según el equipo de investigación, existen pruebas sólidas que invitan a pensar que la distracción y la hipnosis reducen considerablemente el dolor y el malestar derivados de los procedimientos clínicos invasivos. Sin embargo, se necesitan estudios de investigación adicionales para evaluar más exhaustivamente los beneficios que pueden ocasionar estas técnicas. «La vinculación de dos nuevas tecnologías en pro de generar una optimización de los recursos y de disminuir los principales factores de dolor y de ansiedad y estrés en esta población tan susceptible no han sido claramente estudiados”, señala la investigadora de la UPNA.

A juicio de las investigadoras, esta técnica podría extrapolarse a otro tipo de intervenciones sanitarias. “Nuestra meta consiste en crear un protocolo validado y en formar a profesionales sanitarios en esta técnica para implantarla a nivel nacional”,concluye Ferraz.

Pixabay

Crowfunding contra los pinchazos

El equipo, liderado por Marta Ferraz Torres, busca financiación a través de la plataforma de “crowdfunding” o micromecenazgo para proyectos científicos Precipita, impulsada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. El periodo para colaborar con este proyecto, a través de la iniciativa “Precipita”, concluirá el próximo 20 de noviembre.

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