La tecnología, imprescindible para resolver la desigualdad

Stephen Hawking, el científico más aplaudido de nuestra era, acaba de publicar un análisis sobre »el momento más peligroso para el desarrollo de la humanidad» que no dejará a nadie indiferente. Como líder de opinión, el académico británico ha expresado su visión más apocalíptica para alertar de los peligros del avance de la tecnología e internet en materia de desigualdad: »Tenemos la tecnología para destruir el planeta en el que vivimos pero aún no hemos desarrollado la habilidad para escaparnos de él».

Para el británico, las élites han fallado y ahora debemos trabajar juntos para luchar contra el cambio climático, la producción de alimentos, la sobrepoblación, la destrucción de especies, las epidemias y la acidificación de los océanos. Y en definitiva, conseguir que la tecnología se convierta en la herramienta imprescindible para resolver la desigualdad. La columna, publicada en el diario ‘The Guardian’ repasa los diferentes argumentos que han obligado a Hawking a llegar a esta conclusión tan pesimista: Es necesario volver a empezar.

la creciente desigualdad

El experto señala que es comprensible que la gente esté preocupada por las consecuencias económicas de la globalización y de la aceleración del cambio tecnológico debido la gran desigualdad económica que ha ocasionado su progreso. La automatización de las fábricas ya redujo los puestos de trabajo en la manufactura tradicional y »la inteligencia artificial va a seguir con la destrucción del empleo en la clase media. Solo quedarán algunos cargos para los más creativos o para supervisar». Además, siempre según Hawking, Internet ha permitido que unos pocos hagan mucho dinero empleando a poca gente. Esto es inevitable, pero también es »socialmente destructivo».

Además, el científico considera que la difusión global de Internet y las redes sociales han provocado que la cruda naturaleza de esas desigualdades sea mucho más evidente hoy que en el pasado. Todos conocemos las ventajas de Instagram o Facebook, pero, según el académico, la vida de los más ricos del mundo están a la vista de todos los que tienen un teléfono móvil. La columna expone que en algunos países pobres es más complicado acceder al agua potable que a Internet, por lo que es comprensible que muchas personas emigren con la esperanza de encontrar una vida mejor.

¿Qué podemos haceR?

Afortunadamente, el genio de la ciencia no solo ha dibujado un panorama intrincado sino que ha indicado las claves para vencer los obstáculos: »Debemos tirar abajo las fronteras entre naciones, no levantarlas. Pero antes, los líderes del mundo deberán reconocer que le fallaron a la gente, que los recursos se concentraron en unos pocos y que tenemos que aprender a compartir mucho más que hoy. Si las regiones no pueden hacerse cargo de la migración, habrá que fomentar el desarrollo global, la única manera de conseguir que millones de personas quieran buscar un futuro en su propio hogar».

En este sentido, en un artículo publicado en nobbot, analizamos el pensamiento de otros escépticos sobre las bondades de internet como Evgeny Morozov y Andrew Keen, que tratan cuestiones sobre el apocalipsis digital sobre las que toca pensar en estos tiempos de mudanza: la voracidad de ciertas formas de capitalismo de cara amable y digital, la pérdida de poder de la ciudadanía frente a los gigantes de la red, el papel de los Estados en un mundo virtual sin fronteras, la transparencia y la vigilancia, la transformación del trabajo o el aislamiento o la domesticación de la inteligencia colectiva.

Fuente: Theguardian.com

Fotografía destacada: allthefreestock.com Alvherre via Attribution Engine.

En Nobbot | Los reyes de la copla del apocalipsis digital

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