Este robot es capaz de escribir con soltura y, si te descuidas, te pinta a la Gioconda

Llevamos mucho tiempo hablando de la inteligencia artificial y de todo aquello que los robots son capaces de hacer. Cocinar, cantar, hacer tareas del hogar… parece que nada se les pone por delante.

Hasta el momento no habíamos presenciado a una robot escribiendo con la misma (o casi) soltura que un humano. Sin embargo, esta especie de marcianada ya es posible gracias a un proyecto de la Universidad de Brown en Rhode Island, Estados Unidos, que ha desarrollado un robot capaz de escribir incluso en idiomas de los que no había tenido noticia alguna.

La magia de los algoritmos

El robot desarrollado cuenta con algoritmos que le ayudan a encontrar la posición correcta en cada trazo y a elegir la duración del mismo. Además, este mecanismo le permite conocer el orden en el que deben colocarse las letras para que la hazaña tenga sentido. Uno de los algoritmos utilizados por los creadores recibe el nombre de modelo global y su función es la de otorgar al robot la capacidad de mirar una imagen como un todo. Esto permite a la máquina decidir cuál es el  punto de partida para la palabra o letra que quiera reproducir.

El segundo tipo de algoritmo empleado ha sido bautizado como modelo local y permite al robot escritor analizar cada uno de los símbolos de forma individual y con todo detalle para, posteriormente, reproducirlo de la forma más fiel posible. Las primeras pruebas se realizaron utilizando letras japonesas, algo que el robot superó con creces y con una precisión de trazo que alcanzaba el 93%. Sin embargo, la cosa no se queda ahí y es que este súper robot fue capaz de seguir el mismo proceso con caracteres latinos que no había visto en su corta vida de máquina.

Entre los artífices de este logro se encuentra Atsunobu Kotani, estudiante de la Universidad de Brown y encargado del desarrollo de estos algoritmos que, mediante redes neuronales, permiten analizar imágenes de palabras escritas. Stefanie Tellex, especialista en robótica de la Universidad de Brown, también ha tenido un papel protagonista en todo esto y es que en sus manos cayó la complicada tarea de desarrollar el sistema robótico al que, más tarde, se le uniría el algoritmo.

Confundiendo al robot listillo

El robot escritor no podía ser tan listo como parecía así que sus creadores decidieron ponerlo a prueba y confundirlo para ver dónde se encontraban sus puntos débiles. Para ello pidieron a 10 personas que escribieran la palabra «hola» en sus idiomas nativos, entre ellos, griego, hindú, urdu, chino y yiddish. El robot, que no parece dispuesto a dar su brazo a torcer (y nunca mejor dicho), fue capaz de reproducir las 10 formas de saludar.

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Como el robot superó esta malintencionada prueba de fuego, sus creadores decidieron someterle a la escritura de un grupo de 6 niños. Cada uno de ellos escribió, de nuevo, la palabra «hola» y lo cierto es que, a pesar de las caligrafías infantiles, podéis imaginar cuál fue el resultado del experimento. El dichoso y listillo robot escritor fue capaz de copiar la escritura a mano de los niños con aparente facilidad.

Dibujando la Gioconda

Como parece que a este robot no se le escapa ninguna letra, sus creadores decidieron ponerle un reto más complicado. Tellex dibujo un pequeño y rústico boceto a mano alzada de la Gioconda con la intención de que el robot hiciera lo que pudiese. La sorpresa, o no tan sorpresa, fue que la copia que realizó la máquina era bastante fiel al dibujo hecho por su creadora.

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«Cuando regresé al laboratorio, todos estaban de pie alrededor de la pizarra, mirando a la Mona Lisa y preguntándome si [el robot] había dibujado eso. No podían creerlo» asegura Atsunobu Kotani. La verdadera magia de este proyecto radica en que el robot fue capaz de dibujar trazos similares a los de un ser humano, algo que demostraba a sus creadores que sus capacidades no se limitaban a la impresión de símbolos o caracteres.

Imagen destacada: Universidad de Brown

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